Escena del crimen: una destacada perito contó cómo y quiénes trabajan en las investigaciones

La doctora Graciela Gonzalez, química e investigadora del Conicet, contó cómo es la tarea diaria de los investigadores criminales. Además reveló detalles de las investigaciones que se realizaron en las causas más resonantes de la Argentina

Compartir
Compartir articulo
Graciela Gónzalez (Conicet) en los estudios de Infobae reveló detalles de las investigaciones del atentado a la AMIA y del cacerolazo por la crisis del 2001.
Graciela Gónzalez (Conicet) en los estudios de Infobae reveló detalles de las investigaciones del atentado a la AMIA y del cacerolazo por la crisis del 2001.

Graciela González es doctora en Química, fue una de las tres primeras mujeres en ingresar a Gendarmería —fue parte de la Policía Científica— y actualmente dicta el curso Análisis Químico en Criminalística en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UBA) desde el que pretende conjugar los conocimientos y especificidades de las distintas áreas de las ciencias en beneficio de las investigaciones criminales. En los estudios de Infobae contó de qué se trata el programa que dicta, recordó cómo fueron las investigaciones del atentado a la AMIA y del cacerolazo del 19 y 20 diciembre de 2001 que ocasionó la caída del gobierno de Fernando de la Rúa, de las que formó parte y reveló cuál es el trabajo de los peritos e investigadores desde que llegan al lugar del hecho para que aportan datos para resolver la causa.

-Cómo trabaja el Conicet en materia Criminalista y cuál es el objetivo del curso que dicta
El Conicet lanzó un programa de Ciencia y Justicia para vincular la parte académica con el quehacer de la Justicia. Desde la formación de profesionales, por ejemplo, hoy alguien que se recibe de Licenciado en Química no tiene en su formación nada que lo vincule a lo que son los análisis forenses. Si bien la base es la misma y un químico que ha hecho Analítica puede trabajar en Forense, va a necesitar un entrenamiento similar al que recibí en Gendarmería. Por ejemplo, como química sé cómo tomar muestras para el tipo de análisis que voy a hacer, pero también tengo que aprender cómo lo voy a hacer para no estropear la muestra que va dirigida a otro tipo de análisis. Entonces hay que aprender a trabajar en conjunto, desde distintas disciplinas y desde lo que cada uno tiene para aportar, pero buscando el mismo objetivo. De nada sirve si entro a la escena con un ambo, zapatos de tela para no contaminar la escena y el personal del Juzgado que acompaña entra sin ningún tipo de protección. Después hay que ver si se contaminó o no… Todos tenemos que hacer un esfuerzo de entrenarnos.

El objetivo del curso es vincular a personas que parecieran ser de mundos desconectados y empezar a relacionarlos. Con objetivos similares se dicta un curso de Análisis Químico en Criminalística de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA. Para armar este tipo de protocolos hay que trabajar juntos, hay que aprender a trabajar en grupo.

En Gendarmería manejaba el microscopio electrónico forense (único de su tipo en el país) en casos de balística. La primera investigación que le tocó el levantamiento popular de diciembre de 2001.
En Gendarmería manejaba el microscopio electrónico forense (único de su tipo en el país) en casos de balística. La primera investigación que le tocó el levantamiento popular de diciembre de 2001.

-Quiénes son las actores que tienen que estar en la escena del crimen o accidente
Siempre la primera respuesta es de Bomberos o Policía. El que recibe el aviso muchas veces no sabe bien qué pasa. Ahí hay distintas figuras: si se sospecha que hay una persona que está accidentada, hay que socorrerla, eso es prioritario. Otro caso es si hay un riesgo inminente porque se sospecha que hay un artefacto explosivo o un incendio… Cada escena es diferente, pero el que recibe el primer aviso es Policía o Bomberos y ellos encuadran la situación. Son los que tienen que tener el primer entrenamiento… Lo ideal es que quede un registro fotográfico, fílmico de todo lo que pasa en la escena, entonces después se puede saber si hay algún lugar donde pudo haber una contaminación. Hay situaciones que escapan a todo control como los accidentes graves, en ese caso la prioridad está en la atención a las víctimas. Ahí lo que tiene que ver con resguardar pruebas pasa a segundo plano.

-¿Cómo fue la investigación de la que participó por la causa del atentado a la Amia?
La causa Amia llega a Gendarmería varios años después. Es curioso que esa causa todavía no se cerró… Tengo alumnos que tienen la edad de la causa Amia. Es terrible cuando uno lo ve en esa perspectiva: en el tiempo que se formó un profesional no pudimos resolver una causa tan importante… El peritaje que se hizo en aquel momento fue sobre las chapas que se habían recolectado en la escena para ver si se las podía relacionar con algún vehículo o con el material explosivo, ese fue el objeto de la pericia. En tantos años se debería haber podido, al menos, definir las cosas técnicas, la que depende de un análisis, en mi opinión. En eso es en lo que no podemos estar fallando. Está la tecnología, están los profesionales… Eso es lo que me hace mucho ruido en este tipo de causas… La parte que involucra análisis, la parte más objetiva se debería definir en plazos muchos más cortos.

