Neuralgia del trigémino: causas, síntomas y tratamiento

Para tratar un padecimiento hay que conocer sus causas, síntomas y hasta el estado de salud del paciente

Existen varas formas para diagnosticar este padecimiento (Infobae/Jovani Pérez)

La neuralgia del trigémino es una afección que provoca sensaciones dolorosas similares a una descarga eléctrica en un lado de la cara. Esta afección de dolor crónico afecta el nervio trigémino, que trasmite las sensaciones de la cara al cerebro. Si tienes neuralgia del trigémino, incluso la estimulación leve del rostro, como al lavarte los dientes o al maquillarte, puede desencadenar un dolor atroz repentino.

Al principio, es probable que tengas ataques leves y breves. Pero la neuralgia del trigémino puede progresar y causar episodios de dolor quemante más prolongados y frecuentes. La neuralgia del trigémino afecta a las mujeres con mayor frecuencia que a los hombres y es más probable que se produzca en las personas mayores de 50 años.

Debido a la variedad de opciones de tratamiento disponibles, tener neuralgia del trigémino no necesariamente significa que estarás condenado a una vida de dolor. En general, los médicos pueden controlar la neuralgia del trigémino de manera eficaz con medicamentos, inyecciones o cirugía.

Síntomas

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Los síntomas de neuralgia del trigémino pueden comprender uno de estos patrones o más: Episodios de dolor intenso, fulgurante o punzante que puede percibirse como una descarga eléctrica Ataques espontáneos de dolor o ataques desencadenados por actos como tocarse el rostro, masticar, hablar o lavarse los dientes Ataques de dolor que duran desde unos pocos segundos hasta varios minutos Dolor que se presenta con espasmos faciales Episodios de varios ataques que duran días, semanas, meses o más (algunas personas atraviesan períodos en que no sienten ningún dolor) Dolor en las zonas inervadas por el nervio trigémino, como la mejilla, la mandíbula, los dientes, las encías, los labios o, con menor frecuencia, los ojos y la frente Dolor que afecta un solo lado del rostro a la vez Dolor concentrado en un solo lugar o que se trasmite en un patrón más amplio Dolor que pocas veces se presenta por la noche al dormir Ataques que se hacen más frecuentes e intensos con el tiempo

Cuándo debes consultar a un médico

Si tienes dolor facial, especialmente un dolor prolongado o recurrente, o un dolor que no se alivia con analgésicos de venta libre, consulta con tu médico.

Diagnóstico

El médico diagnosticará neuralgia del trigémino principalmente según la descripción del dolor, que comprende lo siguiente: Tipo. El dolor relacionado con la neuralgia del trigémino es repentino, sorpresivo y breve. Ubicación. Las partes del rostro afectadas por el dolor le indicarán al médico si el nervio trigémino está afectado. Desencadenantes. En general, el dolor relacionado con la neuralgia del trigémino se produce al comer, al hablar, por un leve roce del rostro o incluso al sentir una brisa de aire fresco.

El médico puede realizar varias pruebas para diagnosticar neuralgia del trigémino y determinar las causas subyacentes de la afección, entre ellas, las siguientes: Un examen neurológico. Tocar y examinar las partes del rostro puede ayudar al médico a determinar de manera exacta dónde se produce el dolor y, si sospecha que tienes neuralgia del trigémino, qué ramificaciones del nervio trigémino pueden estar afectadas. Las pruebas de reflejos también pueden ayudar al médico a determinar si la causa de los síntomas es una compresión del nervio u otra afección. Resonancia magnética. Tu médico puede pedir que se te haga una resonancia magnética de la cabeza para determinar si la causa de la neuralgia del trigémino es esclerosis múltiple o un tumor. En algunos casos, el médico puede inyectar un tinte en un vaso sanguíneo para visualizar las arterias y las venas y para resaltar el flujo sanguíneo.

Cada enfermedad tiene uno o varios tratamientos que seguir para combatirla (Europa Press)

Por lo general, el tratamiento de la neuralgia del trigémino comienza con medicamentos y algunas personas no necesitan ningún tratamiento adicional. Sin embargo, con el paso del tiempo, algunas personas con esta enfermedad pueden dejar de responder a los medicamentos o pueden padecer efectos secundarios desagradables. Para esas personas, las inyecciones o la cirugía proporcionan otras opciones de tratamiento para la neuralgia del trigémino.

Si tu trastorno se debe a otra causa, como la esclerosis múltiple, tu médico tratará el trastorno de fondo.

Medicamentos

Para tratar la neuralgia del trigémino, el médico generalmente recetará medicamentos para disminuir o bloquear las señales de dolor que se envían al cerebro.

Anticonvulsivos. En general, los médicos recetan carbamazepina (Tegretol, Carbatrol u otros) para la neuralgia del trigémino y se demostró que es eficaz en el tratamiento de la enfermedad. Otros medicamentos anticonvulsivos que pueden utilizarse para tratar la neuralgia del trigémino son oxcarbazepina (Trileptal, Oxtellar XR), lamotrigina (Lamictal), valproato y fenitoína (Dilantin, Phenytek, Cerebyx). También pueden utilizarse otros medicamentos, como clonazepam (Klonopin), topiramato (Qysmia, Topamax u otros), pregabalina (Lyrica) y gabapentina (Neurontin, Gralise, Horizant).

