Le prestó su vientre a una pareja amiga: "Desde el principio sentí que no era hija mía"

El caso de Flavia (41) es el segundo de maternidad subrogada del país. Ella gestó el embrión de Ana y Leonardo y en 2014 dio a luz a Alma. “Le cumplí el sueño a una familia”, explicó

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“Pude hacer feliz a una familia”, contó Flavia.
“Pude hacer feliz a una familia”, contó Flavia.

Desde el principio sintió que no era hija suya. Flavia (41), separada y madre de dos hijas, entiende lo que es el deseo de tener un hijo. Por eso, cuando conoció a Ana –quien perdió el útero en su primer embarazo- no dudó en ofrecerle el suyo para "cumplir el sueño de esa familia" que era tener un segundo bebé. "Desde el primer momento sentí que no era hija mía", explicó en Clarín la mujer que cedió su cuerpo para que durante nueve meses se gestara Alma, la bebé que alegró las vidas de Leonardo y Ana.

Todo arrancó cuando Flavia conoció a Ana en el trabajo y a medida que fueron forjando una amistad, comenzaron a tenerse más confianza. "Me contó de sus ganas de ser mamá de nuevo. Me conmovió su deseo y también el de su hijo Santiago que cada Navidad pedía un hermanito. Sé lo que significa tener un hijo y lo hermoso que es tener un hermano", contó la mujer. La pareja había intentado alquilar un vientre en el exterior y adoptar pero la burocracia les complicó la posibilidad.

"Me contó todo lo que habían intentado, de la posibilidad de adoptar y hasta de alquilar un vientre en el exterior. Un día le dije desde el corazón ´podríamos probar´ y así fue, sin ningún tipo de presión", precisó en Clarín.

Fue así que las partes, incluso la clínica Halitus, firmaron un acuerdo en el que Flavia recibiría cobertura médica, económica y seguro de vida durante todo el embarazo. La mujer detalló que cuando el test de embarazo le dio positivo, inmediatamente llamó a Ana: "No podíamos parar de llorar" de la emoción.

En tanto, las hijas de Flavia sabían la verdad de la situación y hasta lo contaban en el colegio. De hecho reveló que una mamá la llamó por teléfono con cierta preocupación para consultarle si era verdad que estaba gestando un hijo que no era suyo. Con total naturalidad, Flavia le contestó que sí, le relató la historia y hasta la informó sobre el tema.

"Algunos me transmitían preocupación porque me encariñara con la beba y pudiera sufrir. Estaba, y sigo, feliz porque veo la felicidad de Ana y su familia". Alma nació en 2014 por cesárea y todo salió perfecto. Desde ese momento, las vidas de Ana y Leonardo cambiaron para siempre y Flavia reconoció que tendrá con la beba "una relación forever".