La Policía Nacional del Perú (PNP) convirtió una caricatura de circulación diaria en una pieza gráfica de resonancia internacional. Esto debido a que su comandante general, el general PNP Víctor Zanabria, envió al Grupo La República una carta notarial exigiendo que el artista Carlos Tovar Samanez, mejor conocido como ‘Carlín’, se disculpe y rectifique por su creación, de lo contrario, enfrentarían un proceso penal por difamación.
Este atentado contra la libertad de expresión ha colocado los ojos del mundo en la caricatura que fue publicada el 30 de enero de 2024 en el diario La República. En ella, ‘Carlín’, basándose en denuncias ciudadanas sobre miembros de la PNP que delinquen pese al uso del uniforme de la institución, trata de describir una realidad que atenta contra la seguridad ciudadana en el Perú.
Desde que la Policía Nacional anunció su intención de emprender acciones legales en contra del autor de esta pieza de humor, y el medio desde donde fue divulgada, por considerar que “ridiculiza” a sus miembros, no solo la Asociación Nacional de Periodistas (ANP), el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) y el Consejo de la Prensa Peruana (CPP) se han manifestado en apoyo al caricaturista y el periódico en cuestión, sino que también han recibido apoyo internacional.
Caricaturistas por la Paz con ‘Carlín’
A través de su portal web, Cartooning for Peace (Caricaturistas por la Paz), una red de dibujantes de todo el mundo que tiene como fin defender la libertad de expresión, los derechos humanos y el respeto mutuo entre poblaciones de culturas y creencias diversas, mediante el lenguaje universal de la viñeta de prensa, se pronunció a favor de Carlos Tovar Samanez.
“El viernes 2 de febrero, el caricaturista y el diario La República recibieron una carta notariada de la policía, pidiéndoles que se disculparan y rectificaran su publicación en un plazo de 48 horas o enfrentarían un proceso penal por difamación. Según el artículo 132 del Código Penal peruano, este delito conlleva una pena de uno a tres años de prisión, en contravención de la jurisprudencia interamericana que excluye cualquier pena de prisión para los delitos de prensa”, explica a los usuarios internacionales el portal.
En su mensaje, Caricaturistas por la Paz da cuenta que la “ANP prevé 206 ataques a la prensa en 2021 y 303 ataques en 2022, en un contexto de marcada crisis política. En el puesto 77 de 180 en la Clasificación Mundial de Libertad de Prensa de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en 2022, Perú cayó al puesto 110 en 2023″.
Estos son solos unos de los motivos por lo que también ‘Carlín’ ha recibido el apoyo por parte de la Asociación Mundial de Editores de Noticias (WAN-IFRA), que condena este acoso legal, y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Caricaturistas peruanos también lo respaldaron
Tras las primeras acciones de la PNP, varios artistas gráficos decidieron respaldar a su colega. No solo lo hicieron a través de palabras de solidaridad o mensajes de aliento, sino que también se expresaron mediante el arte. Luis Rossell presentó una viñeta en la que mostraba una conversación entre tres efectivos policiales tras intervenir un conductor en estado de ebriedad. Ellos comienzan a cuestionar la veracidad de un “billete raro” que fue entregado por el chofer de la unidad. “Esto (el billete) es más falso que el operativo”, termina diciendo uno de los agentes.
En tanto, Andrés Edery graficó con humor el intento de criminalizar la libertad de expresión. Dentro de la caricatura se resalta la afirmación “este dibujo que ha hecho no nos ha gustado. Usted dirá cómo arreglamos...”; haciendo referencia a una de las principales frases usadas por malos elementos de la PNP que piden sobornos o coimas a los conductores para evitar ponerles papeletas.
La palabra de ‘Carlín’
Tras ser notificado sobre las acciones legales que la Policía Nacional emprendió en su contra, el artista peruano ‘Carlín’ lamentó que el titular del Ministerio del Interior (Mininter), Víctor Torres Falcón, cabeza de la institución, tampoco haya intervenido para frenar este atentado que empaña la libertad de expresión en el país.
“Eso es otra mala señal, que es preocupante. Ya no sé hasta dónde piensan llegar con esto. Por supuesto, este caso lo van a perder en el terreno judicial, en el terreno de los tribunales, aunque fuera en últimas sedes nacionales o internacionales; y, además, de que ya lo están perdiendo en el terreno de la opinión pública”, manifestó.