Esta es la manera más natural de conservar la manzanilla para infusiones y té

Para conservar las propiedades de la manzanilla pueden aplicarse ciertos procedimientos para su correcto almacenamiento

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Para mantener los beneficios de la manzanilla casi intactos, se recomienda secarla y conservarla de manera casera. (Shutterstock)
Para mantener los beneficios de la manzanilla casi intactos, se recomienda secarla y conservarla de manera casera. (Shutterstock)

La manzanilla es ampliamente utilizada por sus propiedades medicinales y para aprovechar sus propiedades, se recomienda prepararla de forma natural ya que generalmente es ingerida en infusiones y tés preparados con flores secas.

Esta planta medicinal puede mantener sus propiedades intactas si se secan de la manera más natural posible, es muy común encontrarlas en los mercados, pero también se comercializan en bolsitas de té, remedios envasados, goteros, cosméticos entre otros remedios naturales.

También conocida como camomila, esta planta es sembrada en terrenos secos elevados, puede adaptarse muy bien a lugares secos y arenosos como las montañas. No obstante requiere de bastante luz y cierto nivel de humedad al día.

Una de las infusiones más comunes para aliviar el dolor estomacal es la que se prepara con manzanilla. (Shutterstock)
Una de las infusiones más comunes para aliviar el dolor estomacal es la que se prepara con manzanilla. (Shutterstock)

En México las principales áreas donde se cultiva la manzanilla son: el Estado de México, Puebla, Michoacán, Tlaxcala e Hidalgo. Sin emabargo es posible cultivarla en huertos caseros y jardines a lo largo de casi todo el país, siempre que se provean las condiciones necesarias para su desarrollo. La manzanilla se adapta bien a la siembra directa en tierra o en contenedores, lo que la hace accesible para un amplio rango de entusiastas de la jardinería y productores.

Cómo conservar la mazanilla

Para secar las flores de manzanilla deben esparcirse en una bandeja, malla o tela en un lugar bien ventilado y colocarlas en un lugar seco y sin luz solar directa. Esto será durante aproximadamente una o dos semanas. Una vez secas (los pétalos deben crujir al romperse) deben guardar en un recipiente hermético, de preferencia de vidrio oscuro y ubicarse en un lugar fresco y seco.

Otra manera de conservarla es congelándolas. Las flores deben lavarse primero, a continuación secarlas cuidadosamente con papel de cocina, y posteriormente colocarlas en bolsas de congelación o en contenedores aptos para el congelador.

Debido a que peude adaptarse a cualquier clima, la manzanilla puede ser cultivada en huertos caseros y jardines.
(Pexels)
Debido a que peude adaptarse a cualquier clima, la manzanilla puede ser cultivada en huertos caseros y jardines. (Pexels)

De igual manera, la manzanilla puede preservarse en forma de tintura, estos procesos implican macerar las flores en un líquido conservante como aceite o alcohol. Estos métodos, además de conservar las propiedades de la manzanilla por un largo período, facilitan su uso en diversas aplicaciones, desde la medicina alternativa hasta la cosmética.

Para hacer un aceite de camomila, las flores frescas o secas se vierten en un aceite (oliva o almendra) y se dejan reposar en un lugar cálido y oscuro durante varias semanas antes de colarlas. Las tinturas se preparan de manera similar, pero en vez de oleos se usa el alcohol como conservante.

Cada uno de estos métodos de conservación asegura que se mantengan las propiedades y el aroma característico de la manzanilla para su uso posterior, sea en infusiones, tratamientos de belleza o remedios caseros.