El Gobierno ratificó su cercanía con el régimen de Nicolás Maduro al invitar a un acto en la embajada argentina a la vicepresidenta chavista

Delcy Rodríguez, quien hace cinco años no pisaba la sede diplomática en Caracas, participó el último viernes de los homenajes por el 25 de Mayo y envió “un saludo fraternal al pueblo argentino” en nombre del dictador

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El encargado de Negocios para Venezuela, Eduardo Porretti, junto a la número dos del régimen bolivariano

Como cierre de una semana en la que el Gobierno ejecutó distintos movimientos geopolíticos que marcaron el camino de su política exterior, la gestión de Alberto Fernández ratificó su cercanía con el régimen de Nicolás Maduro: invitó a la vicepresidenta del dictador, Delcy Rodríguez, a un acto realizado el último viernes en la embajada argentina en Venezuela para celebrar un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo.

Si bien se trató de un evento protocolar, fue un importante gesto simbólico por parte de la poderosa funcionaria chavista, que tiempo atrás fue canciller de su país, ya que no pisaba esa sede diplomática ubicada en la ciudad de Caracas desde hacía unos cinco años.

Dos días atrás, Rodríguez fue recibida por el Encargado de Negocios de la Embajada, Eduardo Porretti, quien auspició de anfitrión y no podría haber actuado sin el consentimiento del ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá.

El encuentro se produjo pocos días después de que la Argentina retirara su apoyo a la demanda que el Grupo de Lima, el cual abandonó en marzo pasado, interpuso en 2018 ante la Corte Penal Internacional (CPI) para que se investigara al régimen de Maduro por haber cometido crímenes de lesa humanidad contra la población venezolana.

Cuando se presentó esta iniciativa, el entonces presidente Mauricio Macri manifestó su apoyo, al igual que lo hicieron los líderes de Canadá, Chile, Colombia, Paraguay y Perú, que también integran este bloque. Esa fue la primera vez en la historia que un conjunto de Estados demandó a un tercero ante ese tribunal, cuya misión es juzgar a las personas acusadas de cometer crímenes de genocidio, guerra y agresión.

No obstante, recientemente la embajada argentina en Holanda le envió una carta al CPI, que tiene sede en La Haya, anunciándole que el Gobierno se retiraba “de dicha remisión, como así también de toda presentación realizada en ese marco”.

El encuentro se realizó en la embajada argentina en Caracas

En este contexto, aparece la visita a la sede diplomática en Caracas de Delcy Rodríguez, quien junto a su hermano Jorge, presidente de la ilegítima Asamblea Nacional, maneja gran parte del poder que tiene la dictadura venezolana.

La vicepresidenta de Maduro evitó asistir a la embajada durante los cuatro años de gestión de Macri, cuando las relaciones entre ambos países llegaron a un punto alta de tensión, aunque hasta ahora tampoco lo había hecho en los más de 17 meses que lleva Alberto Fernández en la Casa Rosada, ni siquiera para encuentros informales.

Su participación en el acto por los 211 años de la Revolución de Mayo fue difundida por todos los medios de comunicación oficiales del chavismo, pero no fue mencionada por la Cancillería argentina. En el evento no faltaron los saludos amistosos ni los elocuentes discursos, muy habituales entre los líderes de la dictadura, haciendo referencia a “la Patria Grande” y a las gestas históricas del Libertador Simón Bolivar, héroe venezolano.

La vicepresidenta del régimen dio un discurso durante el acto (Twitter: @ViceVenezuela)

Además de enviar “un saludo fraternal” en nombre Nicolás Maduro “al pueblo argentino a propósito de la conmemoración” de un nuevo 25 de mayo, el régimen destacó, en un comunicado que emitió tras el homenaje, a las figuras de los ex presidentes Néstor Kirchner, Hugo Chávez, Lula da Silva y Rafael Correa.

“Argentina, una gran nación con un gran desarrollo científico-tecnológico, una infraestructura industrial gigante al servicio del pueblo venezolano, y el pueblo venezolano también puso al servicio de Argentina el desarrollo energético”, señaló Delcy Rodríguez.

Estos vínculos representan un giro de 180 grados con respecto a la relación que el chavismo tenía con la Casa Rosada durante la gestión de Macri, cuando la actual vicepresidenta de Maduro, que en ese entonces era todavía canciller, ingresó por la fuerza a la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores en Buenos Aires para asistir a la XI Reunión Extraordinaria del Consejo del Mercado Común (CMC), a pesar de no haber sido invitada

En 2019, su hermano Jorge comenzó a recorrer el camino diplomático para un nuevo acercamiento entre la dictadura y el Gobierno argentino, vínculo que se consolidó con el kirchnerismo, cuando asistió a la asunción de Alberto Fernández como Presidente.

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