Mauricio Macri almorzará con Donald Trump en la Casa Blanca el 27 de abril

En el encuentro, que tendrá una duración estimada de 90 minutos, los presidentes abordarán una agenda que incluye la relación comercial, la situación de Venezuela, el avance de China en la región y acuerdos en seguridad nacional

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Una jornada de trabajo. Esa fue la definición que utilizaron en Washington para describir la visita que hará Mauricio Macri a Donald Trump, el próximo 27 de abril. El Presidente de los Estados Unidos invitó a almorzar al Presidente de la Argentina, en un encuentro que se planifica como informal y con una duración aproximada de noventa minutos. Si no hay cambios de último momento, Macri y Trump estarán solos y abordarán una agenda diplomática que incluye la relación comercial entre ambos países, la situación en Venezuela, el avance de China en la región y los acuerdos vinculados a la seguridad nacional.

Es la primera vez en la historia de las relaciones entre Argentina y Estados Unidos que se utiliza este formato para un encuentro presidencial en Washington. Habitualmente se establece una visita de Estado o una visita Oficial, pero nunca sucedió que un presidente americano invite por escasas horas a un presidente argentino. De todas maneras, nada debería sorprender con Trump: convocó a Xi Jinping, el líder de China, a cenar a Mar a Lago, su mansión personal que tiene en Florida y está muy alejada de los medios de comunicación, los servicios de inteligencia y el establishment de DC.

Como no se prevén reuniones entre ambos gabinetes, Macri viajaría con una comitiva reducida y no estaría más de dos días en Washington. El Presidente fue invitado a dar una conferencia en la US Chamber of Commerce y está evaluando la posibilidad de hacer una visita al Capitolio.

Una agenda apretada, porque la reunión con Trump será corta y con temas muy específicos.

Macri quiere rescatar los acuerdos firmados con Barack Obama, que incluye la posibilidad de exportar limones a Estados Unidos, y bloquear una demanda por dumping que empresarios americanos presentaron contra la exportación de biodiesel. El presidente argentino valora estas exportaciones y hará un planteo puntual al magnate que conoció hace mucho tiempo en New York City.

La situación de Venezuela también será analizada en el almuerzo que se ofrecerá en la Casa Blanca. Macri y Trump coinciden respecto al régimen de Nicolás Maduro y ambos pretenden una transición ordenada para evitar una tragedia en un país que posee la mayor riqueza petrolera de América Latina. Estados Unidos y Argentina juegan juntos en la crisis venezolana y la reunión servirá para definir una secuencia diplomática que incluirá Mercosur, la OEA y Naciones Unidas.

Macri tiene previsto viajar a China en mayo, y no quería llegar a Pekín sin conocer la perspectiva política que maneja Trump respecto a la potencia mundial que ya compite sin ataduras contra Estados Unidos. El presidente tiene que ajustar detalles importantes en los negocios que cerró Cristina Fernandez con empresas chinas y no quiere tener ruidos diplomáticos con Washington. Macri debe decidir las condiciones finales para la construcción de dos centrales nucleares y al menos dos represas hidroeléctricas que se harán con tecnología y financiamiento aprobado en Pekín. Cuatro obras que por su magnitud económica y geopolítica son observadas con atención en la Casa Blanca.

Será la primera visita de un presidente del bloque Mercosur a DC, una señal que ratifica el liderazgo que asumió Macri en la región. Al presidente argentino no le importará llegar sin embajador acreditado en Washington. Trump tampoco tiene representante en Buenos Aires. Un símbolo de los nuevos tiempos: en otra época, las relaciones diplomáticas se construían fundamentalmente con embajadores y las visitas de estado se prolongaban por tres o cuatro días. Ese mundo ya no existe.

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