Para muchos, Charlotte Casiraghi es la perfecta combinación entre el chic parisino de su madre Carolina de Mónaco, y el glamour natural de su abuela Grace Kelly. Y eso la posiciona como única, lo cierto es que el mundo se voltea a mirarla cada vez que entra en escena. En otras palabras una "oda a la femineidad".
Establecida como una it girl de la realeza es admirada por su estilo y savoir faire. Impone tendencias a través de sus outfits, accesorios, y tips beauty que se definen como sobrios y naturales. Nunca defrauda, siempre acierta y arriesga lo justo.
Aunque desde su nacimiento fue considerada sinónimo de distinción entre las monarquías europeas, Casiraghi debutó en la industria de la moda en 2011 cuando fue protagonista de la portada de "Vogue", fotografiada por el reconocido Mario Testino. Desde entonces se convirtió en un ícono, elegida para ser la musa de grandes firmas como Gucci y la preferida Karl Lagerfeld.
Además, es la embajadora "ecuestre" desde 2016 de la boutique Montblanc. Pero además concibe a la moda como un herramienta para colaborar con el medioambiente, publicó un libro Ever Manifesto en el que desarolla este concepto junto el apoyo de la diseñadora eco Stella McCartney.
"La moda es, por supuesto, para que las mujeres sean atractivas pero también tiene otros valores: debe estar diseñada para salvar el ecosistema", dijo en declaraciones a Vogue.
Su prenda fetiche son los vestidos, suele deslumbrar en cada gala. Pero además, es amante del demin, las camperas de cuero y los vestidos súper cortos cuando no ejerce su "rol". Un repaso por sus looks más inolvidables.
Met gala 2016
Elegida por los expertos como la mejor vestida de la alfombra roja. Con un diseño de Gucci la princesa reinterpretó el romanticismo con una pieza colorida de mangas largas y una falda de volados estilo arcoiris.
Posee un talento indiscutible para elegir el modelo perfecto para cada ocasión; con la dosis exacta de armonía y encanto.
El Baile de la Rosa
Como miembro de la familia real tiene una serie de funciones oficiales como ser la madrina de las fuerzas de seguridad del Principado o participar cada año del evento anual el Baile de la Rosa.
En el tradicional evento monárquico que reúne a los miembros del principado, Charlotte se llevó una vez más todas las miradas con su elegancia natural sin artificios. Con delicado vestido de plumas asimétrico en tonos rosa bebé y detalles en negro. Con el sello inconfundible de la maison francesa Chanel, que es una de las firmas preferidas en el guardarropa de la princesa.
Karl Lagerfeld llegó a a comparar a la nieta de Grace de Mónaco con Brigitte Bardot al poco de cumplir los 20 años
Competencia hípica
Ni arriba de un caballo pierde su glamour. Para acudir al CSI5* París -un concurso hípico– optó por un traje en tono azul petróleo, una camisa de caqui y los clásicos mocasines de la firma italiana Gucci en color marrón.
Además es una excelente amazona ganando muchos premios importantes.
La boda de Alberto de Mónaco y Charlene Wittsotck
Durante la cena oficial que siguió al evento religioso eclipsó a todos vestida como una verdadera princesa, con una pieza de muselina azul claro y el toque etéreo de una capa. Acompañó el look con un recogido sobrio y joyas con piedras preciosas. Fue inevitable compararla con Grace Kelly, que años atrás lució un modelo similar.
Día nacional de Mónaco
Como miembro de la realeza también sabe adaptar su vestimenta a las exigencia protocolares. De esta manera en 2011, se inclinó por un look al estilo Jackie. Un traje de chaqueta de tweed en tonos negros con el cabello recogido y con joyas sobrias. Un outfit clásico al que suele recurrir para eventos de mayor formalidad.