Miguel Ángel Félix Gallardo, conocido como ‘El Jefe de Jefes’, marcó la historia del narcotráfico en México durante los años 80. Catalogado como el ‘Zar de la droga’, fue pionero en la fundación del Cártel de Guadalajara, estableciendo un predominio casi absoluto sobre el contrabando de estupefacientes hacia Estados Unidos.
Su influencia y poder extendieron las raíces del narcotráfico mexicano a niveles internacionales, transformando el panorama del crimen organizado en la región.
El ascenso de Félix Gallardo a la cumbre del narco no fue una trayectoria solitaria. Junto a otros líderes criminales como Ernesto Fonseca Carrillo, ‘Don Neto’ y Rafael Caro Quintero ‘El Príncipe’, estructuró una vasta red que facilitó la distribución de drogas por todo el territorio estadounidense, capitalizando el mercado de consumidores en ese país.
Tras su detención en 1989, ‘El Jefe de Jefes’ no ha podido obtener su libertad, al contar con casi 35 años tras las rejas, donde en la actualidad se encuentra esperando su muerte derivada de sus enfermedades crónicas que lo han hecho perder la vista y la capacidad auditiva.
“‘¿Qué piensas sobre la muerte?’, ‘Estoy en la antesala esperando, como es costumbre que se me aplique mi término, mi materia no se extinguirá, se transformará, a mi familia le pido que siembre un árbol sobre mis restos’”, se lee en libro ‘Bienvenido a Sinaloa’ de Diego Enrique Osorno.
Una de las peticiones que ‘Don Miguel’ le hizo a sus familiares, fue que sembrara un árbol donde fuera sepultado, al asegurar que su materia no se extinguirá, solo se transformará y desea convertirse en una enorme planta.
Las enfermedades que enfrenta Miguel Ángel Félix Gallardo
El excapo sinaloense, enfrenta graves problemas de salud mientras cumple condena en el penal de Puente Grande, Jalisco. A sus 78 años, se le han diagnosticado 22 enfermedades, destacando entre ellas cáncer de piel, tuberculosis, neumonía y diabetes. La información fue confirmada por Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana.
El antiguo líder del extinto Cártel de Guadalajara enfrenta numerosos problemas de salud, incluyendo sordera parcial en su oído izquierdo, dificultades auditivas en el derecho, atrofia en su globo ocular derecho, y glaucoma en el izquierdo. Además, sufre de una hernia de disco, hipertrofia de próstata benigna, vértigo crónico, esofagitis, trastornos de ansiedad y depresión, junto con hipertensión arterial.
El diagnóstico de vértigo de larga duración, junto con esofagitis, indica un malestar constante que pone en riesgo tanto su estabilidad física como su bienestar digestivo. Además, el hecho de enfrentar ansiedad y depresión crónicas añade una capa de dificultad al manejo de sus otras condiciones médicas.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador argumentó que debido al estado de salud del exnarcotraficante mexicano, se le debía conceder el recurso de la prisión domiciliaria, pues en el reclusorio no puede recibir la atención médica especializada que requiere.
“Se determinó esto porque se hizo un análisis médico y el señor está verdaderamente mal de salud, tiene muchas enfermedades, está mal y no puede ser atendido en el reclusorio, tiene que ser atendido en una casa por su familia, va estar preso, tienen que aceptar el portar y brazalete aún estando enfermo”, dijo el titular del Ejecutivo Federal en su conferencia matutina.
La situación de salud de Félix Gallardo refleja las complejas condiciones que enfrentan algunos reclusos de avanzada edad en las prisiones mexicanas, pues su caso es mediático, pero hay otros de los que no se sabe nada.
Las enfermedades que padece son particularmente graves y requieren atención médica especializada y constante, algo que pone en evidencia los retos del sistema penitenciario del país para atender a poblaciones vulnerables.