Claudia Sheinbaum desmiente que quiera cerrar las iglesias de México

Claudia Sheinbaum, candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia (Morena, PT y PVEM) está de gira por Guanajuato como parte de su campaña por la presidencia de México. En un encuentro con simpatizantes y medios de comunicación, aprovechó para hablar de ciertos rumores que, aseguran, son parte de una campaña en su contra.

La candidata señaló que opositores al gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) han esparcido mentiras acerca de que la 4T quiere quitarle la propiedad privada a ciertas personas, además de que busca cerrar iglesias. Por supuesto negó las acusaciones y reiteró la libertad de creencias que existe en México.

Así lo dijo: “Ayer iba caminando y una señora me dijo, ‘oiga, están diciendo que usted quiere cerrar las iglesias’, bueno, pero ¿en qué cabeza cabe?, ¿verdad que lo dicen? ‘oiga andan diciendo que usted va a quitar la propiedad privada, que en cuanto lleguen les van a quitar las casas’, es falso”.

“Falso, por supuesto que respetamos todas las religiones, y todas las iglesias, respetamos la religión y las religiones del pueblo de México. Ayúdennos a decir que eso es absolutamente falso, que lo único que va a hacer Morena cuando llegue a Guanajuato, es traer paz y prosperidad para las y los guanajuatenses”, añadido la ex Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

La libertad religiosa en México es un derecho garantizado por la Constitución, manifestándose como un pilar fundamental en la construcción de una sociedad plural y democrática. Este principio permite a los ciudadanos mexicanos practicar libremente sus creencias religiosas sin interferencia del Estado y garantiza la separación entre las instituciones religiosas y el Estado, conforme al artículo 130 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Históricamente, México ha experimentado periodos de tensión entre las autoridades estatales y las instituciones religiosas, siendo la Guerra Cristera (1926-1929) uno de los episodios más significativos de conflicto religioso en el país. Sin embargo, desde la reforma constitucional de 1992, se han establecido bases sólidas para la cooperación y el respeto mutuo entre el Estado y las diferentes confesiones religiosas.

La Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público de 1992 es la normativa que regula estas relaciones, promoviendo el respeto y la protección de la libertad religiosa. Esta ley establece el marco legal para el registro de asociaciones religiosas, garantizando su derecho a poseer propiedades, establecer lugares de culto y realizar prácticas religiosas públicas.

En la práctica, México es un país de gran diversidad religiosa, donde la mayoría de la población se identifica como católica, pero donde también existen numerosas denominaciones cristianas, así como creyentes de otras religiones, incluido el judaísmo, el islamismo, el budismo, entre otras. Asimismo, existen prácticas y creencias de carácter indígena que conviven y enriquecen el mosaico cultural y espiritual del país.

La promoción del diálogo interreligioso y el respeto a la diversidad de creencias son desafíos constantes en México. El estado se compromete a proteger la libertad de religión y de expresión, pero también enfrenta el reto de garantizar que esta libertad se ejerza sin discriminación y en un marco de respeto a los derechos humanos de todos los ciudadanos.

En resumen, la libertad religiosa en México es un derecho consolidado que refleja el compromiso del país con los valores democráticos y el respeto a la pluralidad cultural y espiritual. A pesar de los desafíos, el marco legal e institucional existente proporciona las herramientas necesarias para proteger este derecho fundamental en un contexto de diversidad y cambio.