Cómo fueron las primeras operaciones con fentanilo de Ovidio Guzmán, líder de Los Chapitos preso en EEUU

‘El Ratón’ es considerado como uno de los precursores del grupo criminal en el negocio del tráfico de fentanilo

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Imagen de la primera captura de Ovidio Guzmán en octubre de 2019. (CEPROPIE vía Archivo de AP)
Imagen de la primera captura de Ovidio Guzmán en octubre de 2019. (CEPROPIE vía Archivo de AP)

Para 2019, cuando el tráfico y consumo de fentanilo se convirtió en un asunto prioritario para las autoridades de México y Estados Unidos, el Cártel de Sinaloa llevaba ya al menos cinco años de experiencia en negocios relacionados con este opioide.

Una serie de acusaciones emanadas en abril de 2023 de la Corte del Distrito Sur de Nueva York detalló, a partir de información obtenida por agentes infiltrados, que la facción de Los Chapitos comenzó a manufacturar y mover esta droga desde un pequeño laboratorio de Culiacán en 2014.

Fragmentos del expediente citados por el periodista José Luis Montenegro en su libro Los Chapitos: radiografía criminal de los herederos del Cártel de Sinaloa refieren que la iniciativa de traficar fentanilo surgió en la capital sinaloense. El encargado habría sido Ovidio Guzmán López, hijo de ‘El Chapo’ conocido también como ‘El Ratón’.

El austero laboratorio estaba ubicado bajo tierra y contaba con un ascensor que permitía la entrada y salida de grandes bidones.

Ovidio Guzmán está en una prisión de máxima seguridad de Chicago en espera de que inicie su juicio. (Infobae)
Ovidio Guzmán está en una prisión de máxima seguridad de Chicago en espera de que inicie su juicio. (Infobae)

“Contenía estufas industriales, prensas de pastillas y otros materiales utilizados para fabricar grandes cantidades de fentanilo bajo la protección de personal de seguridad del cártel armado con fusiles automáticos”, detalla el documento del Departamento de Justicia.

Una vez que la droga sintética estaba terminada, era trasladada a Tijuana, Baja California. Desde ese punto, acorde con la obra de Montenegro, Los Chapitos usaban aviones de carga Boeing 747, submarinos y otras embarcaciones sumergibles, barcos de contenedores y de pesca, lanchas rápidas, autobuses, vagones de ferrocarril, remolques de tractores, automóviles, “mulas” humanas y túneles para introducir el fentanilo a EEUU.

“Así, ‘El Ratón’ era el encargado de la producción, ‘El Chapito’ [Iván Archivaldo Guzmán Salazar] gestionaba la seguridad y ‘El Alfredillo’ [Jesús Alfredo Guzmán Salazar] proporcionaba el trasiego idóneo para asegurar su envío y recepción en Estados Unidos”, relata el periodista en su libro.

Ya con el narcótico en suelo estadounidense, los aliados de Ovidio Guzmán ocultaban la mercancía en casas y centros de almacenamiento. En 2018, conforme a lo establecido en los expedientes consultados por este medio, un grupo de traficantes escondió aproximadamente 20 kilogramos de fentanilo en un cuarto de hotel de Los Ángeles.

La captura y extradición de Ovidio Guzmán fue considerada uno de los más duros golpes que Los Chapitos han recibido en años recientes. (LUIS BARRON / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO)
La captura y extradición de Ovidio Guzmán fue considerada uno de los más duros golpes que Los Chapitos han recibido en años recientes. (LUIS BARRON / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO)

En un descuido, el personal del establecimiento notó el cargamento, por lo que los traficantes tuvieron que sacarlo con urgencia y enterrarlo en una casa para, posteriormente, distribuirlo en Ohio, Michigan y Pennsylvania.

Mientras el Cártel de Sinaloa daba sus primeros pasos en la producción y tráfico de fentanilo, Ovidio estableció una base de distribución del opioide en la Ciudad de México. La creciente demanda provocó que las ventas de quienes traficaban heroína se desplomaran en la capital, por lo que ‘El Ratón’ les ofreció una alternativa.

La propuesta fue venderles fentanilo para mezclarlo con la droga que ya vendían. Tal combinación les permitía mantener su base de clientes, al mismo tiempo que potenciaba los efectos provocados por cada dosis.

En diciembre de 2023, un estudio publicado en el Harm Reduction Journal reveló que en la CDMX se distribuían drogas que, de manera inesperada para sus consumidores, estaban mezcladas con fentanilo. De cada cuatro muestras de cocaína examinadas, dos dieron positivo a fentanilo y este resultado fue similar en 14 de 22 dosis de MDMA o éxtasis.