Los canadienses están decididos a prescindir de los viajes a Estados Unidos, realizando el menor número de viajes en coche allí en el primer semestre del año desde al menos 2017, excluyendo la pandemia.
En los últimos seis meses, los canadienses regresaron de solo 8 millones de viajes, muy por debajo de los 11 millones de entradas durante el mismo período en 2024, según datos de Statistics Canada publicados el jueves 10 de julio. En junio, los viajes de ida y vuelta en automóvil de residentes canadienses desde Estados Unidos se desplomaron un 33,1% respecto a hace un año.
La sexta caída mensual consecutiva subraya un movimiento entre los canadienses que están evitando deliberadamente las vacaciones y los productos estadounidenses para protestar contra las amenazas del presidente Donald Trump a la economía y la soberanía de su país.
El número de viajes de automóviles estadounidenses a Canadá también cayó por quinto mes consecutivo, con un descenso del 10,4% en junio. La caída coincidió tanto con la guerra comercial como con un dólar estadounidense más débil, que cayó más del 5% frente al loonie en la primera mitad del año.
Los viajes de ida y vuelta en avión de canadienses procedentes de otros países aumentaron un 7,3% en junio, mientras que los procedentes de Estados Unidos cayeron un 22%. Las llegadas de turistas procedentes de EE.UU. disminuyeron un 0,7%, y las de otros países se situaron en niveles similares a los del año pasado.
“Estas tendencias son especialmente prometedoras, ya que las actuales tensiones en Estados Unidos parecen estar influyendo en que algunos turistas de todo el mundo consideren Canadá como un destino alternativo”, declaró en una entrevista Anusha Arif, economista del Toronto-Dominion Bank.
Otros indicadores, como los datos de los controles aeroportuarios, también mostraron un “cambio significativo” hacia los viajes nacionales entre los canadienses, afirmó.
Según Arif, se espera que el gasto turístico total de Canadá crezca entre un 2% y un 4% este año, a pesar del descenso previsto del 5% al 10% en el gasto estadounidense. Esto se debe a que se espera que un fuerte aumento del número de visitantes canadienses y de otros países compense la disminución de turistas estadounidenses.
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