"Harold Bloom dice que Harry Potter no es literatura / ¡qué suerte que Harold Bloom no hace los planes de lectura!", cantaba Luis María Pescetti. La canción era "Yo leí a Harry Potter y me gustó" y, antes que una confesión culposa, era una postura que reivindicaba el placer de leer. Hoy, transcurridos 20 años desde la publicación del primer libro de la saga de J.K. Rowling, el debate sobre la calidad y la importancia de Harry Potter parece haber quedado definitivamente atrás.
20 years ago today a world that I had lived in alone was suddenly open to others. It's been wonderful. Thank you.#HarryPotter20
— J.K. Rowling (@jk_rowling) June 26, 2017
"Desde su publicación, Harry Potter ha sido una puerta de acceso a la lectura para muchos niñas y niños", dice la escritora María Luján Picabea. "En muchos casos, ha sido el libro que les ha revelado la magia y el deslumbramiento de la ficción, de la literatura". La autora de Todo lo que necesitás saber sobre literatura para la infancia y Este no es un cuento señala que en la memoria de todo lector siempre hay un primer libro que encendió una chispa y "para muchos de quienes hoy son jóvenes, ese libro fue Harry Potter y la piedra filosofal".
Tamara Herraiz, directora del portal TKM, afirma que la historia de Harry Potter no es únicamente para niños, sino que se lo puede leer a cualquier edad ya que tiene la potencia de conectarnos con nuestros sueños y sentimientos más profundos: "Nos enfrenta a los miedos, habla de amor, de pérdidas, del dolor, del valor, de los valores, de lo que está bien y de lo que está mal. De que nada es tan inocente como en la infancia y nada es tan oscuro como en la adultez".
El testimonio de la periodista Ana Prieto parecería darle la razón a Herraiz. Prieto es tan fanática de Harry Potter que en su excelente libro Pánico: 10 minutos con la muerte explica qué es el miedo a partir de lo que uno viviría al encontrarse con un dementor —los dementores aparecen por primera vez en Harry Potter y el prisionero de Azkaban y son criaturas sin alma que se alimentan de la felicidad de las personas.
"Ya era bastante grande cuando leí el primer volumen", dice Prieto. "Tenía 24 o 25 años y no lo solté hasta que culminó la saga, a mis treinta y pico. Muchas veces he dicho que Harry Potter no es mi libro favorito, pero sí el que me ha hecho más feliz".
¿Por qué la saga tiene tanta vigencia? Responde María Luján Picabea: "Porque presenta a un niño extraordinario, marcado y lanzado a la aventura con el respaldo de dos amigos incondicionales. Todo lector busca eso, todos queremos vivir esas vidas marcadas por la excepcionalidad, todos queremos enfrentar a nuestros demonios sin que se nos parta el corazón. Y ahí está la literatura para permitirnos ponernos en otros zapatos. Cuando descubrimos estas historias, descubrimos también la lectura como pase libre a esos incontables universos de palabras en los cuales pasar tardes, mañana y noches, y volver siempre un poco cambiados."
Para Tamara Herraiz, Harry Potter es la versión moderna de los cuentos de la abuela: "Con cada uno aprendíamos algo nuevo y nos dejábamos llevar por la imaginación", dice. "Vivir en la magia no tiene precio y solo se necesita leer".
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