Osvaldo Guthux, el misterioso nombre detrás de los negocios de Lázaro Báez

Un entrevero. Quizá el nombre del campo elegido en Uruguay por Lázaro Báez para lavar dinero no fue antojadizo. Aquellos que participaron de esa operación por 14 millones de dólares están complicados -muy- en la Justicia Federal: Báez, detenido; Leonardo Fariña, se acogió a la figura del arrepentido luego de dos años en prisión y el contador Daniel Peréz Gadin, también detenido.

Un Uruguay se sancionó por más de 200 mi dólares al escribano Eduardo Pittaluga Shaw y el agente inmobiliario Alejandro Perazzo, que formaron parte y le dieron "legalidad" a la operación. En pocas palabras, el Ministerio de Economía y Finanzas de Uruguay (MEF) consideró que ambos profesionales no fueron cuidadosos a la hora de llevar adelante la transacción considerando que los montos y las operaciones eran "sospechosas". A todos ellos, a toda esta lista, le falta un nombre: Oscar Osvaldo Guthux.

Guthux es cultor del perfil bajo. No tuvo otra alternativa. Su nombre apareció por primera vez cuando Federico Elaskar, uno de los primeros en denunciar la Ruta del Dinero K, señaló a Guthux como soldado de Daniel Perez Gadín. Según Elaskar, fue este hombre de 59 años quién lo "presionó" en nombre de Gadín para que venda SGI, fu financiera que después fue utilizada como pantalla para los negocios de Báez. Pasó de largo.

En Santa Cruz nadie puede ubicarlo. El nombre apenas suena, pero es uno que formó parte del círculo íntimo de Báez quién lo identifica: "Era un prestanombre de Gadín. Firmaba balances pero no mucho más que eso. Tampoco estuvo tanto tiempo. No era de nuestro entorno", explicó a Infobae un amigo -de los pocos que quedan- de Báez.

Guthux llegó a presentarse por un tiempo como Gerente financiero de Valle Mitre SA, la empresa de Báez que administraba los hoteles de la familia Kirchner, hasta que estos quedaron en mano de Osvaldo Sanfelicce y sus ramificaciones con el empresario del juego, Cristóbal López.

Valle Mitre gerenciaba no solo de los complejos hoteleros, sino que también funcionaba como rentadora de algunas propiedades de los Kirchner.

Según el juez federal Sebastián Casanello, en el fallo que resolvió la prisión de Báez y Gadín, este último declaró que "a principios del año 2.009 Oscar Guthux y Pascual Pepe se reincorporaron parcialmente a su equipo de trabajo y, entre enero y octubre del año siguiente (2.010), Guthux asumió como Gerente de Administración y Finanzas del hotel 'Alto Calafate', trasladando su estudio contable al mismo edificio en el cual operaba OACI S.A., razón por la cual compartieron tareas con algunos clientes en particular. Aclaró que, para esa época, entre los clientes de OACI S.A. se encontraba Austral Construcciones. Que luego de haberse mudado ambas partes (OACI S.A. y el estudio contable de Guthux) a Puerto Madero, presentó a su colega en S.G.I. ya que OACI se encontraba efectuando labores de consultoría en la financiera". OACI es Organización y Consultoría Internacional SA, la financiera que en 1999 fundaron Gadín y Guthux, en los que quedaron establecidos como presidente y director suplente junto a Pascual Adolfo Pepe, mencionado por el propio Gadín en sede judicial.

La declaración del contador ahora detenido, que pasó desapercibida, no lo es tanto: el ex hombre de los números de Báez responsabiliza a Guthux de la mudanza que se dio en el piso de La Rosadita entre las oficinas de Gadín y SGI, horas antes de un allanamiento, pero aclara algo "trasladaron las cajas que contenían la documentación de sus clientes desde la oficina B al subsuelo del edificio, negando que su colega -Guthux- haya ingresado a la oficina C ocupada por la financiera (SGI Argentina S.A.)". Todos esos movimientos fueron registrados por cámaras de seguridad. Algunos colocan a Guthux en la mesa de La Rosadita, también contando dinero, pero la calidad de las imágenes apenas permite identificar a los ya conocidos.

El misterioso Guthux solo recibió un sueldo en relación de dependencia de la empresa D-Diseño SRL, una sociedad que el mismo formó en 2008 pero lo tuvo de empleado entre septiembre de 2013 y agosto de 2014 y figura como deudor de las entidades bancarias City y Santander Río.

Antes de eso, a Ghutux le tocó hacer el trabajo sucio en Uruguay. En febrero de 2011, cuando ya tenía su paso por el manejo de los libros contables de Valle Mitre, Guthux desembarcó en Traline, una off shore en la que en junio de 2011, asume como presidente. En ese cargo del directorio, ejecuta una decisión clave, firma la cesión del compromiso de compra y venta por 14 millones de dólares del campo el Entrevero a otra offshore: la sociedad Jumey SA, quien se queda con la titularidad del campo.

Según público Clarín en su momento, Jumey utilizó al Banco Santander Rio de Uruguay y a Prival Bank de Bahamas para mover casi dos millones de dólares que formaron parte de la transacción por El entrevero, hoy embargado por la Justicia uruguaya por el delito de lavado de dinero. De esa operación se encargó Guthux.