Le prohibieron la entrada a un boliche por "no tener un pelo femenino"

Una joven fue discriminada en un local bailable de Palermo

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Sábado 10 de diciembre. Palermo. Puerta del boliche Jannoy. Paula Cáceres esperaba en la fila. Aunque no solía ir a boliches que no fueran gays, esa noche había aceptado porque iba a festejar un cumpleaños. Y en eso estaba cuando un patovica la miró y le dijo a su amiga:

– No puede entrar con el pelo así.

– ¿Así cómo?

– Así, con la rasta. Tiene que tener un pelo más normal.

– ¿Cómo?

–  Así, largo, femenino, como vos.

Cáceres es de Tierra del Fuego, pero desde hace cinco años vive en la Ciudad de Buenos Aires, donde estudia ciencias políticas. Hoy radicó la denuncia en la Defensoría LGBT porteña, según informó la agencia Presentes, que entrevistó a la joven.

"No es que yo me crea la gran víctima ni nada de eso, sólo que está bueno ponerle un freno y que no siga pasando", dijo Cáceres, de 22 años.

En su momento, su amiga protestó, pero ella se quedó en silencio. "Yo me bloqueé. No pude decir nada. No quería que se armara quilombo porque sentía que estaba generando un obstáculo para mis amigos. Me sentía excluida por ser distinta. Sentía que ya había cumplido mi obligación de género por ir vestida como te suelen exigir en esos lugares, pero el pelo no me lo puedo cambiar. Si estoy rapada. ¿Qué voy a hacer? ¿Salir de peluca?", evaluó. "Es algo que es muy común que pase, pero no por eso deberíamos naturalizarlo", agregó.

El portal recordó que de acuerdo al Mapa de la Discriminación del Inadi, el 78% de los adolescentes sufrió una situación de discriminación en un boliche, debido a un error en la interpretación del "derecho de admisión".

"En la ley, el derecho de admisión solo puede utilizarse cuando esté en riesgo la seguridad de las personas, por portación de armas y otro tipo de delitos graves. Los boliches suelen comportarse como un particular privado cuando, en realidad, son espacios públicos", explicaron en el organismo.