Belén Etchart, la verdadera ganadora de Gran Hermano 2015

La joven está en la final con Francisco Delgado, Matías Schrank y Mariano Berón y es la única de los cuatro que mantuvo el aislamiento durante los cinco meses que duró el reality

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Callada, auténtica, lejos de los escándalos y las peleas, Belén Etchart supo llegar a la final de Gran Hermano 2015 y a diferencia de sus compañeros en esta instancia, nunca salió de la casa y lleva casi cinco meses de encierro, ¿es la verdadera y única merecedora del premio?

Desde el 29 de abril que comenzó el reality la joven que hace unos días cumplió 23 años estuvo encerrada y no se movió de la casa más famosa del país como sí lo hicieron Matías Schrank, Francisco Delgado y Marino Berón.

El miércoles 30 de septiembre cuando el juego concluya, Belén habrá cumplido 154 días de encierro y aislamiento, lo que la convertiría en la gran candidata a ganar el juego, si uno se remite a la esencia del reality, que conciste en convivir con compañeros desconocidos sin recibir noticias del afuera. En este punto reside la gran diferencia entre ella y los otros tres finalistas.

Matías fue el primero en salir de la casa por decisión de la gente y a los dos días gracias a un repechaje el joven de Misiones reingresó al juego, también gracias al voto del público, ya que el juego tenía un participante de menos. Durante las 48 horas que estuvo afuera permaneció aislado, no volvió a su hogar y sólo salió del hotel para ir a El Debate.

El caso de Mariano es bien diferente al anterior. Abrumado por los problemas judiciales que sabía que lo esperaban en el exterior, ya que pesa sobre él una denuncia por estafa, el cordobés decidió dejar el juego. En la semana que estuvo afuera viajó a su provincia para reunirse con sus abogados y solucionar sus problemas y a los siete días reingresó al reality como reemplazo de él mismo gracias a un repechaje.

La salida de Francisco fue bastante parecida a la de Mariano: también estuvo una semana afuera, se reunió con sus afectos y volvió gracias a una votación realizada para buscar su propio reemplazo. El amigo de Gisela Bernal había abandonado el juego muy seguro de no querer volver (según dijo en La Gala) ya que estaba cansado de las peleas y faltas de respeto que estaban a la orden del día en la casa. En sus siete días afuera "reflexionó" y tras haber estado con su hija recién nacida, Elena, decidió sumarse al repechaje.

Pero el aislamiento no se consigue sólo con no salir al exterior, sino también con no recibir noticias o visitas del afuera y en ese caso Belén fue la que menos contacto con su gente tuvo: recién hace unos días su mamá y su hermana fueron a saludarla al cuarto rojo de la casa.

En dicha instancia, sus compañeros en la final ya habían tenido contacto con el afuera (más allá de sus salidas). Francisco fue el que menos aislado estuvo: fue a la clínica a ver nacer a su hija, fue al registro civil para anotarla, recibió la visita en el cuarto rojo de Elenita, Barby Silenzi y Gisela Bernal y hasta fue al hospital a hacerse atender por un problema en el hombro. Matías, mucho más lejos del afuera, estuvo con su papá y Mariano fue informado sobre la denuncia judicial que pesa sobre él y sus hermanas menores fueron a saludarlo.

Por estos motivos, Belén sería la que más porción del premio se llevaría en caso de ganar, ya que quienes estuvieron afuera recibirían un descuento proporcional a los días que no vivieron en la casa. Además de las quitas de dinero debido a sanciones (ella sólo recibiría 20 mil pesos menos).

En una de las ediciones más extensas y atípicas de Gran Hermano donde hasta hubo por primera vez un expulsado (Brian), Belén supo mantener la esencia del juego que llegó a la Argentina en el 2001 y eso la convierte en la merecedora del premio.