¡Corre, carnal!: Estas fueron las claves detrás de la captura de “El Betito”, exlíder de La Unión Tepito

Un celular se convirtió en la clave para desarticular la cúpula de La Unión Tepito; en menos de tres meses cayeron cuatro cabezas del cártel de la CDMX, incluido “El Betito”

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Así se escapó de un operativo de las autoridades 'El Betito' (Infobae)
Así se escapó de un operativo de las autoridades 'El Betito' (Infobae)

Uno de los criminales más violentos de la Ciudad de México no fue capaz de disparar una sola bala para impedir que lo detuvieran; “El Betito” o como sus padres lo nombraron, José Alberto Maldonado López, fue arrestado la tarde del 8 de agosto de 2018 al sur de la capital. Las últimas palabras que el exlíder de La Unión Tepito escuchó salieron de su hermano “¡Corre, carnal!”.

La policía capitalina le seguía los pasos desde 2015 cuando se convirtió en uno de los principales líderes del llamada cártel chilango -así lo denominó el periodista Antonio Nieto en su libro del mismo nombre-; sin embargo, “El Betito” resultó ser bastante hábil para engañar a policías, investigadores y periodistas.

Pocos lo conocían por su verdadero nombre, muchos lo llamaban Roberto Moyado Esparza o le decían “El Flamitas, “El Chaparrito” o “El Mini Alex Syntek”; el exlíder de La Unión Tepito ser un dolor de cabeza para las autoridades de la CDMX que en noviembre de 2015 el Gobierno de Miguel Ángel Mancera presumió haberlo capturado. Nada más lejos de la realidad, agarraron a un extorsionador sin jerarquía en el cártel chilango.

Pasaron casi tres años hasta que agentes de la Fiscalía capitalina le gritaron a “El Betito” que se detuviera, pusiera las manos en la cabeza y se tirara al piso; el líder narco había atendido las palabras de su hermano José y había salido corriendo pensando que así escaparía de la justicia.

El Gobierno de la Ciudad de México presumió una investigación exhaustiva y un operativo meticuloso para seguir los pasos del exlíder de La Unión Tepito y lograr capturarlo afuera de una casa que rentaba en El Pedregal; los agentes esperaron a que bajara de su auto -viajaba sin personal de seguridad- y le pidieron su credencial de elector. Quizá querían corroborar que sí estaban capturando a “El Betito” correcto.

Los Fortis Mayen, las primeras víctimas de la Unión Tepito (Infobae)
Los Fortis Mayen, las primeras víctimas de la Unión Tepito (Infobae)

El celular que lo tenía todo

Antonio Nieto recoge algunas dudas relacionadas con la detención del exlíder de La Unión Tepito, sobre todo aquellas relacionadas por la “facilidad” de su captura; otras más que apuntan a un posible pacto con el Gobierno capitalino para que no lo trasladaran a una prisión federal y así poder seguir al mando de la organización criminal.

Tan cerrado era el círculo cercano de “El Betito” que sólo cuatro personas sabían dónde se escondía: su novia, su hermano, su abogado y El Pistache”.

Los mandos de La Unión Tepito nunca desconfiaron de su novia y su hermano, pero sí pusieron el dedo sobre el abogado Sergio Arturo Ramírez Muñoz y de “El Pistache”, David García Ramírez. Pronto las sospechas de traición se diluyeron porque no había pruebas suficientes para castigarlos.

Es posible que “El Betito” no lo supiera en ese momento, pero tres días antes de ser esposado policías capitalinos detuvieron en la colonia Narvarte a Víctor Vázquez Alor; entre las pertenencias que le decomisaron se encontraba un teléfono celular con contactos de miembros de La Unión Tepito, dealers y halcones; tenía grupos de WhatsApp para coordinar el cobro de drogas y el reparto de armas y vehículos utilizados por el cártel.

La captura de “El Alor” fue quizá más importante que la de “El Betito” pues gracias a él lograron meter a la cárcel a la cúpula del cártel chilango. Dos meses después de caer el líder, “El Pistache” y “El Tiger” -jefes del “ala fresa de La Unión Tepito”- cayeron en Santa Fe. También sin disparar una sola bala.