Dario Sztanjszrajber: "El amor es una gran religión que te permite mentirte a vos mismo"

El filósofo habló con Infobae sobre la grieta, la intolerancia, y Macri y Cristina Kirchner

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Dario Sztanjszrajber es un filósofo que consigue que amplios auditorios de jóvenes se detengan a escucharlo a hablar de Marx, Derrida o los sofistas. Es premio Konex por su trabajo de divulgación y condujo "Mentira la verdad", uno de los mejores programas de la televisión argentina que se emitió por el canal "Encuentro". Publicó además "Para qué sirve la filosofía" e ideó "Desencajados", un espectáculo de filosofía y música que gira por distintos teatros.

No es el filósofo habitual. Habla claro, directo. Es simpático, irónico y tiene un enorme carisma para decir lo que dice. Usa una de sus pasiones, el futbol, para definir conceptos de sutil especulación del pensamiento: "vos siempre vas a justificar si fue penal o no fue penal. Aunque le peguen un tiro en la frente al jugador adentro del área decís no, pudo ser una actuación, porque vos no queres que sea penal. Lo vas a justificar", grafica.

Darío Z charló con Infobae de la grieta ("es mala cuando implica la supresión del otro), del amor ("es una suerte de farmacología filosófica") y de sentido de la vida ("Hay que asumir que no lo tiene"). Aquí, parte del diálogo con él:

—¿Hay un momento de especial intolerancia en la Argentina?

—No, yo no lo veo como algo especial de este tiempo, creo que siempre han habido posiciones muy antagónicas y que por suerte cuando hay democracia es necesario que esas posiciones se expresen y entren en conflicto. Lo propio de una democracia es el conflicto, si hay una verdad no hay democracia. Porque entonces una posición se establece como única y barre a las demás. Esa relación entre la verdad y la democracia es muy interesante de pensar porque entonces desaparecería la posibilidad de encontrarte con el otro, de discutir, de debatir. Y lamentablemente pasa al revés que en la democracia muchos de los actores hablan en nombre de la verdad y ahí se provoca este conflicto.

—¿Hay debate en serio de ideas?

—No es un debate de ideas, claramente. O sea, la política ha perdido hace añares el debate de ideas y lo que es, es un debate entre, digamos, distintos actores que pugnan por el poder. Maquiavelo puro. Digo, la política tiene que ver con el poder. Ahora, se presenta como si fuera un debate de ideas y esta es un poco la idea de la post verdad, o sea, todos hacemos como que estamos debatiendo ideas cuando lo que se está debatiendo es un conflicto de intereses. Un ejemplo muy obvio es la pareja; para mí la pareja es la mejor demostración de lo que es una comunidad en chico de lo que es después la comunidad en grande. Vos con tu pareja empezas a debatir y hay un momento en el que ya no importa lo que estás debatiendo, lo que queres es ganarle la discusión.

—Cueste lo que cueste.

—Tal cual. Acá es lo mismo. Es como que están los actores debatiendo entre sí, no importa, podes debatir aborto, relaciones internacionales, marihuana, el 2×1, lo que quieras, lo que primero vos pensas es qué digo para ganarle al otro.

—Filosóficamente, ¿ qué es la post verdad?

—Por un lado es un término nuevo que de algún modo se hace cargo de las transformaciones materiales de nuestro tiempo, sobre todo del fuerte impacto que tiene la informática y los medios de comunicación en la construcción de la realidad. Pero al mismo tiempo es un término que proviene desde siempre, la cuestión de la verdad la discutían Sócrates y los sofistas. Y la idea de que no hay una verdad también. Hay un término de Hannah Arendt que a mí me interesa asociar mucho con la post verdad que es el auto engaño, el mentirse a uno mismo. Porque la mentira siempre necesita de un otro. Es como que uno sabe lo que quiere o de algún modo intuye qué es lo que quiere comprobar en la realidad, y no importan los datos de la realidad uno siempre los va a hacer encajar en lo que uno previamente quiere justificar. Como la realidad es de algún modo amorfa y es siempre abierta a interpretación entonces esto se facilita, vos ya sabes lo que querés demostrar y lo que querés justificar, entonces vas a ir interpretando la realidad como para sumarla a tu interpretación.

—O sea, el proceso de interpretación es en realidad un taparrabos para justificar lo que primero vos ya tenías como decidido.

—De lo que fuera, de una toma de partido frente a la realidad, de una sensibilidad, de una ideología. Pero como la realidad siempre es accesible en términos hermenéuticos, o sea interpretativos, siempre vas a encontrar la manera de justificar lo que sea. Mira, te doy un ejemplo de otro palo que a mí siempre me gusta llevarlo por ahí a otros géneros, el fútbol es lo mismo. Digamos, vos siempre vas a justificar viendo una acción si fue penal o no fue penal. O sea, incluso aunque le peguen un tiro en la frente adentro del área decís no, no, pudo ser una actuación, porque vos no querés que sea penal lo vas a justificar. O sea, no hay manera.

—O sea, no te preocupa la grieta, te parece que es una riqueza del debate democrático.

