La película que aterró a generaciones y cuya historia no ha perdido vigencia llegó a HBO Max

“Los pájaros”, el clásico de Alfred Hitchcock, es una de las obras cumbre del aclamado director

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"Los pájaros": el presupuesto de la película fue de aproximadamente $3.300.000 y recaudó $11.400.000  (Créditos: Universal Pictures)
"Los pájaros": el presupuesto de la película fue de aproximadamente $3.300.000 y recaudó $11.400.000 (Créditos: Universal Pictures)

Para cuando estrenó Los pájaros (The Birds, 1963), Alfred Hitchcock era el director de cine más popular del mundo. Su nombre y su rostro eran conocidos a nivel mundial. No solo por una filmografía única, sino también por la exitosa serie de televisión Alfred Hitchcock presenta. Los pájaros es considerada por muchos como la última obra maestra del director, uno de los pocos realizadores sobre los cuales es difícil decidirse acerca de cuál es su película más lograda. No es necesario hacerlas competir, pero el trío previo a Los pájaros es insólitamente bueno en cualquier tiempo y lugar de la historia del cine. Vértigo (1958), Intriga internacional (1959) y Psicosis (1960). Tiene otras maravillas en los años previos, pero lo diferentes y perfectas que son estas tres no deja de ser asombroso. Aunque está un poco separada en el tiempo, Los pájaros podría tomarse como el cuarto as de este período de madurez y perfección técnica, temática y narrativa.

Los pájaros es una adaptación muy libre de un relato de Daphne du Maurier, autora británica que ya había servido de inspiración a Alfred Hitchcock en Jamaica Inn (1939) y Rebecca (1940). No solo cambia la historia, sino también los temas y el sentido de todo lo que ocurre. La protagonista es Melanie Daniels (Tippi Hedren) una joven de clase alta hija de un magnate periodístico de San Francisco. Melanie está en una tienda de mascotas buscando el encargo de una tía cuando entra Mitch Brenner (Rod Taylor), un exitoso abogado de quien ella se enamora a primera vista. Se hace pasar por vendedora pero termina haciendo el ridículo, porque no conoce el tema y porque a su vez Mitch la reconoce por sus escándalos públicos.

La película no utiliza música incidental, experimentando con lapsos de silencio para aumentar la tensión. (Créditos: Universal Pictures)
La película no utiliza música incidental, experimentando con lapsos de silencio para aumentar la tensión. (Créditos: Universal Pictures)

Mitch busca una pareja de pájaros del amor que no pueden entregarle hoy, por lo que se va del negocio sin las aves que son un regalo para su pequeña hermana. Melanie, osada e irresponsable, compra los pájaros y al otro día busca el paradero de Mitch, terminando en el pequeño pueblo costero de Bodega Bay para sorprender al hombre y a su hermana. Pero desde el principio de la película hay algo ominoso en el cielo, los pájaros están inquietos y cuando ella llegue al pueblo, uno la atacará. Eso será tan sólo el inicio de una catástrofe sin explicaciones que tiene a las aves como protagonistas.

Los pájaros califica como película de terror, también como cine catástrofe y no le falta ni humor ni melodrama. La historia romántica entre Melanie y Mitch convive con el ataque de los pájaros y hasta se puede interpretar que en algún aspecto está vinculada con estos. Hay tres mujeres adultas en la trama, las tres interesadas en el mismo hombre. Melanie, la maestra de escuela Annie Hayworth (Suzanne Pleshette) y, cómo siempre en Hitchcock, la madre de Mitch, Lydia (Jessica Tandy). Melanie es una joven impulsiva, imprudente y avasallante que llega a Bodega Bay junto con el desastre. La madre de Mitch no la ve con buenos ojos, así como tampoco la resignada maestra, enamorada del joven.

Hitchcock combinó aves entrenadas y mecanizadas para dar realismo a las escenas de ataques de pájaros. (Créditos: Universal Pictures)
Hitchcock combinó aves entrenadas y mecanizadas para dar realismo a las escenas de ataques de pájaros. (Créditos: Universal Pictures)

Como ocurre siempre en el cine de Alfred Hitchcock, el filme tiene escenas que han quedado para siempre en el imaginario popular. La manera en que el director arma cada momento culminante es una muestra cabal de lo que él mismo llamaba cine puro. La película es tan visual que no necesita otra herramienta más que la cámara y el montaje para grabarse en la memoria de los espectadores. El realizador es considerado el mago del suspenso, y ese recurso no es otra cosa más que manipular las emociones del espectador al límite. La escena en la que Melanie espera la salida de los niños de la escuela es una pieza sublime de lenguaje cinematográfico y no es la única gran secuencia.

El detalle que muestra el talento de Hitchcock, casi vanguardista, es que la película no tiene una partitura musical. El genio de Bernard Herrmann, el músico habitual de Hitchcock en aquellos años, armó una banda de sonido con efectos sonoros de pájaros, pero no música. ¿Quién imaginaría hoy una película de terror y suspenso que no utilice una orquesta para reforzar la angustia de los espectadores? Sólo uno capaz de filmar como los dioses, sólo uno como Alfred Hitchcock.

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