Cuánto habría tardado Uruguay en contar los votos en Brasil

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<div><div><p>En esta segunda vuelta electoral, donde&nbsp;142,8 millones de electores&nbsp;están aptos para sufragar, también se elegirán a&nbsp;gobernadores de 14 estados.</p><div><b><br></b></div><p></p><p></p><p></p><p></p></div></div><div></div> AP 163
<div><div><p>En esta segunda vuelta electoral, donde&nbsp;142,8 millones de electores&nbsp;están aptos para sufragar, también se elegirán a&nbsp;gobernadores de 14 estados.</p><div><b><br></b></div><p></p><p></p><p></p><p></p></div></div><div></div> AP 163

"Sólo Dios sabe a qué hora se conocerán los resultados", había asegurado horas antes de los comicios el presidente del Tribunal Electoral de Brasil, Dias Toffoli. Pero contradiciendo su pronóstico, parece que Dios supo los resultados y muy rápido, porque en tres horas ya se habían contabilizado 140 de los 142.816.000 votos emitidos en el ballottage del domingo.

Estas cifras representan una enorme diferencia de velocidad en comparación con la votación en Uruguay, donde hasta las 07:00 del lunes hora local (las 09:00 horario GMT) sólo se había escrutado el 70% de los 1.680.028 sufragios de la primera vuelta ganada por Tabaré Vázquez.

Si se comparan ambos escrutinios, la diferencia de velocidad entre uno y otro es abismal. Las autoridades brasileñas lograron contabilizar 46,6 46,6 millones de votos en apenas una hora, mientras que sus vecinos uruguayos apenas pudieron chequear 140.000 sufragios en el mismo lapso de tiempo.

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Si se dividen los casi 143 millones de votos brasileños por los 140.000 sufragios uruguayos escrutados cada 60 minutos, se obtienen un total de 1.021 horas. Algo que equivale a 42 días y medio, que es lo que hubiera demorado el Tribunal Electoral de Brasil para tener su resultado final si se hubiese movido al ritmo de sus vecinos charrúas.

El sistema con el cual votaron los brasileños revolucionó la forma en que se esperan los resultados en Brasil, lo cual posibilitó que al momento de cerrar las urnas -en el gigante sudamericano hay tres husos horarios- ya se supiera que la presidenta Dilma Rousseff había sido reelegida en la segunda vuelta.

La implementación también incluyó -en algunos estados- el sistema de registro biométrico, en el cual el elector debía poner su dedo para corroborar que había emitido su voto electrónico. En esos estados se tardaba 40 segundos en votar, mientras que en los que no se utilizaba el sistema biométrico tan sólo 20 segundos.

El sistema biométrico -como en las dos últimas elecciones- supone la identificación del elector con su huella dactilar. Fue usado en 764 municipios brasileños en los cuales estaban llamados a votar 21 millones de ciudadanos, un 15% del electorado del país.

Si bien algunas fallas aisladas en las urnas obligaron a que se demoraran los cierres de los colegios electorales en Río de Janeiro y Brasilia, así como también actos de vandalismo en los centros de votación, en general el sistema electrónico mostró su efectividad.

El voto electrónico debutó en 1996 en Brasil, lo que logró acercar a los ciudadanos a las urnas, ya que no se provocan demoras o filas en los centros de votación. Uno de los beneficios del sistema radica en que facilita el sufragio de los electores analfabetos al presentarse fotos de los candidatos.

 AP 163
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El modelo uruguayo

A diferencia de la gran rapidez mostrada el domingo en Brasil, la lentitud uruguaya ya había sido anticipada por el presidente de la Corte Electoral de ese país, José Arocena.

El martes pasado, el funcionario advirtió que los resultados oficiales recién se darían a conocer este lunes 27 de octubre a las 10:00 hora local (las 12:00 del mediodía horario GMT).

La demora se debió a que, por falta de presupuesto, el recuento fue manual. "Insisto en que la velocidad no es nuestra misión, sino la garantía. Preferimos no responder a la ansiedad de los partidos, sino responder con resultados totalmente confiables", señaló Arocena.

El titular de la Corte Electoral también explicó que las posibilidades de que se instale el voto electrónico en Uruguay son

aún lejanas.

"Significa una inversión muy importante, que se ubica en

varias decenas de millones de dólares.

Depende de prioridades", concluyó.


 AFP 163
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