Qué decía la carta con la que Germán Larrea llamó a sus trabajadores a no votar por AMLO en 2018

En 2018, el dueño de Grupo México mandó una carta a sus empleados, en la que pedía advierte sobre los riesgos de un modelo “populista”, cuando López Obrador era candidato a la presidencia de México

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(Jesús Aviles/Infobae)
(Jesús Aviles/Infobae)

Hace unos días se dio a conocer que elementos de la Secretaría de Marina (Semar) tomaron tres tramos ferroviarios de Ferrosur, al sur de Veracruz. Esta empresa, Ferrosur, pertenece a Grupo México, que a su vez, pertenece al empresario Germán Larrea, la segunda persona más rica de México, solo por detrás de Carlos Slim, quien cuenta con una fortuna de USD 90 mil millones, según el último listado de Forbes.

La toma de Ferrosur, dijo el gobierno, no se trató de una expropiación, sino de una toma temporal, pues se estaba en negociaciones para que Grupo México diera esos tramos a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) con la intención de que fueran utilizados para el Tren Transísimico del Istmo de Tehuantepec.

En su conferencia de prensa mañanera de este martes, el presidente de México dijo que en caso de que Larrea ya no quiera comprar el banco Banamex a Citigroup, el Gobierno podría “entrarle” a la compra de dicha institución financiera.

Desde que el presidente López Obrador era candidato a la presidencia de México, él y Germán Larrea han tenido algunas diferencias. Una muestra de ello, es que el presidente de Grupo México envió una carta a empleados, colaboradores y accionistas, en la que advierte sobre los riesgos de un modelo “populista” en 2018, cuando AMLO era candidato a la presidencia de México por el partido que él mismo fundó, Morena, junto a José Antonioo Meade del PRI; Ricardo Anaya Cortés, por el PAN y Jaime Rodríguez Calderón, por la vía independiente.

Agentes de la Marina tomaron el control de 120 km. de vías de Ferrosur en Veracruz la mañana del 19 de mayo. (ÁNGEL HERNÁNDEZ/CUARTOSCURO)
Agentes de la Marina tomaron el control de 120 km. de vías de Ferrosur en Veracruz la mañana del 19 de mayo. (ÁNGEL HERNÁNDEZ/CUARTOSCURO)

En la carta, Larrea aseguró que México enfrentaba un momento importante de incertidumbre, con motivo de las elecciones que estaban por llevarse a cabo, en donde, dijo, claramente se veían dos propuestas de modelo económico totalmente diferentes y opuestas.

Dijo que Grupo México operaba concesiones mineras, ferroviarias y carreteras “que hemos licitado y ganado legalmente, adquirido y pagado puntualmente”. Aseguró que dichas concesiones no habían sido producto de compadrazgo ni corrupción, “como afirma injustamente el candidato de Morena en referencia al régimen concesionado”. Informó que la corrupción nunca había sido, ni sería práctica de Grupo México.

“Esta empresa ha sido producto del trabajo y confianza de todos, de fuertes inversiones de capital, y de una visión de generación de empleos, bienestar y crecimiento durante tres generaciones”, se lee en la misiva que estaba membretada y firmada.

En la carta también se lee que “Nadie nos ha regalado nada, esto se ha logrado gracias al esfuerzo y trabajo de todos y cada uno de nosotros. El término concesión no es sinónimo de corrupción ni de compadrazgo, como se ha insinuado recientemente”.

Germán Larrea es dueño de Grupo México, y es considerado la segunda persona más rica de México.
Germán Larrea es dueño de Grupo México, y es considerado la segunda persona más rica de México.

Se señala que, como empresa, Grupo México está comprometido con México, con sus más de 50 mil empleados y sus familias, sus colaboradores, proveedores y accionistas. Aseguró que en los últimos 10 años, o sea, de 2008 a 2018, que fue el momento en el que se escribió la carta, la empresa había pagado 12 mil 531 millones de dólares en salarios a sus empleados, y en adición a eso, se habían distribuido 2 mil 600 millones de dólares como Participación de Utilidades a los Trabajadores, “posicionándonos como la empresa número uno en México en reparto de utilidades a los trabajadores”.

Señaló en su carta que había escuchado, con preocupación, propuestas de estatización de empresas, la derogación de las reformas energéticas y educativa, entre otras ideas que “significarían un retroceso de décadas y el regreso a un modelo económico que está más que probado que no funcionado en varios países. Venezuela, Argentina, Cuba, la extinta Unión Soviética entre otros, son testigos de ello”.

Aseguró que dicho modelo económico afectaría el desarrollo y bienestar del país, de la economía familiar, además de las empresas mexicanas. “Si este modelo económico populista, en donde todo supuestamente pertenece y proviene del Estado y en el que se ofrece regalar sin trabajar, se llegara a imponer en México, se desincentivarían las inversiones afectando gravemente a los empleos y a la economía, se devaluaría nuestra moneda y se provocarían fuertes alzas de precios en productos y servicios”.

Se señaló que dicho modelo era implementado en algunas naciones del mundo, y se ejemplificó con Venezuela, “y no se tiene que ser experto en economía para ver sus consecuencias”.

Se concluyó la carta diciendo que “no considero que un modelo populista, ni la amnistía, sea la solución a ello, únicamente la estricta aplicación a la ley sin distinción alguna es la solución necesaria”.