Por el blanqueo, la recaudación tributaria creció en marzo más del 54 por ciento

La AFIP percibió en el tercer mes del año $212.294,8 millones. De ese total $28.000 millones provinieron del Impuesto Especial por la exteriorización de activos

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Hacienda y AFIP no disimularon su satisfacción por el resultado del blanqueo y de la recaudación en marzo (DyN)
Hacienda y AFIP no disimularon su satisfacción por el resultado del blanqueo y de la recaudación en marzo (DyN)

Las finanzas públicas tuvieron una fuerte inyección de fondos frescos en marzo con el fin del plazo que fijo la Ley 27.260 para exteriorizar activos, porque le permitió a la AFIP recaudar unos 20 puntos porcentuales más al ritmo que venía registrando en los meses previos.

De todas formas, si se excluyen los $28.000 millones que el organismo percibió en el último tramo del régimen de Sinceramiento Fiscal, según adelantó a la prensa el administrador federal de ingresos públicos, en el anuncio final del resultado del blanqueo, junto al ministro y secretario de Hacienda, Nicolás Dujovne, y Rodrigo Pena, los ingresos tributarios del último mes sumaron unos $184.300 millones, un monto que representó un incremento cercano a 34% respecto del nivel de un año antes.

Si se tiene en cuenta que la tasa de inflación acumulada en los últimos doce meses se desaceleró al rango del 32%, el dato de recaudación significó sendos incrementos en términos reales de 13,7% y 1,4%, con y sin efecto del blanqueo, respectivamente, que explican el entusiasmo que no pudieron ocultar los funcionarios se administrar las finanzas públicas, porque alimentan la confianza de haber alcanzado la primera meta fiscal, para el trimestre enero a marzo, de 0,6% del PBI.

Excluido el efecto del blanqueo la recaudación creció 1,4% más que la inflación

Dado que tanto en impuestos internos, como en los recursos tributarios generados por el Sistema de Seguridad Social, gravitaron en marzo los efectos puntuales del fin del blanqueo de activos y de la moratoria en condiciones notablemente ventajosas, no parece apropiado el análisis agregado de los números.

Señales de persistencia del bajo consumo

Por el contrario, en el desagregado, los datos de recaudación dieron pautas de continuidad del receso del consumo de las familias. El IVA DGI, sobre la producción nacional, aumentó un modesto 22,7%, aunque estuvo influido por la devolución a los sectores de bajos ingresos por un total de $2.400 millones que restó casi 8 puntos porcentuales del incremento nominal. Sin ese efecto la baja real se estima se ubicó en torno al 1,4 por ciento.

Pero también exhibió un pobre desempeño lo percibido por el Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios, apenas se elevó 24,9%: representó una disminución ajustada por inflación del 5,4 por ciento.

Por el contrario, marzo fue un buen mes en términos de cobro del impuesto a las transferencias de combustibles, tanto en el mes como en el trimestre; y también para el Sistema de Seguridad Social, que acusó crecimientos de más del 41% en los aportes personales y contribuciones patronales, en ese caso por el efecto de la mejora de los ingresos de los trabajadores y, en menor medida, de la reactivación del empleo registrado.

En tanto en lo referente a los impuestos sobre el comercio exterior, la virtual estabilidad cambiaria habría desincentivado las exportaciones y tonificado las importaciones. En el primer caso el monto recaudado cayó 7,1%, mientras que en el segundo se incrementó 14,5 por ciento.

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