Las tareas que los empresarios pyme no deben delegar

Es mucho más cómodo dedicarse a cuestiones operativas que son conocidas y pese a renegar porque “nadie puede hacerlas mejor que yo” siguen siendo cuestiones que puede hacer cualquier persona capacitada con un método claro

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Los empresarios pyme muchas veces no disponen del tiempo para pensar en estas cuestiones ya que suelen ocupar funciones operativas y no tienen tiempo para las cuestiones estratégicas (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los empresarios pyme muchas veces no disponen del tiempo para pensar en estas cuestiones ya que suelen ocupar funciones operativas y no tienen tiempo para las cuestiones estratégicas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Siempre se habla de las tareas que hay que delegar, pero pocas veces se habla de las tareas que no hay que delegar.

Las decisiones y tareas estratégicas no son delegables en una pyme.

En la toma de decisiones estratégicas de una empresa, decidir un curso de acción nuevo tiene tanta importancia como decidir continuar con el actual, es decir, no cambiar o no hacer ciertas cosas necesarias es una decisión. Los empresarios pyme muchas veces no disponen del tiempo para pensar en estas cuestiones ya que suelen ocupar funciones operativas y no tienen tiempo para las cuestiones estratégicas. Esta situación deja desprotegida a una empresa frente al mercado.

Permanecer o crecer en un mercado competitivo requiere tareas estratégicas que no pueden delegarse en una pyme, algunos ejemplos de estas tareas son:

  1. Planificación de producto acorde a las nuevas necesidades del mercado.
  2. Evaluación de la competencia y respuestas.
  3. Definición de la propuesta de valor diferencial de la empresa y puesta en práctica.
  4. Evaluación de la experiencia del cliente y ajustes en los procesos para mejorarla.
  5. Análisis permanente de rentabilidad por líneas de productos o negocios.
  6. Resolución de problemas recurrentes de los procesos.
  7. Establecimiento una cultura libre de excusas y orientada a resolver problemas.
  8. Implementación de una visión clara que todas las personas conozcan y operen.
  9. Puesta en marcha de una estrategia para el año, bajada a nivel de detalle de planes de acción en cascada para cada persona en la empresa.
  10. Análisis de inversiones en publicidad, infraestructura, desarrollo de producto y/o recursos humanos.
  11. Evaluación de nuevos canales de venta y nuevas estrategias de marketing.
  12. Desarrollo de los líderes en la empresa para que sean una mejor versión de sí mismos.
  13. Re estructuración del organigrama y ajustes de funciones necesarios.
  14. Gestión de riesgos.
  15. Planificación impositiva.
  16. Evaluación de la estructura de capital humano actual y sus modificaciones.
  17. Desarrollo de las personas en nuevas competencias.
  18. Incorporación y adopción de tecnología para acelerar los procesos.
  19. Innovación, ver que hacen empresas similares en otros países.

¿Cuántos dueños de las empresas pymes tienen tiempo de hacer estas cosas? ¿Cuántos saben que sus funciones debieran ser esas?

Empecemos por la mala noticia: estadísticamente el 80% de los empresarios pymes no hacen estas tareas o las hacen a medias cuando pueden... La buena noticia es que se pueden hacer, pero con una condición: lograr delegar todas las tareas operativas. Por supuesto que para lograrlo se requiere salir de la zona de confort, ya que las tareas estratégicas mencionadas son más desafiantes, requieren aprender, desaprender y consumen energía extra. Es mucho más cómodo dedicarse a cuestiones operativas que son conocidas y pese a renegar porque “nadie puede hacerlas mejor que yo” siguen siendo cuestiones que puede hacer cualquier persona capacitada con un método claro.

Las empresas que crecen son aquellas que tienen la firme decisión de los empresarios de invertir en conocimiento, en personas, en tecnología y en estandarización de procesos para poder salir de lo operativo y entrar en tareas estratégicas que no son delegables para una pyme ya que los sueldos requeridos para profesionales que puedan hacerlas son elevados o simplemente requieren un conocimiento de negocio y una mentalidad emprendedora que no se consigue fácilmente.

El autor es socio de Consultora BPS y especialista en Consultoría para Pymes y Procesos