-¿Y respecto a las investigaciones de los incidentes de diciembre de 2001?
Las pruebas nos fueron llegando en etapas, la causa se fue desdoblando. Se examinó la escena y se vio si había lugares con puntos de posible impacto. La idea era determinar si esos impactos eran de un proyectil de arma de fuego y, en base a los restos, identificar si eran de munición de plomo o de goma… Cuando un proyectil de plomo o encamisado impacta sobre una superficie en general deja esquirlas, si la atraviesa deja esquirlas o fragmentos. Eso se puede analizar tranquilamente con un microscopio de barrido electrónico con detectores adecuados. Un proyectil no rebota como un reflejo de luz, entonces, analizando correctamente posiciones de supuestos tiradores, de victimas y rebotes te permite definir la trayectoria. Por ejemplo, unir si el disparo impactó directamente o fue producto de un rebote.

-¿Cómo es el trabajo que se realiza en el laboratorio químico?
Hay dos formas, en general. Una es donde te convocan desde el Juzgado y plantean la situación pericial que tienen y asesoras sobre qué se puede hacer o no y dónde. Otra es que directamente el Juzgado envía las muestras con los puntos periciales al laboratorio y sobre eso se trabaja respetando solamente sus pedidos de peritajes.

-Se escuchó hablar mucho del Luminol ¿qué es?
El luminol es un compuesto químico que tiene la capacidad, frente al hierro de la hemoglobina y otros cationes de metales, de emitir luminiscencia en una determinada longitud de onda y en la oscuridad uno puede ver esa reacción química. Se ve una luminiscencia de color azul. Es una prueba de orientación que indica que puede haber sangre en ese lugar…  Si la mancha se ve directamente no tiene sentido utilizarlo ya que es sólo una reacción de orientación, luego hay que confirmar. Antes se empleaban inmunoensayos para ver si correspondía a sangre. Hoy se prefiere no consumir muestra y pasar directamente a pruebas de ADN.

-Hubo algunos casos policiales que no pudieron ser resueltos porque la escena fue contaminada, según se dijo, y porque no había pruebas que orienten la investigación. ¿Cómo se contamina la escena?
Cuando es un hecho reciente y simplemente se estropeó porque se manejó mal la escena no se puede recuperar en el laboratorio y si pasa es porque el personal no recibió el entrenamiento adecuado aunque muchas veces es por el afán de hacer… No podes ir a tomar muestras de un episodio con arma de fuego si llevas tu arma reglamentaria, el cargador con municiones, la ropa con la que capaz hiciste práctica de tiro porque son partículas. Hoy las técnicas de análisis son tan sensibles que requiere también mucho cuidado en la toma de muestras. Hasta no hace mucho tiempo para determinar si una persona había accionado o no un arma de fuego se hacía un guante de parafina… Esta prueba tenía muchas interferencias con sustancias que reaccionaban igual que si hubiera habido un disparo con arma de fuego. Esas eran pruebas muy cuestionables, en cambio hoy las técnicas no dan lugar a dudas en el resultado si la muestra se tomó y si se analizó bien. También hay que analizar el tipo de munición y ver si la muestra tiene los componentes que se encontraron.

-¿Siempre que se dispara quedan restos de pólvora en las manos?
Si. La persona que dispara va a tener rastros en sus manos. No son eternos, son partículas que se van cayendo si la persona se lava las manos se pierde, si mete las manos en los bolsillos se pierde, entonces se analizan las ropas también. Hablo de una persona que está detenida desde los sucesos, pero si la policía lo detiene 10 horas después del hecho, no tiene ningún sentido hacer un dermotest.

-O sea que si una persona se suicida de un disparo quedarán en el cuerpo restos de pólvora…
Creo que siempre en los casos de suicidio, o que se lo sospecha, el análisis químico tiene bastante peso porque si una persona se pega un disparo no se va a lavar las manos después, no se va a hacer ninguna actividad que destruya los restos del disparo. Uno esperaría que el análisis químico sea concluyente.

-Como considera que debería funcionar los aparatos de investigación y justicia?
Todo esto tiene que funcionar globalmente y que así sea parte de la formación. El personal de laboratorio tiene que poder formar al personal que toma muestras y tiene que haber una comunicación, decir 'Estoy siguiendo un protocolo, pero hay algo que no está como marca el protocolo para poder tomar la muestra'. Entonces de debería poder llamar al responsable del laboratorio y decir que se está ante una situación es anómala.

LEA MÁS: Caso Matias Gandolfo: en un juicio vergonzoso, el único acusado fue absuelto por "pruebas insuficientes"