Martín Dolina en Segunda Generación: “Siento presión por ser hijo de Alejandro Dolina”

El guionista y músico pasó por el ciclo de Infobae. Contó cómo es el vínculo personal y laboral con su padre, qué desafíos le propuso el streaming y cuál es su opinión sobre el humor en los medios

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Segunda Generación con Martín Dolina: "Con papá nos llegamos a pelear una hora por una palabra"

Martín Dolina es hijo de Alejandro Dolina, reconocido escritor, músico, conductor de radio y de televisión y actor. Desde que nació estuvo en contacto con el arte y los medios de comunicación que influyeron en su formación y le brindaron herramientas para iniciar su carrera a muy corta edad.

Es guionista y músico. Integra el equipo de La venganza será terrible, programa de radio que mezcla el humor, el teatro, la música y la reflexión, conducido por su padre Alejandro, junto a Patricio Barton y Gillespi en radio AM790. Con su hermano, Alejandro Dolina (hijo), y Manuel Moreira, conforman el trio musical Sin nombre que acompaña esas veladas. También participa del programa Edición Especial en LuzuTV con Martín Garabal, Adrián Lakerman y Alexis Moyano.

Los integrantes de La venganza será terrible y el trio musical "Sin nombre".
Los integrantes de La venganza será terrible y el trio musical "Sin nombre".

— ¿Quién es Martin Dolina?

— Para estar acá, el hijo de Alejandro Dolina. Me dedico al arte en distintas disciplinas, soy guionista, músico y algunas otras cosas más.

— Para vos, ¿quién es tu papá?

— Mi papá es un escritor, conductor, cantor, es una especie de hombre renacentista que hace muchas cosas y, a mí criterio, y al criterio supongo que de mucha gente, muy bien.

Martín: “Creo que para la realización personal es necesario salir del seno familiar”. (Maximiliano Luna)
Martín: “Creo que para la realización personal es necesario salir del seno familiar”. (Maximiliano Luna)

— ¿Diferenciás a tu papá del actor?

— La diferencia más grande entre el Dolina casero y el Dolina público creo que es el lenguaje. Él utiliza un lenguaje donde no dice malas palabras, donde tiene una fluidez del lenguaje y está todo el tiempo cuidándolo y en casa es más relajado, por supuesto. Por otro lado, uno al entrar en el mundo del Dolina privado también accede a opiniones menos cuidadas, a opiniones trabajadas, a opiniones en proceso y todavía no resueltas y eso es interesante: verlo pensar, verlo construir el pensamiento.

— ¿Cómo fue tu infancia?

— Fue una infancia feliz y plagada de elementos artísticos que no fueron impuestos. En mi casa no se dio eso de “vos tenés que estudiar guitarra, piano, canto”, pero eran los elementos que había para jugar. Si yo salía al comedor había un piano, había unos muchachos tocando en la guitarra unos tangos,mientras mi papá cantaba, entre ellos, Gabriel Rolón era uno de esos jóvenes guitarristas, entonces no me quedó más remedio que jugar con esas cosas y explorarlas; y me interesaron.

“La diferencia más grande entre el Dolina casero y el Dolina público creo que es el lenguaje, en casa es más relajado”

Dolina junto a sus dos hijos: Alejandro y Martín.
Dolina junto a sus dos hijos: Alejandro y Martín.

— ¿Cuál fue tu primer proyecto?

— Lo primero que hice fue de muy chico en la opereta de mi papá “Lo que me costó el amor de Laura”, donde hice del personaje que hacía mi papá cuando era chico, y yo tenía 11 años y grabé un disco con 11 años.

— ¿Cómo es grabar a los 11 años un disco?

— Horrible. Es una de las experiencias más traumáticas de mi vida. Yo había cantado mucho en actos escolares, en reuniones familiares y todo era festejado y todo resultaba bien, pero el estudio es un lugar más cruel y una grabación es una situación estresante, donde las cosas no salen de una y uno se empieza a frustrar, cuando tiene 11 años más fácilmente. Fue una experiencia bastante fea en ese sentido, después al escuchar el resultado y todas esas cosas es hermoso, escucharse por primera vez con una grabación profesional, mezclado y todo eso es hermoso, pero en el momento fue bastante feo.

