El crecimiento del turismo estético de bajo costo en destinos como Turquía, Colombia o Argentina está generando un notable aumento de complicaciones quirúrgicas graves en pacientes, según advirtieron expertos y sociedades médicas, especialmente de países europeos y de Estados Unidos.
Este fenómeno, incentivado por precios económicos en distintos países, repercute directamente en los sistemas de salud pública tanto de los países emisores como de los receptores. El llamado turismo estético low cost se afianza, gracias a la demanda creciente de cirugías de bajo costo fuera del país de residencia. De acuerdo con la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos Estéticos (BAAPS), se prevé que el turismo médico alcanzará un valor global de USD 97.900 millones para 2030, de ese total, se estima que las cirugías plásticas representarán cerca del 25 %.
El Dr. Gustavo Pedro, (MN 78183), miembro de la Sociedad Catalana de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SCCPRE) y Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER), informó a Infobae que "el 80 % de los cirujanos plásticos catalanes consideran que la problemática crece de manera sostenida" y que casi el 70 % de los profesionales en Cataluña ha debido intervenir en urgencias provocadas por cirugías realizadas fuera de España.
En el Reino Unido, la BAAPS registró un aumento del 94 % en cirugías correctivas por intervenciones hechas en el extranjero durante los últimos tres años.
Los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) proporcionan recomendaciones para personas que planean realizar turismo médico fuera de ese país. Advierte en su web que existen riesgos y que la calidad de la atención médica varía según el país, especialmente en cuanto al control de infecciones. Señala que, al menos, quienes consideran esta opción deberían consultar a su médico de cabecera con suficiente antelación y también a un especialista en medicina del viajero unas semanas antes de partir.
Durante la consulta, se debe revisar el estado de salud, asegurarse de tener medicación suficiente y, si surgen dudas, volver al médico habitual. También menciona la importancia de debatir con los médicos, tanto en Estados Unidos como en el extranjero, sobre cómo se abordarán posibles complicaciones derivadas del tratamiento. Se recomienda revisar el seguro de salud, considerar uno adicional que cubra evacuación médica, y prestar especial atención si el destino carece de instalaciones médicas adecuadas.
Los CDC subraya también que las garantías legales pueden ser distintas fuera de Estados Unidos. Finalmente, aconseja pedir copias en inglés del historial médico generado en el viaje y compartir esa información con futuros profesionales de la salud que consulten para el seguimiento, así como revelar el historial de viajes, enfermedades y procedimientos médicos recibidos. En palabras del documento, los viajeros deben “solicitar copias de sus historiales médicos en el extranjero en inglés” y “revelar su historial de viaje completo, su historial médico e información sobre todas las cirugías o tratamientos médicos recibidos durante su viaje”.
La mayor parte de las complicaciones derivan de procedimientos específicos. El Dr. Pedro señaló que “los procedimientos que concentran más complicaciones son los de contorno corporal y abdomen, casi el 90 % de los casos. La abdominoplastia encabeza el ranking (64 %), seguida de la liposucción y el aumento de glúteos”. Las complicaciones más frecuentes son la dehiscencia de herida quirúrgica (herida abierta) y las infecciones. Según la BAAPS, en el Reino Unido, los problemas en heridas quirúrgicas representan el 33 % de los casos, seguidos por el seroma, es decir, la acumulación de líquido bajo la piel, (29,1 %) y las infecciones.
Entre los factores que agravan el riesgo, el Dr. Pedro remarcó que las complicaciones suelen originarse por “valoración preoperatoria insuficiente, estancias hospitalarias muy breves, seguimientos postoperatorios escasos o nulos y protocolos de seguridad menos rigurosos, especialmente en lo relativo a la desinfección“. Además, advirtió que “volver al país de origen en menos de una semana, frecuentemente en vuelos de largo recorrido, supone un riesgo añadido tras una cirugía mayor. Esta situación, sumada a la posible exposición a bacterias multirresistentes, eleva el peligro de complicaciones graves e incluso mortales”.
La Sociedad Catalana de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, presidida por el Dr. Jordi Mir, alertó sobre la unión de vuelos prolongados y procedimientos extensos: “La combinación de viaje largo y una cirugía de más de cuatro horas puede triplicar el riesgo de tromboembolia pulmonar y embolia grasa, dos de las principales causas de muerte en una liposucción“.
El Dr. Pedro indicó que “entre 2017 y 2021, en Estados Unidos se realizaron diecisiete autopsias a pacientes fallecidos por estas complicaciones, y el 80 % había viajado en avión el día previo a la intervención”.
La SCCPRE recomienda pautas estrictas de seguridad para cirugías mayores como la liposucción: “Un vuelo de dos horas requiere llegar a la ciudad de la operación dos días antes, mientras que para vuelos de cuatro horas la llegada debe producirse cuatro días antes“, detalló el Dr. Pedro. Estas medidas buscan reducir el riesgo trombótico y proteger la salud de los pacientes.
La BAAPS, el National Health Service (NHS, sistema público británico) y el Real Colegio de Cirujanos de Inglaterra aconsejan verificar las credenciales del cirujano y del centro de salud, evitar paquetes vacacionales, mantener consultas previas y esperar de cinco a siete días para volar después de una liposucción o cirugía mamaria, o de nueve a diez días tras una abdominoplastia o cirugía facial.
El impacto de estas complicaciones se traduce en hospitalizaciones prolongadas y múltiples cirugías correctivas. El Dr. Pedro subrayó: “En más de la mitad de los casos, los pacientes han requerido ingresos hospitalarios mayores a 24-48 horas, e incluso nuevas operaciones en el sistema público, como la retirada de prótesis infectadas“.
Datos recogidos por la BAAPS muestran que el 66 % de quienes viajaron para someterse a cirugías estéticas no repetiría la experiencia y casi la mitad declara un arrepentimiento absoluto. El Dr. Pedro agregó: “El 88 % de los profesionales ha tratado a pacientes insatisfechos por operaciones en el extranjero, principalmente en Turquía (42 %), Colombia (38 %) y Argentina (18 %)“.
En Argentina, el turismo estético low cost abarca tanto tratamientos médicos como procedimientos quirúrgicos. El Dr. Pedro advirtió que “médicos no especialistas, como pediatras, cardiólogos o psiquiatras, realizan tratamientos estéticos con rellenos faciales, ácido hialurónico o toxina botulínica, o la técnica MELA en consultorios no autorizados“.
Respecto a las cirugías, sostuvo que ”los pacientes suelen ser recogidos en el aeropuerto y llevados a consultorios no habilitados, donde son operados inmediatamente; allí surgen complicaciones, infecciones y una elevada insatisfacción, pues la mayoría de los que practican estos procedimientos no son cirujanos plásticos“.
El presidente de la SCCPRE, Dr. Jordi Mir, afirmó que el 60 % de las liposucciones que realiza corresponden a intervenciones secundarias en pacientes previamente operados, muchos en el marco del turismo estético low cost y con antecedentes de complicaciones.
El Dr. Pedro insistió: “Toda intervención médica estética, ya sea quirúrgica o no, debe ser realizada por especialistas en Cirugía Plástica Estética y Reparadora o en Dermatología, y siempre en clínicas, sanatorios u hospitales con terapia intensiva. La estética es salud“.