Si el anticonvulsivo que utilizas comienza a perder eficacia, el médico puede aumentar la dosis o cambiar a otro tipo de anticonvulsivo. Los efectos secundarios de los anticonvulsivos pueden incluir mareos, desorientación, somnolencia y náuseas. Además, la carbamazepina puede provocar una reacción grave al medicamento en algunas personas, principalmente en las de ascendencia asiática, por lo que es posible que te recomienden pruebas genéticas antes de comenzar a tomar carbamazepina. Espasmolíticos. Los miorrelajantes, como el baclofeno (Gablofen, Lioresal, Ozobax), pueden usarse solos o en combinación con carbamazepina. Los efectos secundarios pueden incluir desorientación, náuseas y somnolencia. Inyecciones de bótox. Se demostró en estudios a pequeña escala que las inyecciones de toxina onabotulínica tipo A (bótox) pueden reducir el dolor que provoca la neuralgia del trigémino en las personas que ya no sienten alivio con medicamentos. Sin embargo, deben hacerse más investigaciones antes de usar ampliamente este tratamiento para esta afección.

Cirugía

Las opciones quirúrgicas para la neuralgia del trigémino incluyen las siguientes:

Descompresión microvascular. Este procedimiento implica la reubicación o la eliminación de vasos sanguíneos que están en contacto con la raíz del trigémino para evitar que el nervio funcione incorrectamente. Durante la descompresión microvascular, el médico hace una incisión detrás de la oreja del lado donde se produce el dolor. A continuación, a través de un pequeño orificio en el cráneo, el cirujano aleja del nervio trigémino las arterias que están en contacto con este y coloca un material aislante suave entre el nervio y las arterias.

Si una vena comprime el nervio, el cirujano puede extirparla. Los médicos también pueden cortar una parte del nervio trigémino (neurectomía) durante este procedimiento si las arterias no presionan el nervio.

La descompresión microvascular puede eliminar o reducir el dolor satisfactoriamente por muchos años, pero este puede regresar en 10 años en 3 de cada 10 personas. La descompresión microvascular tiene algunos riesgos, entre ellos, disminución de la audición, debilidad facial, entumecimiento facial, accidente cerebrovascular u otras complicaciones. La mayoría de las personas que se someten a este procedimiento no padecen entumecimiento facial posteriormente.

Radiocirugía estereotáctica del cerebro (bisturí de rayos gamma). En este procedimiento, un cirujano dirige una dosis de radiación focalizada a la raíz del nervio trigémino. En este procedimiento se utiliza radiación para dañar el nervio trigémino con el fin de reducir o eliminar el dolor. El alivio se produce progresivamente y puede tardar hasta un mes.

La radiocirugía estereotáctica del cerebro elimina el dolor de manera satisfactoria en la mayoría de las personas. Sin embargo, como en el caso de todos los procedimientos, existe un riesgo de recurrencia, usualmente de 3 a 5 años. Si el dolor recurre, se puede repetir el procedimiento o hacer uno alternativo. El entumecimiento facial es un efecto secundario común y puede ocurrir meses o años después del procedimiento.

Pueden usarse otros procedimientos para tratar la neuralgia del trigémino, como la rizotomía. En una rizotomía, el cirujano destruye fibras nerviosas para reducir el dolor, lo que causa cierto grado de entumecimiento facial. Entre los tipos de rizotomía se incluyen los siguientes:

Inyección de glicerol. Durante este procedimiento, el médico inserta una aguja a través del rostro y por una abertura en la base del cráneo. El médico dirige la aguja hacia la cisterna del trigémino, que es un pequeño saco de líquido cefalorraquídeo que rodea el ganglión del nervio trigémino (donde el nervio trigémino se divide en tres ramificaciones) y una parte de su raíz. A continuación, el médico inyectará una pequeña cantidad de glicerol estéril, que daña el nervio trigémino y bloquea las señales de dolor.

A menudo, este procedimiento alivia el dolor. Sin embargo, algunas personas tienen recurrencia del dolor posteriormente y muchas presentan hormigueo o entumecimiento facial.

Compresión con globo. En la compresión con globo, el médico inserta una aguja hueca a través del rostro y la dirige hacia una parte del nervio trigémino que atraviesa la base del cráneo. A continuación, el médico enhebra un tubo delgado y flexible (catéter) con un globo en el extremo a través de la aguja. El médico infla el globo con suficiente presión para dañar el nervio trigémino y bloquear las señales de dolor.

La compresión con globo controla el dolor satisfactoriamente en la mayoría de las personas, al menos durante un tiempo. La mayoría de las personas en las que se lleva a cabo este procedimiento padecen entumecimiento facial, al menos temporalmente.

Ablación térmica por radiofrecuencia. En este procedimiento se destruyen, de manera selectiva, fibras nerviosas asociadas con el dolor. Mientras estás sedado, el cirujano inserta una aguja hueca a través del rostro y la dirige hacia una parte del nervio trigémino que atraviesa una abertura en la base del cráneo.

Una vez que la aguja esté posicionada, el cirujano te despertará brevemente de la sedación. El cirujano inserta un electrodo a través de la aguja y envía una corriente eléctrica leve a través de la punta de este. Se te pedirá que indiques cuándo y dónde sientes hormigueo.

Cuando el neurocirujano localiza la parte del nervio relacionada con el dolor, se te vuelve a sedar. Luego, el electrodo se calienta hasta dañar las fibras nerviosas, lo que genera una zona de daño (lesión). Si el dolor no desaparece, el médico puede generar más lesiones.

En general, la ablación térmica por radiofrecuencia causa cierto grado de entumecimiento facial después del procedimiento. El dolor puede reaparecer después de 3 o 4 años.

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