Lucas Torres, de 7 años, murió este sábado después de luchar dos largos años contra un cáncer de huesos que se propagó por todo su cuerpo. Mientras era velado asaltaron la casa en la que vivía y se llevaron sus pertenencias: los juguetes, el gorrito de que le regaló Israel Damonte, su jugador favorito de Estudiantes de La Plata, y el celular de su madre donde guardaba las últimas fotos y videos del nene. El gorro significaba tanto para el niño que sus padres querían dejarlo en el feretro. No pudieron.
"Le pedí a mi hijo que vaya a casa a buscar el gorrito que Luquitas tanto quería para ponerlo en el cajoncito. Entró por el fondo y vio la puerta de atrás abierta… Habían entrado a robar mientras lo estábamos velando. Todo el barrio lo sabía porque nos vieron llevarlo al medico, a sus tratamientos… Sabían que lo estábamos velando", dijo a Infobae Gabriel Torres, papá de Lucas.
Al notar el robo, el hermano mayor del nene fallecido buscó a sus tíos y juntos preguntaron a los vecinos si habían visto algo o si sabían quiénes les robó. Nadie vio nada. Excepto un familiar que reconoció una garrafa en la casa de uno de los vecinos de la vereda de enfrente. "Tienen antecedentes por robo y viven en esa casa que hace mucho les prestó una señora, pero no los pudo sacar", aseguró Torres.
En ese escenario y por prevención algunos familiares se quedaron a cuidar lo que quedaba en la casa. "Mi hijo mayor no pudo despedir a su hermanito por cuidar la casa porque los que nos robaron viven enfrente", dijo el hombre y contó que los tíos de Lucas fueron minutos después a la Comisaria 3ª de Altos de San Lorenzo para hacer la denuncia y pedir custodia policial, pero se la negaron y debieron hacer custodia ellos mismos.
Al día siguiente, después de enterrar al niño, Gabriel revisó la casa y notó que entre la cantidad de cosas que faltaban una era el celular que su esposa había dejado en la casa. Allí guardaba las ultimas fotos, audios y videos del pequeño y es eso lo que quieren recuperar. "Lo único que queremos es el celular y la tarjeta de memoria donde están los últimos audios, fotos y videos de mi hijo. Queremos que nos devuelvan sus recuerdos. Que lo tiren en mi casa si no se animan a entregarlo", pidió desesperado. La vivienda está ubicada en la esquina de 84 y 132, en el barrio Altos de San Lorenzo, La Plata.