El bonito pueblo de Cantabria que es uno de los más desconocidos de España: es perfecto para una escapada rural

La villa, de apenas 50 habitantes, cuenta con numerosos senderos que permiten descubrir algunos de los parajes más bonitos de la región

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Cahecho, en Cantabria (Shutterstock).
Cahecho, en Cantabria (Shutterstock).

Cantabria es uno de los destinos más visitados de España gracias a sus encantos únicos. Su impresionante costa, repleta de paradisiacas y acantiladas playas, contrasta a la perfección con sus majestuosos paisajes de montaña, donde pequeños pueblos inundan cada rincón, ofreciendo una experiencia rural única.

Así, muchos de ellos son conocidos mundialmente gracias a su rico patrimonio, como es el caso de Potes, Comillas o San Vicente de la Barquera, mientras que otros, permanecen escondidos guardando la tradición y la historia de aquellos que los habitan. En este sentido, uno de los pueblos más desconocidos de Cantabria y la vez más bonitos es Cahecho, una pequeña villa que pertenece al municipio de Cabezón de Liébana y que sitúa a más de 800 metros de altitud.

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La localidad se caracteriza por su diversidad de paisajes, con altas cumbres que se elevan sobre verdes valles, bosques de robles y hayas, así como ríos de aguas cristalinas que serpentean por el territorio. Esta variedad de ecosistemas hace de Cahecho un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y el aire libre, proporcionando un sinfín de oportunidades para la práctica de actividades como el senderismo, la observación de aves y la fotografía de paisajes.

Tradición y senderismo

Cahecho, en Cantabria (Shutterstock).
Cahecho, en Cantabria (Shutterstock).

Históricamente, Cahecho se destaca por su patrimonio arquitectónico, en el que destacan las típicas casas montañesas. Estas permiten descubrir la tradición y la vida cotidiana de sus apenas 50 habitantes, a la vez que se contempla un conjunto monumental único. De este destaca la iglesia parroquial de Santa Eulalia, la cual es un símbolo de la localidad, una joya del románico rural que data del siglo XII. Sus muros de piedra y su peculiar campanario revelan el arte y la manera de construir de épocas pasadas, constituyendo un atractivo más para los visitantes.

Por su parte, el otro gran atractivo es la Torre de Cahecho, una fortaleza construida en el siglo XV que se incrusta en el corazón de la villa. Pero esto no es todo, pues más allá de sus monumentos, la localidad es un punto de partida para numerosas rutas de senderismo, como es la que conduce hasta el Pico Jano. Este sendero se presenta como un destino excepcional para los aficionados al senderismo y la montaña.

Elevándose por encima de los 1.600 metros, este pico se destaca en la geografía de Cantabria no solo por su altura, sino también por las impresionantes vistas panorámicas que ofrece, brindando a los visitantes una perspectiva única del Valle de Liébana y el majestuoso conjunto de los Picos de Europa. Junto a este atractivo natural, el mirador de Santa Catalina también atrae a numerosos viajeros gracias a sus impresionantes vistas de Fuente Dé, el valle de Valdebaró y algunas zonas de los Picos de Europa.

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Cómo llegar

Desde Santander, el viaje hasta Cahecho es de alrededor de 1 hora y 45 minutos por las carreteras A-8 y N-621. Por su parte, desde Potes, el trayecto tiene una duración estimada de tan solo 20 minutos por la vía CA-870.

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