Al igual que la semana pasada, organizaciones sociales cortaron todos los carriles de la avenida 9 de Julio y se congregaron frente a la sede del Ministerio de Desarrollo Social, en la intersección con Moreno, en reclamo de que se vuelvan a otorgar planes de empleo a beneficiarios que fueron dados de baja.
La jornada de movilizaciones comenzó a la mañana. Desde las 10, las agrupaciones, lideradas por Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), se concentraron en la intersección de las avenidas 9 de Julio y Corrientes.
Bajo el lema "Basta de Ajuste en los Programas Sociales", los manifestantes marcharon luego hasta la sede de ANSeS, ubicada en Córdoba al 700.
Esta tarde, desde las 15, los militantes, con el apoyo del Polo Obrero, se volvieron a reunir y cerca de las 17 trasladaron su reclamo a las puertas del ministerio que lidera Carolina Stanley. Su deseo era concretar un encuentro con las autoridades. Y nuevamente como la semana pasada, algunos de los convocados manifestaron su intención de instalar carpas frente al Ministerio, lo que finalmente no sucedió.
"Hasta que se abran puestos de trabajo exigimos que se garantice la continuidad de todos los beneficiarios dados de baja por la Secretaría de Trabajo, que dejó sin ningún medio para paliar la desesperante situación de miseria que desplaza a miles de familias a la indigencia", expresaron los dirigentes a través de un comunicado.
La medida se produjo luego de la reunión del martes pasado entre el Secretario de Articulación de Políticas Sociales Carlos Pedrini y referentes sociales, tras el que el Gobierno anunció el incremento escalonado de $ 1.500 (el 25%) en los programas de empleo, que terminará de impactar en julio. Esta resolución implica que los $ 6.000 mensuales que se abonan hasta ahora, pasen a $ 6.250 en mayo, $ 7.000 en junio y $ 7.500 en julio.
Pasadas las 20 la protesta acabó y los concurrentes desalojaron la avenida. Según informaron ellos mismos tras contactos informales, se fueron con "la promesa de la apertura de programas para que cualquier persona que tenga una necesidad enorme se puedan inscribir y tener una asistencia de parte del Estado", dijo a Crónica el militante del FIT Eduardo Belliboni.
La movilización generó un caos de tránsito. La marcha coincidió con otras protestas que realizaron los taxistas en diferentes puntos de la Ciudad de Buenos Aires contra las empresas UBER y Cabify. En tanto, docentes y padres se concentraron frente al Ministerio de Educación porteño para pedir que se aumenten las vacantes en los colegios públicos.
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