Un caza interceptor ruso Mig-31 se estrelló el miércoles en la región de Buriatia, en la frontera con Mongolia, durante un vuelo de entrenamiento, el segundo incidente de este tipo ocurrido en lo profundo de la Siberia en un año. Ambos pilotos lograron eyectarse.
El accidente ocurrió cerca de la localidad de Telemba, a unos 300 kilómetros de la frontera con Mongolia y a 4600 kilómetros de Moscú, según informó la agencia Tass.
Fuentes del ministerio de Defensa aseguraron que la aeronave cayó en un área desierta y que los pilotos habían sobrevivido, aunque no precisaron la causa del accidente.
En enero de 2016 otro Mig-31 se había estrellado en la región debido a una falla técnica. En esa ocasión también los pilotos lograron eyectarse.
El Mikoyan Mig-31, conocido en Occidente como el "Foxhound", es un interceptor de alto rendimiento que entró en servicio en 1985. Aunque se trata de un diseño sofisticado y uno de los aviones más rápidos del mundo, su producción terminó en 1994 y Moscú está encarando un proceso de modernización del aparato.
En tanto la agreste y fría República de Buriatia, donde ocurrió el inciente, es un territorio autónomo que forma parte de la Federación Rusa y hogar del pueblo buriato, la etnia más grande en la Siberia.
Por su escasa población y su cercanía con China, es frecuentemente utilizada por las fuerzas armadas rusas para realizar ejercicios militares.
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