Esta vitamina es esencial para el cuidado y mantenimiento de los riñones

Una dieta saludable es la clave para prevenir enfermedades que afecten a la salud renal

La vitamina D es esencial para el cuidado de los riñones. Diseño: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

La vitamina D no solo es esencial para la salud ósea, sino que también desempeña un papel crucial en el funcionamiento adecuado de los riñones y en la prevención de enfermedades crónicas.

Este nutriente, que el cuerpo puede sintetizar a través de la exposición solar o adquirir mediante la dieta y suplementos, regula el metabolismo de minerales como el calcio y el fósforo, fundamentales para la salud renal. Además, investigaciones han señalado que su deficiencia puede agravar condiciones como la enfermedad renal crónica (ERC) y otros trastornos metabólicos.

La relación entre la vitamina D y los riñones

Según un informe publicado en Nefrología al día, los riñones son órganos clave en la regulación del calcio y el fósforo en el cuerpo, y la vitamina D juega un papel esencial en este proceso.

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Este nutriente ayuda a los riñones a filtrar el calcio en la sangre y a prevenir la acumulación excesiva de fósforo, un desequilibrio que podría causar daño renal a largo plazo. Además, la vitamina D tiene propiedades antiinflamatorias que contribuyen a mejorar la función renal, especialmente en personas con enfermedades renales crónicas.

Se recomienda asistir con un especialista ante cualquier duda sobre la salud renal. Foto:  (Freepik)

Otro aspecto relevante es su impacto en la presión arterial. La hipertensión es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar enfermedades renales, y la vitamina D puede ayudar a regularla, reduciendo así el riesgo de daño renal.

¿De dónde se obtiene la vitamina D?

El cuerpo humano obtiene aproximadamente el 90% de su vitamina D a través de la exposición solar. La piel, al recibir rayos ultravioleta B (UVB), produce vitamina D de manera natural.

Sin embargo, factores como la ubicación geográfica, el tipo de piel y los hábitos de protección solar pueden influir en la cantidad de vitamina D que se sintetiza. Por ejemplo, las personas con piel más oscura necesitan exponerse al sol de cinco a diez veces más que aquellas con piel clara para producir niveles similares de vitamina D.

En cuanto a la dieta, alimentos como pescados grasos (salmón, trucha y sardinas), hígado de res, yema de huevo y productos fortificados (lácteos, cereales y jugos) son fuentes importantes de este nutriente. Sin embargo, en casos donde la exposición al sol o la dieta no sean suficientes, los suplementos de vitamina D pueden ser necesarios, siempre bajo supervisión médica.

Es importante verificar constantemente el estado de los riñones para evitar problemas crónicos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Mantener niveles adecuados de vitamina D es fundamental no solo para la salud ósea, sino también para el correcto funcionamiento de los riñones y otros sistemas del cuerpo. Sin embargo, es crucial evitar el exceso de este nutriente, ya que niveles demasiado altos pueden tener efectos adversos, como daño renal.

A medida que avanzan las investigaciones, se espera que se comprendan mejor los beneficios de la vitamina D en la prevención y tratamiento de enfermedades crónicas, lo que podría llevar a nuevas recomendaciones y políticas de salud pública. Por ahora, la clave está en equilibrar la exposición solar, la dieta y, cuando sea necesario, el uso de suplementos bajo supervisión médica.

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