El detrás de escena del banquete de gala de los reyes de España para agasajar a Macri y Awada

La cena para 120 invitados en el Palacio Real se movió entre el protocolo y la novedad de funcionarios y empresarios

Compartir
Compartir articulo
El rey Felipe y la reina Letizia (de espaldas) al inicio de la cena de gala ofrecida al presidente de la Argentina, Mauricio Macri (de espaldas) y su esposa, Juliana Awada. EFE/Chema Moya
El rey Felipe y la reina Letizia (de espaldas) al inicio de la cena de gala ofrecida al presidente de la Argentina, Mauricio Macri (de espaldas) y su esposa, Juliana Awada. EFE/Chema Moya

Madrid. Enviada especial. Tito no está en España. No es funcionario argentino ni español. Pero antes de que el presidente Mauricio Macri llegara a la ciudad en el marco de la visita de Estado de tres días, tenía una gran responsabilidad: confeccionar el frac que el mandatario usó en la cena de gala de los reyes para agasajarlo junto su esposa Juliana Awada.

El frac de Macri no fue una elección personal: el protocolo indica esa vestimenta para todos los hombres que estén invitados a la cena de estilo imperial, y que se sentarán a la mesa más larga de Europa.

Con todo el lujo que este tipo de eventos requiere, los 120 invitados entraron en autos negros por el portón del Palacio Real y recorrieron la Plaza de Armas, donde horas antes Felipe VI y Letizia habían recibido a Macri y Awada. Ellos llegaron en un Rolls Royce, el vehículo con el que se mueven por Madrid.

Antes de que el duelo de estilo entre Letizia y Awada se mostrara al público, los cuatro protagonistas de la noche tuvieron una reunión privada en una sala del primer piso del Palacio. Luego entraron al Salón del Trono, donde saludaron a los invitados. No fue un saludo general. Cada uno era presentado por micrófono y extendía su mano en un saludo a los reyes, a Macri y a Awada.

La escalera que conduce a la primera planta del Palacio Real, donde se ofreció la cena de gala.
La escalera que conduce a la primera planta del Palacio Real, donde se ofreció la cena de gala.

El chef Oscar Velasco, dos estrellas Michelin con su restaurante Santceloni, fue el encargado de diseñar el menú de la cena: comenzaron con sopa de champiñones, puerros y huevos de codorniz, siguieron con un lomo de bacalao al horno, con tomate, papa canaria, pimiento rojo y sésamo, y cerraron con un mousse de chocolate.

El detrás de escena para servir a una centena de invitados es todo un desafío. Un total de 21 camareros llevan los platos que previamente son armados en mesas con mantel blanco dispuestas en la galería. Nada está a la simple vista, los biombos forman una especie de muro para los que circulan por allí.

Fracs de aquí y de allá

Del lado argentino, el desfile de fracs estuvo a la orden del día, ya que la única mujer fue la canciller Susana Malcorra. Algunos alquilaron el traje en Buenos Aires, otros en Madrid, donde en una hora lo tenían listo y a la medida. Los menos ansiosos ganaron y se ahorraron unos pesos: alquilar un frac en la ciudad cuesta entre 75 y 120 euros (hasta 2.000 pesos), según la calidad. En Buenos Aires algunos llegaron a pagar $15.000, hasta cinco veces más.

Los ministros Jorge Triaca (Trabajo), Francisco Cabrera (Producción), Pablo Avelluto (Cultura) y Andrés Ibarra (Modernización) fueron invitados como parte de la comitiva chica que acompaña al Presidente.

El grupo de funcionarios argentinos invitados por el Gobierno al banquete en el Palacio Real en Madrid.
El grupo de funcionarios argentinos invitados por el Gobierno al banquete en el Palacio Real en Madrid.

El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, también fue invitado a la cena, los diputados Emilio Monzón y Pablo Tonelli dijeron presente, como así también el senador radical Luis Naidenoff. Los sindicalistas Momo Venegas (UATRE) y Guillermo Pereyra (Petroleros) no se perdieron el evento.

La lista de empresarios fue acotada. Alejandro Bulgheroni (Bridas), Luis Betnaza (Techint), Alejandro Macfarlane (Edelap) y Sergio Nardelli (Vicentin) se ubicaron al lado de los funcionarios.

La invitada que nadie había revelado hasta que llegó al Salón de Trono fue la cantante Tini Stoessel, quien prefirió no acercarse a la prensa y se quedó con un grupo de empresarios argentinos. La artista rompió el protocolo, ya que saludó al Presidente con un beso en la mejilla.

La ubicación de cada uno en la mesa no es casual. Felipe VI se sienta enfrente de Letizia, con la primera dama argentina a su lado. Macri de frente al rey, con la reina a su lado.

Los invitados recibían una invitación oficial de la Casa Real con su ubicación.
Los invitados recibían una invitación oficial de la Casa Real con su ubicación.

La importancia del invitado luego marca la cercanía o lejanía con respecto a los cuatro protagonistas. Un funcionario argentino se puso contento al mirar en su invitación que estaría a pocas sillas del rey, para sentarse lo más cerca posible del poder Real.

LEA MÁS: