Septiembre será un mes que agudizará la dolarización

Entre julio y agosto el dólar libre subió 15%, hasta los 15,47 pesos, mientras que en agosto se vendieron u$s680,5 millones para atesoramiento, casi lo mismo que el récord alcanzado en julio

Compartir
Compartir articulo
El fin del cepo no desactivó el mercado de futuros de dólar Shutterstock 162
El fin del cepo no desactivó el mercado de futuros de dólar Shutterstock 162
 Prensa Policía de Córdoba 162
Prensa Policía de Córdoba 162
 Adrián Escandar 162
Adrián Escandar 162
El Gobierno busca minimizar la emisión para pagar diferencias de cambios en las operaciones a futuro Shutterstock 162
El Gobierno busca minimizar la emisión para pagar diferencias de cambios en las operaciones a futuro Shutterstock 162

Fue un fin de mes incómodo. El mercado está tomando posiciones y observando los movimientos del Gobierno que quiere reprimir las operaciones de "contado con liquidación". Como no tiene los medios legales para hacerlo, acude a la disuasión. Los bancos tienen lista de grandes empresas que no pueden hacer nuevas operaciones y las empresas tienen sugerencias de no hacerlas o deshacer las recientes.

Este mercado, que en el pasado movía más de 100 millones de dólares por día, hoy se limita a un rango entre 15 y 20 millones.

La operación, como se sabe, consiste en vender en dólares en Nueva York un certificado de bono o acción que cotice en pesos en Buenos Aires. El vendedor cobra los dólares en una cuenta del exterior y el comprador se queda con los títulos en pesos. La operación puede ser inversa: al vender las opciones en dólares en el extranjero para hacerse de papeles en pesos en Buenos Aires, pero en el último tiempo este movimiento no sucede con frecuencia.

Por eso el "contado con liqui", como se llama en la jerga de los operadores, bajó a 13,85 pesos. Pero las limitaciones a estas operaciones afectan a la economía porque por este canal se pagan importaciones de insumos indispensables para la industria que el Gobierno demora en autorizar. Cabe recordar que la deuda con los importadores supera los 14 mil millones de dólares. Este es el monto que debería venderle el Banco Central a las empresas para que cancelen sus deudas en el exterior.

Si la economía sigue funcionando es porque buena parte de esas deudas se saldaron con "contado con liqui". Esto no quiere decir que todas las operaciones que pasan por esta plaza sean santas. Hay giro de utilidades encubierto, fuga de dinero y otras especulaciones. Pero la operatoria no afecta a las reservas porque se hace con divisas de los privados. El temor del Gobierno es el efecto psicológico del precio. Si estas operaciones abundan aumenta el valor del "contado con liqui" y presiona a la suba al dólar libre, una mala palabra en momentos en que están cerca las elecciones presidenciales.

En tanto, el dólar libre perdió 6 centavos y cerró a 15,47 pesos, pero después de hora se vendió a 15,50 pesos. Nadie deja de dolarizarse a pesar de las restricciones. Entre julio y agosto, el dólar libre subió 15 por ciento. Y en el último día del mes se vendieron 24 millones de dólares para ahorro. A lo largo del mes la gente se llevó de la ventanilla de los bancos 680,5 millones de dólares. Si se le suman los casi 50 millones de dólares vendidos a viajeros y los 700 millones que vendió la mesa de dinero del Banco Central, se verá el costo de contener el precio del dólar libre. Basta comparar estos desembolsos con los 470 millones de dólares que liquidaron los cerealeros y aceiteros.

A falta de medios legales, el Gobierno acude a la disuasión para frenar al "liqui"

A estos valores hay que sumarle los gastos con tarjeta de los argentinos en el exterior y las ventas a precio por debajo del mercado de bonos en dólares con legislación argentina que están en poder de la ANSeS. El patrimonio de los jubilados también se utiliza para regular el mercado aunque conlleve pérdidas.

Esto explica porque en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) el Boden 2015, el papel que vence el próximo 3 de octubre, bajara 0,50 por ciento a pesar de que el mercado recibió con optimismo el fallo a favor de la Argentina sobre las limitaciones a las decisiones del juez Thomas Griesa de disponer de los activos del Banco Central. Los bonos sobre los que no intervino el Gobierno, el Bonar X que vence en 2017, y el Bonar 24, subieron hasta 0,60 por ciento.

Y aunque los precios no lo denuncien, las maniobras se sienten en las reservas del Banco Central. La entidad vendió a lo largo del mes más de 700 millones de dólares, si se incluyen los 60 millones que colocó el último día de agosto. En el Forex-MAE, la principal plaza mayorista, se negociaron 138 millones pero las liquidaciones de los exportadores fueron escasas.

El Central recuperó 10 millones por la leve suba del euro, la libra esterlina y el oro que son activos que integran sus reservas. Pero tuvo que deshacerse de 19 millones para pagar importaciones de energía, venderle 22 millones a la industria automotriz y cancelar deuda con organismos internacionales y Brasil por 42 millones.

La magia de los swaps chinos hizo que a pesar de esta fuerte salida de divisas, las reservas subieran 7 millones a 33.601 millones de dólares.

El temor del Gobierno es el efecto psicológico del alza del "contado con liqui"

Pero en el mes se perdieron 342 millones de dólares a pesar de los parches de los swaps chinos que se van convirtiendo contablemente a dólares aunque en la realidad no lo sean. Cabe aclarar que la devaluación del yuan contribuyó casi a la mitad de esta caída de las reservas.

En la Bolsa se vivió mejor clima por el rebote del precio del petróleo de 8,8 por ciento. A pesar de la suba diaria, el crudo en el mes aumentó apenas 4,4 por ciento. Petrobras (+1,75%) e YPF (+3,47%) fueron los papeles más beneficiados con el movimiento e hicieron subir 0,65 por ciento el índice Merval de las acciones líderes que a lo largo del mes perdió 0,60 por ciento.

Septiembre va a ser otro mes de dolarización intensa. Nada indica que el dólar libre se mantenga en estos niveles. Los operadores apuestan a que pronto perforará el techo de los 16 pesos. "En la Argentina una semana es largo plazo", afirmó uno de los más veteranos del mercado.