Apretado por los tiempos parlamentarios, el Gobierno posterga el debate por el financiamiento de la política

La demora en el tratamiento de la reforma política obligó al Ejecutivo a aplazar la discusión por los aportes de campaña. El borrador del oficialismo

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El presidente y sus funcionarios más cercanos
El presidente y sus funcionarios más cercanos

El cronograma parlamentario fuerza al oficialismo a trastocar los planes. Con la reforma política a la espera del tratamiento en el Senado -ya obtuvo media sanción en Diputados-, y tras la postergación de esta tarde en relación al proyecto de modificación del Ministerio Público Fiscal, cuya sesión de mañana tuvo que ser aplazada después del cimbronazo propinado ayer por Elisa Carrió, el Gobierno decidió postergar el debate por la modificación de la ley de financiamiento de los partidos políticos, clave de cara a las elecciones legislativas del próximo año.

Así lo confirmaron a Infobae fuentes oficiales, que explicaron que la postergación del envío del proyecto de ley vinculado a la financiación de las campañas se debe a la demora en el debate y el tratamiento de la ley de reforma electoral y política, con la cual la Casa Rosada busca implementar, entre otras reformas, la Boleta Única Electrónica, criticada por un sector de la oposición. La reforma política obtuvo media sanción la semana pasada, y de acuerdo al calendario parlamentario, el Gobierno buscaría consagrarla definitivamente en la Cámara alta recién a fin del mes que viene. "El debate con el resto de los partidos por el financiamiento sigue, pero preferimos postergarlo para no entorpecer la discusión en torno a la reforma electoral", aseguraron a este medio desde el oficialismo.

En principio, la Casa Rosada tenía previsto enviar el proyecto de financiamiento en conjunto con la ley de Gestión de Intereses, con la que el macrismo busca sincerar el lobby empresario en los poderes Ejecutivo y Legislativo. Pero la demora en el tratamiento de la reforma política cambió la hoja de ruta. El oficialismo recién enviaría la modificación de la financiación política el año entrante, al filo de la campaña.

De todos modos, en el seno del Gobierno todavía discuten el borrador que volvería a introducir los aportes mixtos en las campañas. Es decir que las empresas volverían a tener la posibilidad de donar en épocas electorales, una facultad que las empresas perdieron tras la última reforma del 2009. En ese sentido, el borrador que circula por algunos de los despachos de la Casa Rosada -José Torello, asesor presidencial y apoderado del PRO, y Adrián Pérez, secretario de Asuntos Públicos del Ministerio del Interior, trabajan en dicho documento- fija porcentajes para dichas donaciones, regula la publicidad en vía pública e instrumenta mayores controles a la divulgación de la gestión por parte del Poder Ejecutivo en campaña. Además, introduciría un control online de los ingresos y egresos de los partidos y abriría la posibilidad de abrir cuentas bancarias en entidades privadas. La normativa vigente obliga a los partidos a canalizar sus operaciones solo en la banca pública.

En esa línea, el Gobierno buscaría una bancarización total de los aportes. Al igual que el resto de los partidos, la campaña presidencial de Mauricio Macri estuvo atravesada el año pasado por una serie de irregularidades que todavía son investigadas por la Justicia. El proyecto de modificación del financiamiento partidario busca sincerar el sistema de recaudación en torno a la política.