El scrabble es uno de esos juegos de mesa que aparece en casi todas las casas argentinas. Pasatiempos de un domingo a la tarde lluvioso. Punto de encuentro lúdico entre familiares o amigos de toda la vida. El casi interminable abanico de palabras hace que cada desarrollo de una partida sea único, inédito… y como toda competencia… tiene su Copa del Mundo.
El último campeón del Mundial 2016 es un londinense de 37 años, que responde al nombre de Brett Smitheram y se consagró tras derrotar en Lille, Francia, en la final a su compatriota Mark Nyman.
La particularidad del triunfo del inglés fue la palabra que lo consagró en el duelo definitorio. Una palabra tan extraña que llevó hasta a su rival a cuestionar de manera formal la veracidad del término.
La construcción consagratoria fue nada menos que "Bracónido". ¿Qué significa? Es una familia de avispas (Braconidae) que aglutina a más de 4.000 especies diferentes y que desarrollan su estado larval dentro del cuerpo de sus presas.
"Braconid" (su versión en inglés) obtuvo una puntuación de 176 puntos y recibió el bonus de otras cinco unidades, debido al desafío fallido del perdedor de la final.
La historia del duelo definitorio fue paradójica, ya que Smitheram se enfrentó a quien él consideraba uno de sus ídolos de la juventud en la materia. Mark Nyman, el otro finalista, fue productor durante años de la versión inglesa de "Pasapalabra".
"Era productor del programa que a mí más me gustaba de la TV. De hecho, me conoció a mis 17, cuando yo intenté participar en su programa.
"Recuerdo que en una de sus entrevistas me preguntó cuál era mi mayor aspiración y mi respuesta fue 'ser el campeón mundial de Scrabble'. Es toda una historia", afirmó Smitheram.
El nuevo campeón del mundo se llevó un premio de 7.800 dólares, después de haberse pasado dos horas por día durante un lapso de tres meses para estudiarse palabras y tras aprenderse las más de 70.000 palabras de siete y ocho letras en el idioma inglés.
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