Esto es lo que debes hacer para ayudar a alguien que sufrió un golpe de calor, según la Cruz Roja Mexicana

Un golpe de calor es una condición grave que ocurre cuando el cuerpo es incapaz de controlar su temperatura, la cual se eleva rápidamente a niveles peligrosos. Se considera la forma más severa de lesión por calor y puede presentarse de manera súbita, sin signos previos de advertencia.

La incapacidad del cuerpo para enfriarse mediante la sudoración resulta en un rápido aumento de la temperatura corporal, la cual puede alcanzar o superar los 40°C (104°F) en cuestión de minutos.

Entre los síntomas de un golpe de calor están piel caliente, confusión, delirio, escalofríos, convulsiones y pérdida de conocimiento. Las personas que presenten esta sintomatología deben recibir atención médica cuanto antes.

Antes de que la persona sea valorada por un especialista hay forma de ayudarla con una serie de acciones recomendades por la Cruz Roja Mexicana.

- Alejarla de la zona más calurosa.

- Enfriar rápido por inmersión en agua.

- Mojar a la persona y envolverla en sábanas húmedas.

- Aplicar hielo en axilas, ingles y pecho.

Para evitar un golpe de calor la Dirección de Protección Civil de la Ciudad de México aconseja que los menores de edad y los adultos mayores limiten su exposición al sol desde las 11:00 hasta las 15:00 horas; además, recomienda a la ciudadanía mantener una adecuada hidratación a lo largo del día consumiendo agua y frutas de la temporada, evitando las bebidas con alto contenido de azúcar.

Para quienes realicen actividades al aire libre, se aconseja proteger la cabeza utilizando gorras o sombreros, optar por vestimentas de colores claros, ligeras y de manga larga.

Asimismo, la dependencia enfatiza en la importancia del lavado de manos antes de preparar o consumir alimentos, tanto en el hogar como en lugares de venta ambulante, y estar alerta ante cualquier indicio de descomposición en los alimentos a causa del calor.

- Insolación: también conocida como agotamiento por calor, es una condición causada por la exposición prolongada a temperaturas altas, especialmente cuando hay alta humedad y esfuerzo físico intenso. A diferencia del golpe de calor, la insolación es menos grave, pero aún requiere atención médica para evitar complicaciones.

La Cruz Roja señala que los síntomas son taquicardia, respiración rápida, cansancio extremo, sudoración, dolor de cabeza y debilidad.

En este caso lo recomendable es trasladar a la persona afectada un lugar fresco y ventilado, quitar las prendas innecesarias y calzado, enfriar el cuerpo con agua y ventilación, dar a beber agua o electrolitos orales. Pero si los síntomas persisten conviene llamar al 911.

- Estrés térmico: surge debido a la elevación de la temperatura del entorno, lo cual conlleva a un estrés tanto mental como físico. Dicha condición puede presentarse con o sin hipertermia, un estado en el cual, debido al mal funcionamiento de los mecanismos de regulación térmica del cuerpo, la temperatura corporal supera los niveles normales.

Entre las consecuencias de esta condición están afectaciones periféricas, problemas de sueño, sensación de vértigo o mareo, ansiedad, tristeza y bajo rendimiento laboral.

- Calambres por calor: espasmos musculares dolorosos resultantes de la pérdida de electrolitos debido a la sudoración profusa.

- Síncope por calor: desmayo o sensación de mareo como resultado de la expansión de los vasos sanguíneos, lo que lleva a una disminución del flujo sanguíneo al cerebro.

- Erupción cutánea por calor: también conocida como miliaria, es una erupción que aparece como consecuencia de la obstrucción de los ductos del sudor.

- Enfermedades gastrointestinales: las altas temperaturas favorecen la proliferación de bacterias en los alimentos y la comida almacenada o expuesta al calor por periodos prolongados puede descomponerse o contaminarse más rápidamente, incrementando el riesgo de ingestión de agentes patógenos como Salmonella, E. coli y Listeria, que pueden causar intoxicaciones alimentarias.