El barrio porteño de Villa Lugano fue escenario de una violenta persecución y un tiroteo protagonizado por tres delincuentes -dos de ellos menores -y la Policía de la Ciudad.
La secuencia comenzó en la calle Aquino al 5100, donde los jóvenes robaron un automóvil y -mientras escapaban-, sobre la calle Castañares al 6600 se cruzaron con un móvil de la comisaría 48.
A partir de ahí comenzó un impresionante tiroteo con los agentes, que obligó a uno de los delincuentes a escapar herido.
Pero no todo terminó en ese momento. Los dos delincuentes restantes abandonaron el auto robado en el barrio Padre Mugica y cuando los policías quisieron ingresar, fueron atacados con piedras por los vecinos del asentamiento. Dos patrulleros resultaron dañados en ese enfrentamiento.
Según el comunicado del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, minutos después de encontrarse ese vehículo, los uniformados fueron alertados por una remisería del barrio sobre dos sospechosos armados que habían robado uno de los autos -un Renault 19-y que se habían llevado de rehén al conductor.
En ese momento se puso en marcha un operativo cerrojo y lograron cercar a los menores, que en plena persecución se deshicieron de las armas (revólveres calibre 38) a la altura de Larrazábal y Dellepiane, aunque fueron detenidos sobre la intersección de Larrazábal y Riccheri. La víctima fue liberada ilesa.
Se intenta establecer si el delincuente herido que se escapó se encuentra refugiado en alguna vivienda del Barrio Padre Mugica o recibió ayuda para trasladarse al barrio Ramón Carrillo, ubicado en avenida Lacarra y Castañares, de donde serían residentes los tres delincuentes.