— ¿Cuáles son tus inicios?

— Y todo el comienzo de mi adolescencia y mi primera juventud trabajé mucho con mi papá, trabajé en “Bar del infierno” en la tele, coescribiendo con él algunas obras y alguna participación en una novela, en “Cartas marcadas”, después en la tele otra vez en “Recordando el show de Alejandro Molina”. Ahí fui guionista y también canté en teatro varias veces. Toda la primera etapa fue trabajando con mi papá.

— ¿Cómo es trabajar con tu papá?

— Con mi hermano Ale y con mi papá tengo una relación laboral hermosa, en el sentido de que tenemos criterios parecidos estéticos, de creación, y a la vez la confianza de ser familiares, de alguna manera nos permite no ser tan cuidadosos a la hora de hacer una crítica o de luchar, no sé, nos hemos peleado durante una hora para ver qué palabra iba en un guion, pero me resulta hermoso trabajar con ellos. Creo que para la realización personal es necesario salir del seno familiar y explorar cosas que se parezcan más a uno que al padre de uno.

“Grabar un disco a los 11 años fue una de las experiencias más traumáticas de mi vida”

Martín, de pequeño, junto a su padre Alejandro Dolina. (@dolinamartin)
Martín, de pequeño, junto a su padre Alejandro Dolina. (@dolinamartin)

— ¿Cómo es trabajar en un programa de streaming?

— Si bien trabajar en el streaming y antes haber trabajado con Alejandro Dolina aparecen cosas muy distintas, hay algunos patrones que se repiten, sobre todo con las personas que he trabajado en el streaming que es con Martin Garabal, con Adrián Lakerman, con Alexis Moyano, que tienen un estilo de humor y un estilo de pensar el arte y los medios que sí son similares, si bien la tecnología, la plataforma es distinta, los contenidos son más parecidos de lo que podría llegar a pensar uno.

— ¿Cómo ves al mundo de los medios hoy?

— A mi humildísima opinión, me parece que respecto de otros momentos está más pobre y hay menos contenido artístico del que había y menos series, hay menos programas de ficción humorísticos, hay mucho panelismo y en el streaming creo que todavía están en una situación de no explorar porque es un medio audiovisual, pareciera que es radio con cámaras, y son personas sentadas hablando, yo creo que el medio amerita explorar lo visual sobre todo.

— ¿Qué es lo que más te gustaría hacer en los medios?

— Si me dieran algo para hacer en los medios claramente en este momento me daría mucha ilusión hacer un programa humorístico de sketch.

“Si bien trabajar en el streaming y antes haber trabajado con Alejandro Dolina parecen cosas muy distintas, hay algunos patrones que se repiten”

"Es posible que ser el hijo de Dolina potencialmente haya podido abrir alguna puerta, pero creo que no las abrí", admitió Martín. @dolinamartin
"Es posible que ser el hijo de Dolina potencialmente haya podido abrir alguna puerta, pero creo que no las abrí", admitió Martín. @dolinamartin

— Con 39 años, ¿todavía sentís el peso de ser “el hijo de”?

— No siento el peso de ser el hijo de Alejandro Dolina o ser “hijo de”, sé que hay algunas estigmatizaciones, algunas con razón, respecto de “los hijos de” sobre que tienden a ocupar lugares, sobre todo en los medios, que uno pareciera intuir que hay otras personas que lo merecen más, no en mi caso, con casi 40 años recién estoy armando mis primeros pasos en los medios, no tuve el aval de mi papá para que se abrieran otras puertas que no fueran las suyas. Pero creo que siento una presión en general no tanto por ser “hijo de”, sino por ser hijo de Alejandro Dolina, es una persona con un manejo del desarrollo del discurso y del pensamiento que son intimidantes y,entonces, a la hora de estar buscando referencias, lo primero que aparece es mi papá por cercanía, porque es lo que conozco y en general tiende a ser una figura que genera sombra.

