Diego Velázquez le pone su voz a Roberto Arlt: “Me genera un vértigo abismal”

El actor protagoniza “Escritor fracasado”, unipersonal basado en un cuento de uno los autores argentinos más influyentes y controvertidos del siglo XX. “Es una literatura difícil de escuchar, muy poética, muy adjetivada”, advierte

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Diego Velázquez protagoniza "Escritor fracasado", una adaptación del cuento homónimo de Roberto Arlt (Foto: Maximiliano Luna)
Diego Velázquez protagoniza "Escritor fracasado", una adaptación del cuento homónimo de Roberto Arlt (Foto: Maximiliano Luna)

En ese punto sutil en el que comienza la transgresión, pero sin soberbia; en el que hay un espíritu rebelde pero sin cinismo y en el cual la actuación muestra un espíritu crítico pero sin hipocresía; aparece el estilo de Diego Velázquez. Un actor y bailarín multifacético, heredero de la formación experimental de la mejor versión del teatro independiente porteño y quien llevó su tono particular a series de televisión, películas y obras de teatro, muchas de ellas emblemáticas para el circuito off de Buenos Aires.

Ahora, este artista que formó parte de grandes hitos como Los siete locos y los lanzallamas en televisión, Estado de ira y Los corderos en teatro y La larga noche de Francisco Sanctis, en cine, por mencionar algunas, vuelve con el único espectáculo que lo encuentra solo en escena: Escritor fracasado. Se trata de una adaptación del cuento de Roberto Arlt que realizó junto a la actriz Marilú Marini, quien también debutó como directora en esta obra y se estrenó en 2017 en el Teatro Nacional Cervantes.

En este espectáculo, en el cual Velázquez trabaja todo el tiempo a público en una interpelación directa, asume la voz de Arlt en este cuento. Desde su discurso, señala al mundo de la literatura y a los escritores que los menosprecian, para dejar en evidencia la hipocresía del ecosistema literario, la creación, su circulación comercial, la mirada de los otros y la construcción que del artista hace el entorno. Un personaje atravesado por la indignación y la pasión, que muchas veces dialoga con las preguntas que Diego Velázquez se hace sobre su oficio.

Diego Velázquez en "Escritor fracasado", bajo la dirección de Marilú Marini (Foto: Paola Evelina Gallarato)
Diego Velázquez en "Escritor fracasado", bajo la dirección de Marilú Marini (Foto: Paola Evelina Gallarato)

—¿Qué significa para vos este espectáculo?

—Es una obra que me genera un vértigo abismal. Desde su estreno hasta ahora, han pasado muchísimas cosas y el espectáculo también cambió. Fuimos unos de los primeros en volver durante la pandemia. Ese día, a fines del 2020, la gente empezó a aplaudir emocionada al comienzo, solo por la posibilidad del encuentro. Yo sólo veía los ojos porque estaban todos con barbijos y la sensación era que había que valorar ese encuentro porque no se sabía qué iba a pasar. Esta obra se hace muy para el público, hago muchas preguntas y muchas veces la gente responde a un punto que es difícil, luego, volver al texto. Además, es una literatura difícil de escuchar, muy poética, muy adjetivada. Todo está pensado para trabajar con el público que está cada noche en la sala, me interesa actuar en un teatro que genera una potencia energética, que influye en el intérprete y en los espectadores.

Diego Velázquez protagoniza "Escritor fracasado" en Espacio Callejón y "Obra del demonio" en el Teatro Cervantes (Foto: Maximiliano Luna)
Diego Velázquez protagoniza "Escritor fracasado" en Espacio Callejón y "Obra del demonio" en el Teatro Cervantes (Foto: Maximiliano Luna)

Mientras los lunes a las 21 h se presenta en el Espacio Callejón con Escritor Fracasado, de jueves a domingos también reestrena en el Teatro Nacional Cervantes Obra del demonio, una innovación a la figura de la bailarina Pina Bausch, bajo la dirección de Diana Szeinblum. Allí, en un despliegue conceptual sobre la danza-teatro y las posibilidades creativas, se destaca un momento del actor en el cual se pregunta ¿qué viene a ver la gente al teatro? Y allí representa los lugares comunes de la escena y los relatos, en un juego irreverente sobre la representación. Algunas de las preguntas que realiza y luego escenifica son: ¿Vienen a ver gente hablando de problemas iguales a los que están mirando, todo con un sentido clarísimo? ¿Quieren ver un drama? ¿Mesas, sillas? ¿Gente discutiendo, sentadas en una mesa? ¿Un héroe que besa chicas? ¿Una muerte? ¿Las últimas palabras antes de morir, como para que quede bien claro el mensaje de la obra?