—Me parece que es una riqueza del debate democrático hasta que se utiliza la grieta para la supresión del otro. Muchas veces en nombre de querer terminar con la grieta se habla de un pluralismo formal donde solamente se invita a ser parte del debate a los que piensan como uno. Y en ese sentido entiendo que hay responsabilidades, por ejemplo el Estado tiene que ser garante de que todo el mundo tenga acceso a la palabra. en ese sentido me preocupa más cuando esto se da en el mundo público que en el mundo privado, después un medio de comunicación hace lo que quiere, no deja de ser una empresa, un medio de comunicación que decide en términos de la venta de publicidad que necesita. Es cierto que muchas veces hay muchos que se regodean hablando de pluralismo, democracia, venimos a terminar con la grieta, y no hacen otra cosa que seguir reproduciéndola, ¿no? En esta especie de auto engaño del que hablábamos antes o de post verdad.

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—Te bajo al barro bien barro, hagamos comparaciones. ¿Este gobierno te parece que viene a combatir la grieta o la profundiza como un instrumento de construcción política?

—Creo que depende del tiempo. Creo que en este momento la está profundizando como un modo de construcción política en aras a las elecciones de octubre donde de algún modo entiendo que se da cuenta que es el único modo que tiene de sumar electores. Digamos, ante la crisis de la gestión es evidente que la profundización de la grieta hoy todavía al gobierno le suma. Entonces lo duro si queres o lo impactante en términos de análisis es que gran parte de la campaña lo que vendió este gobierno fue terminar con la grieta, pero no solo no lo está haciendo, lo está utilizando exactamente para el motivo contrario.

—¿Cuál es el sentido de la vida?

—Asumir que no tiene sentido. Cuando te das cuenta que la existencia tiene que tener sentido o que necesitas buscarle un sentido o querés realizar ese sentido ya sos demasiado grande, cuando te das cuenta por dónde podría pasar ya sos demasiado grande para realizarlo y te queda poco ¿No? Digo, el problema del sentido de la vida es que la vida se acabe, porque si fuéramos inmortales no sé si sería una pregunta importante cuál es el sentido de la vida, nada, estarías ahí pululando.

—Compartiendo esta posición de que si uno pudiera a los 10 años darse cuenta que no tiene sentido la vida y que hay que buscarle un sentido cuál es. ¿Qué es, es el deseo? ¿Es la felicidad? ¿Qué es?

—Lo llevo a otro lado, al poder. Hay algo en el poder que se juega en todo lo que hacemos, entonces como la vida no tiene sentido muchos han aprovechado para venderte una farmacología filosófica que tranquilice tu existencia. Entonces vos compras sentidos, la religión, la política, el fútbol, el amor, la gran religión de nuestro tiempo.

—¿Farmacología filosófica?

—Es que es farmacológico porque tiene la intención de la farmacología que es tranquilizarte ¿No? Y no te olvides de algo peor, el fármaco, la palabra en griego, phármakon, significa tanto remedio como veneno. Porque lo que vos te inoculas para salvarte es al mismo tiempo lo que te está matando. O sea es terrible. Y cuando uno trata o cree en la verdad, la verdad es un gran fármaco, te tranquiliza por un lado pero como no existe al final te desespera.

— Te inquieta.

—Te inquieta.

—Incluso el amor.

—Sí, el amor es una gran religión. Vos fijate que los que de algún modo profesamos cierto ateísmo, por lo menos frente a las religiones institucionales, te regodeas de llamarte a vos mismo ateo y cuando te preguntan sobre el amor si crees en el amor decís sí obvio, y creo en el amor. ¿Y qué es el amor? Algo invisible y que está ahí, que te toma. Pero, explicalo. No, no se lo puedo explicar, pero te conmueve, le da un sentido a la existencia. Dios, o sea estás definiendo a Dios y a la fe pero en vez de hablar de Dios y de la fe hablas del amor. Fijate que esa relación que tenemos con el amor no es de feromonas u orgánico biológico sino es metafísica. Hay una metafísica siempre presente en la vida cotidiana para que la vida cobre un sentido frente a ese sinsentido originario que es que nacemos para morir. Digo, el problema es ese. Entonces como naces para morir…

—La única certeza, ¿no?

—Hasta ahí, ¿no? Y hasta ahí. Porque vos sabes que todo el mundo se muere, pero vos nunca vas a saber cuándo vos te mueras. Nadie es consciente de su propio morir, porque nada, te morís un segundo antes, no es que vos sabes. Vos sos consciente de que te vas a morir pero no cuándo te vas a morir, porque en el momento en el que sucede no sos consciente de un comino porque estás muerto. Entonces siempre queda, eso es una cagada, porque siempre queda un 0,5% de esperanza de que la cosa no pase. En realidad el amor es un temazo. Otra post verdad. Uno habla del amor en nombre del otro y lo que hace es utilizar al otro para su propio desarrollo. Pero te tenes que mentir a vos mismo, no asumirte un animalito feroz que lo que haces es, siguiendo con la metáfora del levante, es salir de caza En realidad el amor puede ser visto en esta dualidad, yo creo en un amor por entrega, yo creo que en el amor se pierde, no es económico el amor, no se gana, nadie gana en el amor. Si ganas no es amor, es negocio. Ahora, que lo disfraces de amor todo bien, pero fijate que están todas las categorías de la economía puestas en juego en el amor.

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