¿Cuánto cuesta el kilo de cebolla? Éste es su elevado precio en tiendas y mercados de CDMX, Edomex y otros estados

Precios récord de cebolla y otros productos d ela canasta básica impactan en los bolsillos de los consumidores

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Foto de archivo. Una mujer selecciona cebollas en un supermercado de Bogotá, Colombia, 30 de cotubre, 2018. REUTERS/Luisa González
Foto de archivo. Una mujer selecciona cebollas en un supermercado de Bogotá, Colombia, 30 de cotubre, 2018. REUTERS/Luisa González

Los precios de la cebolla en el país han alcanzado niveles históricos, marcando el pico más alto en 26 años. Este aumento abrupto se atribuye a una combinación de factores que han afectado la oferta y la demanda de este producto básico en el mercado, agravados por el impacto de la inflación.

La cebolla, por ejemplo, se está vendiendo en promedio a 38 pesos por kilogramo, un aumento drástico desde los 7.8 pesos por kilo en 2023, lo que representa un incremento alarmante del 387%.

El contexto de este aumento desmesurado incluye la estacionalidad en el cultivo, lo que implica una baja productividad, así como condiciones climáticas adversas como sequías y heladas.

Además, los costos de producción han aumentado considerablemente, exacerbados por la escasez de suministros esenciales como el gas natural, vital en los procesos agrícolas.

¿Cómo se ven en los autoservicios?

Precio de la cebolla sigue subiendo a grandes escalas.
Precio de la cebolla sigue subiendo a grandes escalas.

Las consecuencias de esta escalada de precios son palpables en los estantes de supermercados y tiendas de autoservicio.

De acuerdo con los anuncios hasta la fecha del 26 de enero, el kilo de cebolla se encuentra en la Central de Abasto la caja de 30 kilos está en mil 830, lo cual da un costo por kilo de 61 pesos; en Soriana, a 39.80 pesos, en Bodega Aurrerá a 62 pesos; Chedraui a 63.90 pesos y la Comercial Mexicana en 54 pesos.

Se espera que el precio promedio en estos establecimientos alcance los 60 pesos, afectando significativamente los presupuestos de los consumidores.

Los expertos resaltan el impacto de condiciones climáticas adversas en la producción, así como el aumento de los costos de producción, exacerbados por la escasez de gas natural. Estos aumentos no solo afectan a los agricultores y productores, sino que también repercuten en la economía en general y, sobre todo, en los bolsillos de los consumidores.

La población, especialmente los sectores más vulnerables, se enfrenta a un significativo aumento en el costo de vida, destinando una parte considerable de sus ingresos a la compra de alimentos esenciales.

La crisis alimentaria no solo es económica, sino que también impacta la calidad de vida de los consumidores más afectados económicamente. Aquellos con recursos limitados se ven obligados a ajustar sus presupuestos y, en muchos casos, a reducir la cantidad y variedad de alimentos disponibles en sus mesas.

Esta situación crea una brecha aún mayor entre los estratos sociales, generando preocupaciones sobre la equidad y la accesibilidad a la alimentación básica.