Diego Velázquez sobre la obra "Escritor fracasado": "Es una literatura difícil de escuchar, muy poética, muy adjetivada (Foto: Paola Evelina Gallarato)
Diego Velázquez sobre la obra "Escritor fracasado": "Es una literatura difícil de escuchar, muy poética, muy adjetivada (Foto: Paola Evelina Gallarato)

—Esa escena de Obra del demonio dialoga mucho con todo lo que se plantea en Escritor fracasado. ¿Fue una propuesta tuya?

—No, fue una propuesta de Diana Szeinblum. Y también es algo que hice en Exhibición y Desfile, con Ciro Zorzoli. De todos modos, son preguntas que me he hecho a lo largo de toda mi carrera. Me interesa la experiencia escénica donde no todo es literatura. Hacer una obra de danza es mucho más difícil que una obra de texto. Hay que trabajar más. Se podría decir que la danza es más difícil que el teatro. Me refiero al teatro que surge a partir de la existencia de un texto, previamente escrito. Cuando se ensaya desde un texto, una obra dramática, hay algo allanado, tenes una ruta, los pasos a seguir. Por eso, la mayoría de las obras comerciales se pueden hacer en tan poco tiempo. La danza es el vacío, no entra en la lógica del mercado y la que sí lo hace, no tiene experimentación.

Yo empecé trabajando de esta manera, con obras que se crean en el encuentro, en el proceso, como fue Estado de ira o Fantasmatic. En 2004 con Paola Barrientos estrenamos una obra que estuvimos ensayando durante dos años y sólo hicimos ocho funciones. Nuestra motivación era muy distinta a las que veo ahora en el circuito independiente. No queríamos hacer una obra para que sea un éxito y salga plata. Ahora hay una lógica mercantil que ha copado parte del off. Hay muy poco espacio para la experimentación y el teatro era el único que lo permitía porque no requiere tanto dinero para hacerlo. Veo mucha gente joven que habla de las obras como si fueran productos del mercado. Es un término mercantil; si es un producto, lo único que te importa es venderlo, y si no se vende, no sirve. Todos conceptos que le dan la excusa perfecta al Estado para que no ponga plata en cultura.

"Ahora hay una lógica mercantil que ha copado parte del off", dice Diego Velázquez (Foto: Maximiliano Luna)
"Ahora hay una lógica mercantil que ha copado parte del off", dice Diego Velázquez (Foto: Maximiliano Luna)

—¿Cómo ves el teatro de Buenos Aires en este momento?

—El teatro es reflejo del momento en que se vive. Hay algo con el tema de la inmediatez que deja muy poco margen para experimentar. Cada vez es más difícil encontrar el marco para hacer algo. Mientras estás grabando una serie o haciendo otra cosa, se intenta encontrarse con gente para probar cuestiones artísticas. Pero los tiempos ya son distintos, todo el mundo tiene un montón de trabajos, porque los trabajos cada vez se pagan menos, los subsidios del Estado son monedas, literales, que no tienen en cuenta el trabajo del intérprete, del creador, es dinero que va destinado a escenografía, vestuario o a pagar la sala de ensayo, no queda para otra lógica.

"La angustia es inherente al oficio, desconfío de los actores felices" (Foto: Maximiliano Luna)
"La angustia es inherente al oficio, desconfío de los actores felices" (Foto: Maximiliano Luna)

—Y en este contexto, ¿cómo te llevás con tu oficio?

—Nunca entré en la lógica de trabajar para comprarme una casa, quiero seguir intentando agarrar trabajos que me interesen, obviamente tengo que pagar el alquiler y algunas veces agarraré cosas que me interesan menos. Pero lo único que tengo es mi poder de decisión, en relación a lo que me ofrecen y lo que me puedo autogestionar. Tengo amigos que lo han hecho, se pusieron a trabajar pensando en la plata y la propiedad, yo me lo he preguntado también, pero me angustia más el costo de esa vida que no tener casa propia. La angustia es inherente al oficio, desconfío de los actores felices. Nuestra profesión está basada en la incertidumbre y la angustia real.

* Escritor fracasado se presenta los lunes 21 h en Espacio Callejón (Humahuaca 3759).

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