La vacuna contra la gripe podría ser realidad; un estudio mostró efectividad en roedores

El antídoto solo puede aplicarse contra la estructura fija que tienen los tipos de virus de esta enfermedad, sin importar la variante

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La vacuna contra la gripe que fue probada en ratones, mostró ser efectiva contra la estructura del virus, sin importar el tipo de cepa. (Imagen Ilustrativa Infobae).
La vacuna contra la gripe que fue probada en ratones, mostró ser efectiva contra la estructura del virus, sin importar el tipo de cepa. (Imagen Ilustrativa Infobae).

Un avance en la investigación médica ha dado resultados para combatir la influenza de manera más efectiva. Una vacuna universal contra la gripe ha alcanzado un 100% de efectividad en roedores, lo que significa un punto de inflexión en la lucha contra esta enfermedad. El desarrollo del antídoto apunta a una solución a largo plazo contra los tipos de virus de la gripe que mutan de forma constante, esto hace necesario un nuevo enfoque en la inmunización anual.

La vacuna se centra en un componente del virus que permanece constante, de esta forma, evita el principal desafío que representan las mutaciones anuales del virus. Este enfoque genera anticuerpos capaces de reconocer y combatir eficazmente las estructuras inmutables del virus, independientemente de la cepa. Esto representa un cambio de paradigma en el desarrollo de vacunas, moviéndose hacia una protección más generalizada y duradera, de acuerdo con el estudio publicado en la revista Science Transnational Medicine.

Los ensayos tuvieron éxito en roedores

Los ensayos, que se llevaron a cabo en ratones y hurones, demostraron la capacidad de la vacuna para estimular la producción de anticuerpos necesarios para prevenir la infección en su totalidad, lo que podría significar una reducción en la incidencia y la mortalidad de la enfermedad. Este éxito en modelos animales es un paso crucial hacia el desarrollo de una vacuna similar para humanos, que podría eliminar la necesidad de vacunaciones anuales adaptadas a cepas específicas, brindando una solución a largo plazo contra la gripe.

La vacuna tuvo la capacidad de estimular anticuerpos en ratos para combatir con mayor efectividad la gripe. (CDC).
La vacuna tuvo la capacidad de estimular anticuerpos en ratos para combatir con mayor efectividad la gripe. (CDC).

La creación de una vacuna universal que pueda ofrecer protección duradera contra todas las formas del virus de la gripe es una meta largamente perseguida por la comunidad científica. Este logro no solo tiene el potencial de mejorar la salud pública a nivel global sino también de simplificar las campañas de vacunación y reducir los costos asociados a la investigación y producción de nuevas vacunas cada año.

Las cepas de la gripe

Los virus de la gripe se clasifican en tres categorías principales: Tipo A, Tipo B y Tipo C. La primera es causante de la mayoría de los casos de gripe estacional. Se detecta que más del 70% de los casos en una temporada típica son provocados por el Tipo A, mientras que el resto se atribuye principalmente al Tipo B. El Tipo C, por otro lado, se presenta con menor frecuencia y suele afectar a niños. Esta clasificación subraya la importancia de monitorear y adaptar las campañas de vacunación para combatir el virus efectivamente, de acuerdo con el Manual MSD.

La cepa Tipo A de la gripa suele causar ser el más común entre los contagios. (Imagen Ilustrativa Infobae).
La cepa Tipo A de la gripa suele causar ser el más común entre los contagios. (Imagen Ilustrativa Infobae).

Los virus Tipo A y Tipo B se diferencian por sus múltiples cepas, que causan los brotes estacionales de la enfermedad. Estas cepas varían de año en año, lo que puede disminuir la efectividad de las vacunas previas. Las variantes del Tipo A se identifican por dos proteínas en su superficie, H (hemaglutinina) y N (neuraminidasa), con variaciones como la H1N1, responsable de la pandemia de gripe porcina 2009-2010, y la H3N2, vinculada a numerosas infecciones en Estados Unidos. Este sistema de nomenclatura, que incluye el tipo de virus, su lugar de origen y el año de detección, es crucial para el seguimiento y la investigación de la gripe.