Así es como el huracán Otis cambió las dinámicas del narco en Guerrero

La madrugada del 25 de octubre, el huracán Otis impactó la costa de Acapulco, en Guerrero. Con ráfagas de hasta 270 kilómetros por hora, el ciclón destruyó miles de hectáreas de construcción, pero también arrasó con las dinámicas que el crimen organizado mantenía en el estado.

Según un reciente informe de la consultora política Integralia, el fenómeno meteorológico obligó a los grupos delictivos a desplazar sus actividades a otras zonas.

El primer impacto evidente de Otis en la lógica criminal de Guerrero, acorde con el documento, fue que la “parálisis de las economías locales” produjo una reducción de las extorsiones, homicidios y narcomenudeo durante el cuarto trimestre de 2023 en comparación con el resto del año.

Sin embargo, de forma paralela, incrementó la cantidad de robos en la entidad, especialmente de vehículos, a negocios e instituciones bancarias, “posiblemente motivado por la falta de vigilancia” en las siguientes semanas a la llegada del huracán.

Entre los grupos más golpeados por la interrupción de la economía local están el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), La Familia Michoacana y el Cártel Independiente de Acapulco (CIDA), según el reporte La huella de Otis en Acapulco.

Durante los primeros tres trimestres de 2023, la empresa consultora identificaba a municipios como Acapulco, Chilpancingo y Eduardo Neri como zonas de máximo peligro, pero la situación de riesgo se expandió hacia el norte del estado tras el paso de Otis.

Para los primeros dos meses de 2024, el reporte señala que los grupos criminales ser habían expandido “a otros territorios para compensar, inicialmente, la suspensión de actividades en Acapulco”.

En consecuencia, se habría creado una franja de máximo peligro desde Coyuca y Acapulco hacia el norte de Guerrero, pasando por demarcaciones como Juan R. Escudero, Cocula, Iguala, Tepecoacuilco y Buenavista de Cuéllar.

Esta ‘mudanza’ de las organizaciones criminales habría detonado un incremento en actividades como el cobro de piso “o el control violento de las rutas de transporte público” en municipios que a principios de 2023 representaban un menor nivel de riesgo.

El aumento de casos de robo hacia el final de 2023 orilló a las autoridades a desplegar un total de 14 mil 620 elementos de la Guardia Nacional en el estado, de los cuales casi 10 mil se concentraron en Acapulco.

Para febrero de 2024, la tasa de robos en Guerrero disminuyó, pero hubo delitos como la extorsión y el homicidio que tuvieron un notorio crecimiento pese a la presencia de las fuerzas militares.

“El crimen organizado se apropió de nueva cuenta de la explotación de las economías locales”, señala el reporte como parte de sus conclusiones en esta materia.

De igual manera, se advierte que “Guerrero atraviesa una profunda crisis de gobernabilidad que ha motivado un cambio abrupto de los titulares de las instituciones de seguridad y procuración de justicia, lo que no augura necesariamente mayor eficacia en el combate al crimen organizado”, aseguran los consultores de Integralia.