Peter Pan superó el centenar de años de existencia. Creado en 1904 por el escritor escocés James Matthew Barrie, en su obra de teatro Peter Pan y Wendy, el personaje de ficción traspasó las barreras del tiempo y aún hoy, 113 años después, se presta para discusión. Aunque no precisamente por el poder de su eterna juventud, su característica saliente, sino por adelantarse al estudio de la neurociencia.
Tal osada hipótesis propone Rosalind Ridley, neuropsicóloga de la Universidad de Cambridge, que se encontró con los originales de Peter Pan hace sólo un puñado de años y, a partir de allí, se maravilló por los conceptos sobre la mente humana y la forma en la que se desarrolla la niñez que encontró.
De acuerdo a Ridley, que publicó en un artículo en la web de la prestigiosa universidad, Peter Pan es mucho más que un simple personaje de ficción con capacidades sobrehumanas como volar. Por ejemplo, en uno de los capítulos se lee:
“La señora Darling oyó hablar de Peter por primera vez cuando estaba ordenando la mente de sus hijos. Toda buena madre tiene la costumbre de rebuscar en la mente de sus hijos, cuando éstos ya se han dormido, para volver a colocar en su sitio las cosas que se han desperdigado durante el día… Cuando se despiertan en la mañana, las travesuras y maldades de la noche anterior están dobladas cuidadosamente y colocadas en el fondo de sus mentes y, en la parte de arriba, bien aireados y extendidos, están sus pensamientos más bonitos, listos para ser usados”.
La neuropsicóloga aseguró a BBC que tal extracto "insinúa una sagaz comprensión del rol del sueño en el mantenimiento de la memoria". La hipótesis del valor del sueño en el cerebro humano apenas era planteado a fines del siglo XIX y ahora tomó fuerte consideración científica.
Las personas, cuando duermen, experimentan pasos de señales eléctricas de baja frecuencia entre el hipocampo -el área clave de la memoria- y la neocorteza, en donde se atesoran los recuerdos a largo plazo. "A medida que archiva los recuerdos, el cerebro parece integrar nuestras memorias más recientes con registros de acontecimientos más lejanos, forjando una historia coherente de nuestras vidas", explicó el periodista David Robson, tomando como referencia a Ridley.
Ridley, en su artículo, comentó que Barrie -el creador de Peter Pan- solía relacionarse con personajes influyentes de la psicología de la época, como William Jones, pionero en el estudio del comportamiento humano. Tales contactos le permitieron a Berrie enriquecer su conocimiento, aunque él se encargó de "embellecer las teorías y ofrecer nuevas percepciones completamente propias", según la neuropsicóloga.
Barrie también hizo gala de su predictibilidad cuando escribió: "Cuando se juega en ella durante el día con las sillas y el mantel, no da ningún miedo, pero en los dos minutos antes de quedarse uno dormido se hace casi realidad". Allí, Ridley explicó que el autor escocés se refiere a la transición entre la vigilia y el sueño.
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