Y en un momento, Noah Bublé deja de ser sólo el hijo de Luisana Lopilato y Michael Bublé, y empieza a ser un poquito de todos. Y rezamos por este niño de tres años. Y nos conmovemos al ver fotos suyas, sonriendo. Y nos preocupamos por su salud… Desde que su papá escribió unas palabras en el Facebook de su mujer -con aquel "estamos devastados"- Noah conmovió a los argentinos. Pasó a ser un poquito de todos.
Pero no es la primera vez que esto sucede. Otros famosos también atravesaron horas, días, ¡semanas! muy difíciles, estando en vilo por la salud de sus hijos. Aquí, un repaso de aquellas historias.
Axel y Agueda
El trabajo -las fotos y la grabación de un nuevo disco- obligó a Axel a separarse por unos días de su hija Agueda. Hasta que recibió un llamado. Y escuchó lo que nunca deseó: "Cuando me enteré que mi hija estaba internada, quedé en estado de shock. No sabía con qué me iba a encontrar". En enero de 2014, Agueda ingresó a un centro de salud de Pinamar, y luego fue derivada al Hospital Materno Infantil de Mar del Plata. Allí volvió a verla su papá. "Pensé que quizás llegaba, y no la encontraba despierta…"
Síndrome de Kawasaki, una enfermedad que alcanza sólo a los niños, y que no es contagiosa: ese fue el diagnóstico. Y Axel no se despegó de su lado. Con el correr de las horas, su estado fue desmejorando. Más y más. Y casi de repente, dos días después… "¡Dio un vuelco de 180 grados! -recordó el músico-. Así son los chicos". Dos días después de ingresar, Agueda ya saltaba en su cama. Enseguida recibió el alta. Hoy, con siete años, no tiene secuela alguna. Y Axel celebra su vida.
Mariano Martínez y Milo
El actor observó -aún impávido- lo que un padre nunca espera que atraviese un hijo: "Lo vi sufrir mucho". En septiembre de 2015, con apenas dos años, Milo tuvo un accidente doméstico: se colgó de un mueble de su casa -vive con su mamá, la modelo Juliana Giambroni-, haciendo las travesuras de cualquier chico. "Y se le vino encima -relató Mariano-. El mueble era hueco y él quedó adentro, de espaldas pero con la mano afuera, se la aplastó". Los médicos tuvieron que realizarle dos operaciones para que Milo no perdiera su mano. Y lo consiguieron. Ya cuando todo pasó -incluso el susto-, Martínez conversó con la prensa: "Verlo sufrir tanto… cualquier padre me entiende".
María Valenzuela y Malena
A las 3.30 del 10 de febrero de 2003, y tras sentir una fuerte puntada en el oído, Malena Mendizábal (de 19 años) se desmayó. Horas después ingresó a la clínica Dupuytrén. Los médicos determinaron que había sufrido un accidente cerebrovascular (ACV). Y algo todavía peor: sus posibilidades de sobrevivir no superaban el 1.5 %… Lo que comenzó entonces fue una lucha de su mamá que conmovió a todos, porque María Valenzuela se internó junto con ella, en una habitación ubicada en el piso siguiente a la terapia intensiva. No se movió de su lado, literalmente.
Y surgió la fe (que si no mueve montañas, las escala sin importar su altura). Y también las cadenas de oración. Hasta que nueve días después, Malena abrió los ojos. Pero no podía hablar, mucho menos mover las piernas. Así comenzó la recuperación que aún continúa: le falta una cirugía para cubrir una parte del cráneo que está ausente. Pero hay otra lucha: porque ahora es María quien está vulnerable, y es Malena quien la toma del brazo. Caminan juntas. Les sobra la fe. Lo tienen todo.
Julieta Díaz y Elena Antonia
"Les presento a Elena Antonia". Julieta Díaz hizo ese posteo en Twitter -con esta foto y aquellas palabras- luego de veinte días en los cuales temió por su vida. Apenas nació -el 13 de diciembre de 2015 y por parto natural-, la beba debió ser derivada a neonatología, por problemas respiratorios.
"Estuvimos con mi marido sentados casi 12 horas por día en neo, viendo cómo trabajaban y cómo trataban a los bebes de padres que no estaban presentes. Vi cómo cuando yo llegaba un poco tarde a darle la teta a Elena, y ella ya estaba despierta y boqueado, la sostenían en brazos para calmarla. No nos alcanzan las palabras para agradecer lo que han hecho por Elena, y por nosotros", contó la actriz, al regresar a su casa con su hija en brazos.
Hubo rumores que ofuscaron a Julieta: indicaban que el problema de Elena podía haberse evitado si ella hubiera aceptado una cesárea. "(Eso lo dijo) gente mala que no tiene nada que hacer", afirmó la actriz, que sonríe -feliz- cuando la siente respirar en su pecho, como en aquella foto. Y ahí, sobran las palabras.
Sabrina Garciana, Germán Paoloski y León
En el otoño de 2014, León tenía 45 días de vida cuando debió ser internado en la Clínica Zabaleta, en Belgrano. Y a sus padres, Germán Paoloski y Sabrina Garciarena, se les detuvo el tiempo… Una bronqueolitis los sumergió en una preocupación que recién cesó cuando, una semana después, los tres regresaron a su hogar.
Dos años antes fueron Rocío Guirao Díaz y su marido, el empresario Nicolás Paladini, quienes atravesaron una situación delicada con Indio. Una noche el niño, por entonces de un año y siete meses, sufrió convulsiones, y debió ser atendido de urgencia en un hospital de Rosario. Horas después, fuentes cercanas a la familia aportaron tranquilidad: "Está fuera de peligro" y "No fue nada grave", dijeron. Luego habló la modelo, en su cuenta de Twitter: "Gracias por preocuparse, en un rato volvemos a casa", escribió, ya con la tranquilidad recuperada.
En el 2006, Nicanor, por aquel entonces de tres años, hijo de la periodista Nancy Pazos y de Diego Santilli permaneció internado en grave estado, tuvo que ser operado y hasta recibió sesiones de diálisis, debido a lo delicados que se encontraban sus riñones.
"El pibe está dando la batalla, tiene una polenta de aquéllas, pero ni los médicos saben de dónde proviene esta enfermedad. Tiene cura en la medida en que el cuadro clínico no termine llevándoselo", había dicho Nancy, desesperada, en aquel momento.
El cuadro de similar fue el que sufrió Tomás, uno de los hijos de Juan Darthés, quien también luchó contra el Síndrome Urémico Hemolítico.
Ahora mismo, Agueda -la hija de Axel- debe estar saltando en su cama, Milo Martínez jugando una pulseada con un amiguito, Malena mirando una película con su mamá. Y puede que -en este instante- Elena Antonia respire profundo justo antes de largarse a llorar. Y que León Paoloski ande corriendo por ahí, como lo hará Indio Paladini.
Porque todos ellos juegan y aman, ríen y lloran.
Pronto también lo hará Noah Bublé.