Quienes son los empresarios que demandarán al Estado colombiano por más de $117.000 millones por la licitación de los pasaportes: ni son británicos ni se llaman Thomas Greg

El Estado colombiano deberá prepararse para una dura batalla judicial en contra de Thomas Greg & Sons (TGS), la compañía que había ganado la licitación para la impresión de los pasaportes colombianos, pero que luego fue declarada desierta ante las supuestas irregularidades denunciadas por las otras firmas que participaron en el proceso.

La decisión del consorcio se debe a que la Cancillería, principal responsable de la licitación, no mostró interés en llegar a un acuerdo de conciliación con la empresa, que no quiere soltar el cuantioso contrato fácilmente.

Esa firma había ganado las millonarias licitaciones de impresión de pasaportes durante varios años sin mucho esfuerzo. En esta ocasión, firmas como Veridos (Alemania) o In Groupe (Francia), denunciaron que para el presente concurso, cuyo valor supera los 500.000 millones de pesos, se impuso un pliego de condiciones que solo TGS podía cumplir.

Lo que podría explicar la facilidad con la que la firma ganó las licitaciones son sus excelentes relaciones públicas con las altas esferas de poder del Estado colombiano. Siempre tuvo como tradición sentar en su junta directiva a importantes políticos, como Andrés Pastrana, Juan Manuel Santos, Noemí Sanín o Ricardo Lozano, que fue embajador de Colombia en Venezuela.

De hecho, en 2016, la entonces senadora Claudia López denunció que luego de que Santos llegara a la Presidencia, en 2010, la empresa empezó a crecer de forma exagerada hasta lograr el poder que tiene hoy.

TGS se dedica al negocio de transporte de valores, seguridad privada e impresión de documentos de seguridad como cheques, estampillas, cédulas y pasaportes o tarjetones electorales. Por eso, obtuvo importantes contratos con la Registraduría para manejar prácticamente todas las elecciones de 2014 y 2015, por un total de 690.000 millones de pesos, durante el Gobierno de Santos, que había hecho parte de la junta directiva de la empresa hasta 2006.

“Esto no es delito, pero sí fueron entregadas a dedo, con pliegos amañados y es evidente que la contratación, desde que llegó Santos a la presidencia, pasó de $88 mil millones a $690 mil millones. Eso tienen que explicarlo, más si se trata de los amigos de Santos, con los que juega golf”, dijo Claudia López en esa ocasión.

Thomas Greg & Sons tiene su casa matriz en una isla inglesa en el canal de la Mancha llamada Guernsey, la cual es señalada de ser uno de los principales paraísos fiscales de Europa.

No obstante, sus propietarios son colombianos: los hermanos Felipe, Camilo y Fernando Bautista. Heredaron la firma de su padre, el bogotano Gregorio Bautista, que la fundó en 1960, como representante en Colombia de la empresa británica Thomas de la Rue, una de las impresoras de valores más antiguas del mundo, que desde el siglo XIX imprimía el papel sellado de la realeza y los documentos oficiales del imperio.

En 1982 don Gregorio importó las dos primeras máquinas impresoras para producir billetes, y en 1991 logró comprar la operación en Colombia bajo el nombre de Thomas Greg & Sons, cuyo nombre viene de unir Thomas y Gregorio.

Los Bautista se han codeado con importantes políticos colombianos y han logrado ganar billones de pesos en contratos con el Estado a pesar de un oscuro pasado que han logrado limpiar: Fernando y Camilo son exconvictos de la justicia de Estados Unidos, pues en los años 80 pagaron cárcel al confesar haber defraudado a 25 bancos de ese país con embarques falsos de café colombiano.

Además, Camilo y su socio Alberto Duque Rodríguez presentaron balances falsos para obtener un crédito por 22 millones de dólares del Arab Banking Corporation, con sede en Baréin.

Por todo ello, Camilo fue condenado a nueve años de cárcel, pero pagó menos de tres; fue liberado de una penitenciaría federal el 23 de enero de 1989.