Otra voz disidente en Cambiemos: a qué juega Emilio Monzó

El presidente de la Cámara de Diputados pateó la mesa política del oficialismo al asegurar: “No sé si Cambiemos va a perdurar”. Desde el Ejecutivo tuvieron que juntar los platos rotos

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El presidente de Diputados, Emilio Monzó (Adrián Escandar)
El presidente de Diputados, Emilio Monzó (Adrián Escandar)

Durante la apretada agenda de campaña presidencial, entre viajes al interior y las reuniones exprés para cooptar voluntades políticas, un dirigente muy cercano al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, solía plantear ante los periodistas que lo quisieran escuchar dos definiciones que el tiempo tal vez catalogue como premonitorias: que -en caso de ganar las elecciones- el primer Gabinete de Cambiemos iba a ser un conjunto de fusibles con un año de vida y que iba a ser necesario sumar más y mejor peronismo.

Pasó un año. Monzó no es Ministro del Interior, el puesto al que aspiraba en aquellos agitados días de septiembre u octubre de 2015. De origen peronista, tenía la experiencia de articular acuerdos con el radicalismo (la convención de Gualeguaychú de la mano de Ernesto Sanz, y su aporte en el éxito electoral, fue su trampolín definitivo a la estima de la mesa chica del Pro) y nunca dejó de dialogar con dirigentes del PJ. Pero accedió al pedido de Mauricio Macri para comandar una Cámara adversa y con ganas de abandonar la letanía parlamentria que impuso durante años el kirchnerismo.

Ahí se autoadjudicó algunas victorias: el acuerdo con los holdouts y la salida del cepo, y la denominada ley de reparación histórica para los jubilados, que tuvo anexada el blanqueo fiscal, entre otras. Junto con Rogelio Frigerio, es interlocutor válido con gobernadores, diputados y senadores. Incluso por encima de la vicepresidenta y titular del Senado, Gabriela Michetti. Su plusvalor. Pero no logró torcer el túnel hacia el precipicio que tuvo la Reforma Política en la Cámara Alta por los gobernadores del PJ, y sufrió las desinteligencias del Ejecutivo en tema Ganancias.

Florencio Randazzo, ¿en el radar de Cambiemos? (NA)
Florencio Randazzo, ¿en el radar de Cambiemos? (NA)

El diputado, durante toda la semana, pateó la mesa política de Cambiemos. Entre otros conceptos, planteó: "No sé si Cambiemos es lo que va a perdurar. El espacio de Cambiemos se consolida como espacio de gestión, pero no como espacio político". Hay más. "La política empieza a ser líquida y todo es transversal. El peronismo tiene dirigentes impresionantes que hay que invitar al poder: Omar Perotti, Florencio Randazzo, Julián Domínguez, Diego Bossio, Gabriel Katopodis o Juan Manuel Urtubey". También dijo que asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba está "sobrevalorado". Y desde el oficialismo tuvieron que juntar los platos rotos.

Lo que no dice Monzó: la necesidad del Gobierno de aprovechar el todavía poco desgaste político y acentuar la dispersión del peronismo.

Pero lo que dijo Monzó de manera pública lo defiende puertas adentro desde hace meses. En un off reciente con un grupo de periodistas manifestó su simpatía con el peronismo y criticó la metodología PRO de realizar "timbreos". Pero lo que retumbó en Casa Rosada fue lo que ventiló con la puerta abierta. Como Elisa Carrió, el diputado no se alinea al discurso que de manera prolija confecciona el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Y todo lo que no se puede controlar es peligroso. Eso le generó, ahora también, varios detractores .

"No son algo nuevo sus diferencias con Jaime, a diferencia de Marcos, con quien ha logrado un equilibrio. El entiende que hay que ir a un espacio donde se sumen más dirigentes del peronismo, lo que dará un esquema distinto al frente, aunque eso no implica cambiar el nombre", aseguró a Infobae un allegado a Monzó.

Rápido de reflejos, Peña salió el cruce: "Lo hablé con él. Tiene absolutamente claro y viene trabajando en el futuro de Cambiemos, que es uno de los proyectos políticos más exitosos que se hicieron en las últimos años". "La idea de sumar dirigentes es un debate que está permanente abierto, es algo que le hace bien al sistema político. Vamos a seguir creciendo, de ahí la expectativa de que se piense en sumar a alguien, pero que yo sepa Randazzo no ha llamado para sumarse a Cambiemos", agregó en declaraciones radiales.

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Marcos Peña minimizó las declaraciones de Monzó (Adrián Escandar)
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En tanto, el presidente del bloque PRO, Nicolas Massot, cercano al diputado, redobló la apuesta: "Cambiemos es una realidad institucional más que una realidad política territorial. No se trata de poner en duda Cambiemos, sino afirmar la necesidad de que se amplíe, algo que comparte en gran parte del Gobierno y el oficialismo. Emilio sostiene eso. Hay  que darle más importancia a la construcción territorial de la que se ha dado hasta ahora. Los partidos han perdido identidad y es importante rescatar a los mejores dirigentes de cada fuerza, inclusive del peronismo, para consolidar un espacio de poder en la Argentina".

“Cambiemos tiene un mandato de la sociedad que hay que cuidar, sumar por sumar no es el camino, ni invitar a (Omar) Perotti o a Randazzo, ellos trabajaron para que el presidente sea (Daniel) Scioli”, dijo José Corral, presidente del radicalismo

Según fuentes parlamentarias y de Casa Rosada, esta movida tiene dos explicaciones. Primero, la lectura de que hay que aprovechar la todavía falta de desgaste en el poder para sellar acuerdos estratégicos con dirigentes que hoy aparecen sueltos, dispersos en la constelación peronista. A la inversa, hay que evitar que otro eje de tracción los reúna y se transformen en un problema.

Mauricio Macri y Sergio Massa, juntos en Davos
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La segunda explicación tiene que ver con la posición actual de Monzó. Relegado de las decisiones de campaña (sobre todo en el estratégico terreno de la provincia de Buenos Aires) por sus diferencias políticas con Maria Eugenia Vidal y sus principales colaboradores, plantea una batalla en la que  se siente como el único capacitado en llevar adelante. Hace un par de años quiso reeditar el acuerdo político que en el 2013 realizaron Sergio Massa y Mauricio Macri (la propuesta ubicaba al de Tigre como candidato a gobernador), pero no tuvo éxito. En la ultima campaña chocó, además, con Edgardo Cenzón, el hombre de confianza que el propio Macri había designado para controlar los gastos.

¿Aceptará la dirigencia del radicalismo este planteo? "Cambiemos tiene un mandato de la sociedad que hay que cuidar, sumar por sumar no es el camino, ni invitar a (Omar) Perotti o a Randazzo, ellos trabajaron para que el presidente sea (Daniel) Scioli", recordó el presidente de la UCR, José Corral.

Todavía el socio fundacional Ernesto Sanz no se pronunció al respecto. Como termómetro alcanza con analizar el territorio bonaerense: un grupo de dirigentes, encabezados por Ricardo Alfonsín (uno de los que siempre se opuso a integrar Cambiemos), cuestionó que al gobierno de Vidal se sumen peronistas. De lado de Carrio prefieren la cautela. Esto recién empieza.