Con el nuevo C919, China se lanza a competir con Boeing y Airbus en el mercado de las aeronaves comerciales

El avión comercial fabricado por la estatal china Comac hará su vuelo inaugural este viernes, dos años después de la presentación de su prototipo. Competirá con el B737 de la compañía estadounidense y el A320 del consorcio europeo, las dos empresas líderes del mercado global de transporte aéreo

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El prototipo del C919 se develó en 2015 y su vuelo inaugural estaba previsto para 2016, pero por diversos retrasos tuvo que se reprogramado para 2017 (Reuters)
El prototipo del C919 se develó en 2015 y su vuelo inaugural estaba previsto para 2016, pero por diversos retrasos tuvo que se reprogramado para 2017 (Reuters)

La empresa estatal china Comac realizará este viernes el vuelo inaugural de su aeronave comercial de mediano alcance C919 desarrollada en el país, el primer paso en el plan de enfrentar el dominio del mercado por parte de la estadounidense Boeing y la europea Airbus.

El despegue inicial del C919 estaba previsto para 2016, y su prototipo se develó en 2015, pero los retrasos impidieron que la aeronave levantara vuela por primera vez hasta este momento.

Con este aparato, capaz de transportar a 168 pasajeros a 834 kilómetros por hora y con una autonomía de 5.500 km, la Corporación de Aeronaves Comerciales de China (Comac, en inglés) espera rivalizar en los vuelos regionales con las dos estrellas internacionales de los aviones de corta y media distancia, el B737 de la estadounidense Boeing y el A320 del consorcio europeo Airbus.

La aeronave fue diseñada y construida en China, aunque lleva componentes producidos en Occidente, tales como sus turbinas (AFP)
La aeronave fue diseñada y construida en China, aunque lleva componentes producidos en Occidente, tales como sus turbinas (AFP)

"Este vuelo inaugural no es un gran acontecimiento en sí mismo pero sí un momento simbólico, revelador de la evolución de la industria aeronáutica china", explicó Greg Waldron, responsable en Asia de la publicación FlightGlobal.

Se trata por tanto, de un desafío tecnológico con el que el gobierno ha hecho una apuesta de prestigio. No tener aviones "made in China" es "estar a merced de otros", declaró el presidente Xi Jinping en 2014.

No obstante, el C919 aprovecha tecnologías extranjeras ya que está equipado con motores Leap de la empresa estadounidense General Electric y la francesa Safran.

Hasta el momento ni el canadiense Bombardier, el brasileño Embraer o el ruso Tupolev han conseguido inquietar a Boeing y Airbus, que a su vez comparten casi a la par el vasto mercado aerocomercial chino, que en 2024 superará en tamaño al de Estados Unidos de mantenerse las tendencias.

El avión competirá directamente con el Boeing 737 y el Airbus A320, líderes en el extenso y creciente mercado chino (Reuters)
El avión competirá directamente con el Boeing 737 y el Airbus A320, líderes en el extenso y creciente mercado chino (Reuters)

Para lograr esto, en base a una demanda creciente por el auge de la clase media, China necesitará 6.800 aviones en los próximos 20 años, el triple de su flota actual, anticipó Boeing.

En este contexto Comac espera obtener una parte de los contratos. La empresa pública aseguró haber registrado 570 encargos para el C919 a finales de 2016, casi exclusivamente de las compañías chinas. 

Sin embargo, el camino no será tan fácil.

"Para Comac será extremadamente difícil hacerse un hueco ya que Airbus y Boeing amarran bien el mercado de los aviones comerciales, con una larga historia detrás y productos probados desde hace tiempo en un sector donde la credibilidad es crucial", estimó Shukor Yusof, analista del gabinete Endau Analytics.

Fabricado por la estatal Comac, puede llevar a 168 pasajeros a una distancia máxima de unos 5500 kilómetros (Getty)
Fabricado por la estatal Comac, puede llevar a 168 pasajeros a una distancia máxima de unos 5500 kilómetros (Getty)

La ausencia de una red de servicio posventa y de mantenimiento podría también desaventajar a Comac, añadió Waldron

Además, la obtención de la preciada certificación de la Administración aeronáutica estadounidense será ardua. La luz verde es indispensable para sobrevolar Estados Unidos y, por lo tanto, para imponerse en el mercado de los aviones destinados a vuelos internacionales. 

Asimismo, el procedimiento con la Agencia de Seguridad Aérea Europea durará entre cuatro y siete años, según uno de sus responsables.

Con información de AFP

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