— ¿Qué pensás que heredaste de tu papá y de tu mamá?

— De mi papá y de mi mamá creo que heredé sus defectos, con mi hermano siempre nos reímos de eso. Creo que no me doy cuenta de lo que he heredado como virtudes, supongo que jugar al fútbol, tengo una forma de jugar al fútbol, mi papá jugaba muy bien y creo que tuve una concepción del fútbol gracias a él y algunas condiciones parecidas para jugar.

— ¿Qué día sentiste que tus padres necesitaron de vos?

— Voy a ir a un lugar un poco sentimental. Cuando yo nací, a los tres días me operaron de un estallido de bazo y a mis padres, en ese momento, año 84, les dijeron que había 50% de chances de sobrevivir, yo me imagino a esos padres en ese momento deseando que su hijo sobreviva y que necesitaron de mí en ese momento, me necesitaron vivo en ese momento. Y supongo que ahora deben estar arrepentidos.

“Con casi 40 años recién estoy armando mis primeros pasos en los medios, no tuve el aval de mi papá para que se abrieran otras puertas que no fueran las suyas”

Martín sobre La venganza será terrible: "Es una situación extraña la de participar de un programa tan emblemático que existe desde que tengo uso de razón".
Martín sobre La venganza será terrible: "Es una situación extraña la de participar de un programa tan emblemático que existe desde que tengo uso de razón".

— ¿Qué significa para vos el humor?

— Bueno, hay un podcast de Adrián Lakerman que se llama “Comedia” y la última pregunta siempre es “¿para qué sirve el humor”, y yo lo escucho mucho y siempre pienso que hay una respuesta que no han dado todavía que es la que yo daría si me entrevistara a mí Adrián, que es que yo siento que el humor es de las cosas más humanas que hay, no parece la naturaleza tener humor, no parece verse en el comportamiento de la naturaleza recursos humorísticos, entonces entre tantos defectos del ser humano creo que el humor es uno de sus pocas virtudes que son singulares a la especie.

— ¿Qué es “La venganza será terrible” siendo el hijo de Dolina?

— “La venganza será terrible”, el programa de mi padre, creo que es el sonido blanco de toda mi vida. Yo nací y al poco tiempo estaba arrancando el programa, que tiene casi 40 años como yo, y en un momento empecé a trabajar en “La venganza”, que era el programa que yo escuchaba de chico, con el que me dormía y con el que a veces hasta me despertaba en el medio de la noche y es una situación extraña esa, la de participar de un programa tan emblemático y a la vez que existe desde que yo tengo uso de razón y un poquito antes.

— ¿Cuál creés que es la clave para que “La venganza” siga existiendo?

— No sé si hay una fórmula por la cual “La venganza” permanezca a lo largo del tiempo. “La venganza” es Alejandro Dolina, es mi papá y son las ganas de mi papá de todos los días tener algo para hacer que lo entretenga, que lo divierta. Después creo que el mismo programa, si uno hace un recorrido desde sus comienzos hasta hoy, ha cambiado, no sólo de sus integrantes, sino de estilo, de manejo de humor y creo que en algunas cosas es mejor, lo cual es raro. Es atípico un programa tan longevo que se sienta actual, que se sienta vigente.

— ¿Qué sentimiento tenés cuando ves a tu papá?

— Cuando veo a mi papá hoy veo a una persona que,sin importar la edad que tenga, el camino recorrido, siempre sigue mirando hacia adelante y no se queda mirando hacia atrás, ni se duerme en los laureles, está pensando siempre cuál es el próximo proyecto, cómo mejorar, seguir estudiando, seguir leyendo.

— ¿Sentís que tu apellido te abrió puertas?

