La 68ª edición del Festival de la Canción de Eurovisión ha sido una de las galas más polémicas en la historia del certamen musical. A la tensión que se generó por la participación de Israel en el concurso, se sumó la mañana del pasado sábado, 11 de mayo, a vísperas de la gran final, un nuevo contratiempo. La Unión Europea de Radiodifusión (UER) tomó la decisión de expulsar al representante de Países Bajos, Joost Klein, y su canción, Europapa, de la competencia final celebrada en Malmö, en Suecia.
El artista neerlandés fue denunciado por una mujer, miembro del equipo de producción, tras la actuación de la segunda semifinal que tuvo lugar el pasado jueves, 9 de mayo, razón por la que la organización optó por descalificar su candidatura al considerar su comportamiento “una violación de las reglas del concurso”.
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Pese a que ya se conoce que el ganador de esta edición es el representante de Suiza, Nemo, y su canción, The Code, la tensión y el descontento en torno a las medidas tomadas por la UER con el país neerlandés sigue siendo palpable. Tanto que la organización estatal de radio y televisión de los Países Bajos, AVROTROS, ha emitido un comunicado en el que ha dejado claro su contrariedad con la medida llevada a cabo por la UER, calificándola de “desproporcionada” y “dura”.
En su escrito, la televisión pública de la capital de Ámsterdam ha desvelado el motivo detrás de la expulsión de Joost Klein, detallando todo lo sucedido casi al milímetro. Al parecer, el cantante neerlandés fue grabado en contra de su voluntad mientras se dirigía a la green room tras su actuación en la segunda semifinal.
“No tocó a la cámara”
“El incidente ocurrió después de la actuación del pasado jueves. En contra de acuerdos claramente establecidos, Joost fue filmado cuando acababa de bajar del escenario y tuvo que correr hacia la green room. En ese momento, Joost indicó en repetidas ocasiones que no quería ser filmado. Esto no fue respetado”, reza el comunicado.
De acuerdo con lo explicado por AVROTROS, el cantante, visiblemente molesto, realizó un gesto desafiante. Eso sí, sin llegar a tocar ningún miembro del equipo ni al equipo de filmación. “Esto provocó un movimiento amenazador de Joost hacia la cámara. A pesar de esto, el artista no tocó a la cámara —refiriéndose a la mujer que interpuso la denuncia contra el cantante—. Este incidente fue informado, seguido de una investigación por parte de la UER y la Policía”, se puede leer en el escrito.
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La cadena holandesa también dejó claro que intentó dialogar con la UER para encontrar otra solución menos drástica. Sin embargo, sus esfuerzos no dieron buenos frutos, pues la organización fue tajante con su decisión. “Consultamos extensamente con la UER y propusimos varias soluciones. Sin embargo, la UER decidió descalificar a Joost Klein. AVROTROS considera que la pena es muy grave y desproporcionada”, señalan.
La organización estatal ha subrayado que, aunque no están de acuerdo con el comportamiento de Joost Klein, la decisión de la UER fue excesiva, pues la candidatura de Países Bajos era una de las favoritas por los eurofans. “Defendemos las buenas maneras —que no haya malentendidos al respecto— pero a nuestro juicio esta orden de exclusión no es proporcional a este incidente. Estamos muy decepcionados y molestos por los millones de fans que estaban tan emocionados por la gran noche. Lo que Joost trajo a Nerterhland y a Europa no debería haber terminado así”, han zanjado. La cadena pública espera que el contratiempo de Joost Klein en Eurovisión no eclipse su carrera artística dentro y fuera de Países Bajos.