La proximidad de las elecciones le quita atractivo a la Bolsa argentina

Creemos que la debilidad en el mercado de acciones se puede acentuar con el pasar de los días, lo que obliga de algún modo a ser muy cautos y prolijos al momento de la toma de decisión

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Según parece, en la medida en que nos vamos acercando a la fecha de las elecciones legislativas, los inversores se van descartando de activos de riesgo, como acciones, y optan por tomar activos más conservadores, como Lebacs, o bien directamente activos de cobertura y dolarizados.

Por este motivo es que hemos visto en las últimas semanas un comportamiento bursátil algo apático con las acciones en términos de pesos y que, por la presión alcista que ha tenido el dólar en el último mes, ha producido un accionar definitivamente bajista de las acciones en términos de dólares.

En efecto, al ajustar el índice Merval en términos de dólares, observaremos que ha conseguido su nivel más alto hacia finales del mes de mayo y comienzos del mes de junio, cuando testeó instancias de 1.400-1.415 dólares de índice. Ha sido desde allí que comenzó el proceso de recorte del último mes y medio, que a la fecha acumula cerca del 10% de baja.

Como advertíamos antes, si bien es cierto que esta caída estuvo más bien impulsada por la recuperación que ha tenido el dólar en este período, pasando de niveles de 16-16,1 pesos a finales del mes de mayo a los valores actuales, cercanos a los 17 pesos, lo cierto es que el reconocimiento de la resistencia en los 1.400 dólares de índice Merval y la reversión bajista observada desde entonces no hace más que corroborar el análisis que plasmamos en notas previas desde esta misma columna. (Ver "Un mes de junio que promete para el mercado argentino" y "¿Qué esperar en la Bolsa argentina tras la negativa del retorno a mercado emergente?").

En ambas notas mencionamos que gran parte de las ganancias vistas en el primer semestre del año para las acciones locales estaban justificadas por un envión optimista que traía el mercado por las ganancias de los últimos años, donde los inversores han ponderado mucho más las expectativas que la realidad que vive la economía local. Por este motivo es que siempre advertíamos que esa tendencia sería sólo sustentable en la medida en que el flujo comprador se incrementara, ya sea por el ingreso de nuevos jugadores locales y externos, ya sea por un retorno generalizado de la confianza que llevara a los mismos jugadores que han participado en el mercado a incrementar el nivel de riesgo y exposición en el mercado de acciones. Sin embargo, si nada de esto pasara, entones la tendencia alcista en la que veníamos inmersos terminaría perdiendo fuerza.

Al ver el accionar que ha tenido el mercado en el último mes y medio, podemos de algún modo corroborar en retrospectiva nuestra lectura analítica y si bien nadie puede dar certeza de lo que pase con el mercado accionario local en los próximos meses, siguiendo nuestro análisis creemos que la debilidad en el mercado de acciones se puede acentuar con el pasar de los días, lo que obliga de algún modo a ser muy cautos y prolijos al momento de la toma de decisión.

En efecto, como se aprecia más abajo, en la gráfica del índice Merval en dólares, hacia el segundo semestre del pasado año 2016, la Bolsa argentina había rebasado la resistencia histórica de los 900-1.050 dólares que por tantos años le costó superar, con techo en el año 1992, posteriormente en el año 1997, una vez más en el año 2011 e incluso en el año 2015.

El quiebre alcista de esa zona de escollo histórica consolida indudablemente el ciclo de avance iniciado en la crisis del año 2001-2002 y eleva las expectativas de crecimiento de este mercado hacia los próximos años, de donde se desprenden objetivos técnicos en dólares más que atractivos.

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Sin embargo, desde el análisis técnico, cuando una zona de resistencia y contención histórica es rebasada, tal es el caso de la zona de escollo mencionada en torno a los 900-1.050 dólares de índice Merval, el mercado muchas veces regresa a esta y busca validarla, ahora como zona de contención bajista y de soporte, para entonces sí continuar su escalonamiento ascendente de mediano y largo plazo.

En este sentido, dadas las condiciones antes mencionadas en las que se encuentra inmerso el mercado local, con mucha incertidumbre de lo que pase políticamente en el país hacia los próximos años, resulta viable pensar en la posibilidad de un regreso del índice Merval en dólares hacia la zona de contención histórica en los 1.050-900 dólares de índice, para probarla ahora como zona de piso; que recién desde entonces la tendencia alcista de mediano y largo plazo en este mercado pueda quedar retomada, y objetivos muy superiores a los 1.400-1.415 dólares, vistos en el mes de mayo y junio pasado, puedan ser finalmente conseguidos.

Sugerimos de corto plazo centrar la atención del Merval en dólares a los 1.200 puntos. Un quiebre de esta zona estará corroborando nuestra lectura de baja mayor hacia los 1.050-900 dólares en los próximos meses y será allí donde el inversor tendrá que estar atento para retornar del lado comprador al mercado de acciones, aun cuando en esa oportunidad el contexto político, económico y social siga siendo poco claro.