— En mi caso creo que es posible que ser “el hijo de Dolina” potencialmente haya podido abrir alguna puerta, pero creo que no las abrí y creo que las puertas, llamándole “puertas” a oportunidades en el medio, creo que las fui tomando en base a lo que fue apareciendo en mi vida por mi cuenta, no me apreció nunca una buena idea instalarme en algún lugar pidiéndole a mi papá que intercediera y no creo tampoco que él hubiese podido hacer algo al respecto. No tanto por su poder, sino por su comportamiento social. No siento que haya, en el caso potencial, sabido hacer eso de alguna manera.

— ¿Creés que es difícil entrar a los medios?

— Creo que hace poco me fui dando cuenta de que había mucho desconocimiento al respecto de lo que implicaba trabajar en los medios y las dificultades económicas, laborales y de todo tipo que hay. Para la gente que le gusta es muy grato, es muy lindo, pero no es fácil, la cantidad de programas, de proyectos que no proliferan, la cantidad de horas que hay que dedicarle a algunas cosas que pareciera que no, esa cuestión de no poder desenchufarse del todo, el teléfono está ahí a cualquier hora y puede suceder algo, debe suceder algo, es difícil. Además, no es un medio al que sea fácil acceder, no es que uno dice:”Voy a estudiar para ser conductor de un programa de televisión” y entonces manda un currículum a un canal y dicen: “Ah, qué buen currículum, vamos a darle un programa a esta persona”. Es más complejo, hay relaciones de lobby, relaciones de cantidad de seguidores de los conductores, cosas que se miden que son distintas que a un trabajo normal y creo que eso lo hace más complicado para permanecer y para ingresar sobre todo.

— ¿Cómo te manejas con la presión de las redes?

— Mi vínculo con las redes es de respeto, las utilizo pero no me las tomo en serio, no siento que mi vida real esté ahí en las redes, trato de cuidarlo, no porque me dé pudor mostrar mi vida ni nada por el estilo, pero siento que mi vida no cambia si una foto que subí, que yo esperaba que le fuera bien, no tiene tantos “me gusta”, y veo a personas que se están preocupando mucho por ese tipo de cosas, entonces trato de que mi vida no se vaya en eso.

— ¿Viste alguna vez sufrir a tu papá por amor?

— No he hecho otra cosa que ver a mi padre sufrir por amor. Sí, mi papá es una persona que toda su vida la rige y la justifica por la existencia del amor y creo que en eso también está el amor por sus hijos y el amor por sus seres queridos, pero sobre todo el amor romántico. Yo no sé si soy exactamente así, le doy una importancia grande, pero a veces siento que cuando uno puede despojarse por un rato de esas inquietudes puede aprovechar mejor el tiempo para optimizarse en algún que otro rubro, por un rato, después lo importante sigue siendo lo mismo.

“No he hecho otra cosa que ver a mi padre sufrir por amor”

Martín: “No he hecho otra cosa que ver a mi padre sufrir por amor. (Maximiliano Luna)
Martín: “No he hecho otra cosa que ver a mi padre sufrir por amor. (Maximiliano Luna)

— ¿Qué cosas te dan miedo?

— Las cosas que me dan miedo son incontables, pero son todas abstractas, me da miedo la muerte, el paso del tiempo, el olvido, me da miedo cometer errores, me da miedo quedar, como inevitablemente voy a quedar, como un estúpido, le tengo mucho temor a muchas cosas.

— ¿Cómo te llevas con la incertidumbre?

— Ni bien me levanto estoy en contacto con mis incertidumbres, no soy una persona de certezas, todo el tiempo estoy cuestionando aquello que elijo, aquello que creo que me gusta, yo desconfío un poco de las personas que determinan que le gustan tales cosas, yo los pongo en juego y los cuestiono y lo sigo eligiendo, en tal caso, día a día. Pero, desde mis vínculos amorosos, desde mi vínculo con mis amigos, de lo laboral, a qué dedicarme o qué película ver, todo lo cuestiono. Soy un gran cuestionador.

— ¿Qué mensaje te gustaría dejar a las futuras generaciones?

— Si tuviera que dejar un mensaje para las futuras generaciones sería: no escuchen nunca a una persona que deja un mensaje para las próximas generaciones.

Mirá la entrevista completa:

Segunda Generación con Martín Dolina