Un hombre fue condenado a dos años de prisión por el delito de "abuso sexual simple" por haber manoseado a una mujer en la línea C de subte en enero de 2015. El acusado es Darío Sanabria, de 45 años y de profesión carpintero.
Ese día, en la estación Moreno, Sanabria se acercó a una mujer y sin ningún tipo de escrúpulos la manoseó y siguió su camino. La víctima se bajó de la formación sin realizar ningún tipo de escándalo o advertir a la gente lo que le había sucedido. Sin embargo, no terminó ahí. El acosador se baja y la empieza a seguir por el andén.
Fue entonces cuando intervino otro hombre que le preguntó a la mujer cómo se sentía. Allí ella rompe en llanto y le cuenta que la estaban acosando. Esto derivó en una pelea y en un hostigamiento al atacante, quien terminó arrojándose a las vías para escapar.
A raíz de esto, la víctima se animó a hacer la denuncia con la policía, que se acercó cuando se generó el conflicto. Delante del Tribunal Oral N°3, Sanabria reconoció que había cometido el manoseo y fue condenado por un delito que prevé penas de 6 meses a 4 años.
"Estos casos suceden habitualmente y acá tenemos una respuesta, como en otros casos que me han tocado, que en definitiva se procede a hacer el juicio, se responsabiliza a una persona y termina en una condena, que es lo más importante", manifestó el fiscal del caso Andrés Madrea.
Asimismo, en diálogo con TN, resaltó la importancia de que haya testigos y que además se animen a declarar, pero aclaró que para que haya condena no necesariamente tiene que haber otras personas que hayan presenciado el delito: "Si una persona es creíble, nosotros lo consideramos. No se le cree inmediatamente por obra y gracia de lo que diga, pero se analiza y se hace un razonamiento de lo que está diciendo. No hay problema en que no haya testigos, sin duda es mejor que los haya. Son delitos que uno no espera que los hagan delante de una cámara".
"La virtud es lograr que este compromiso para la convivencia social, lo que hace como buen remedio un testigo que se compromete es poner un pervinox a esta convivencia social. Así como la noticia puede ser algo malo, un delito, también hay que rescatar las cosas buenas, que es el compromiso de las personas que viajaban", agregó.
Y explicó por qué le dieron dos años y no la pena mínima: "La escala penal está para medir cómo impacta en la persona imputada pero también una partecita está en tasar o en ejemplificar que fue un hecho grave contra una persona en particular y con este tema de la convivencia social que no es menor. El que piense en hacer una macana de esta naturaleza advierta que hay pena".