Mar Flores: "Siempre he tenido la necesidad de reinventarme"

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María Muñoz

Madrid, 10 sep (EFE).- "Si a la Mar que empezaba su carrera en los noventa tuviera que darle un consejo, sería que paciencia y discreción llevan a cualquier lugar", dice a EFE en una entrevista Mar Flores, que celebra sus 55 años diseñando una colección cápsula para la firma Malne, con la que trabaja desde sus inicios en la moda.

"Siempre he tenido la necesidad de reinventarme, cada cierto tiempo, porque me caía o porque me tiraban",indica la ex modelo.

"Soy una persona muy creativa", explica sobre su faceta como diseñadora de moda de una colección cápsula con la que rinde tributo a la moda de los noventa, a través de 16 piezas con el lino, con el encaje como protagonistas.

Musa de firmas como Armani o Valentino, Mar Flores puede presumir de ser uno de los rostros imprescindibles de la moda, donde ha recorrido diferentes caminos. No es la primera vez que toma una dirección creativa, ya que en 2013 lanzó su línea de bolsos y ha hecho colaboraciones para firmas como Jorge Vázquez o Santiago del Palacio.

"Si me preguntaras cuál era mi sueño cuando empecé, te diría que jamás pensé que me fuera a sentar en una primera línea de desfile a ver mis propios diseños de la mano de grandes profesionales", indica Flores, que verá su colección integrada en la que presentará Malne este viernes en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.

Cuando Flores debutó en la industria, no era habitual que una modelo diversificara su trabajo, aunque ella nunca tuvo miedo a asumir nuevos retos.

"Hay que tener una mente mucho más abierta a todo lo que sea creatividad, el mundo está lleno de mentes cuadradas", apunta.

La madrileña piensa "que lo mejor siempre está por venir", y sigue navegando las olas de la moda explorando sus caminos, consciente de que es un panorama cambiante.

"Todo ha cambiado mucho, yo no era modelo, sino maniquí; los diseñadores cosían sus vestidos sobre mi cuerpo. Eso ya no existe", explica.

Esta técnica, conocida como 'moulage' y habitual en la alta costura, también daba pie a crear vínculos entre diseñador y modelo. "Iba cada día a sus talleres, vivía el proceso creativo, y al final esas cosas te dan complicidad y confianza, casi como de la familia. Llega un punto que te pinchaban sin querer con alfileres y ni te importaba".

Esta complicidad es, precisamente, la que une a la modelo con la firma Malne. "Somos amigos desde hace mucho tiempo y entendemos la moda de una forma muy parecida", explica, sobre una firma con un estilo marcado de reminiscencias a los años noventa a través de hombreras marcadas o americanas ceñidas.

La colaboración ha surgido "de forma orgánica". "Ha sido fácil porque he diseñado prendas que demandaba como usuaria y no solía encontrar", que realzan la feminidad de la mujer con tejidos modernos y cómodos.

"Lo más complejo como diseñadora ha sido no pasarme de aburrida, tener ese punto elegante y correcto que haga que cualquier mujer se sienta bien", cuenta sobre el proceso creativo de la colección, que materializa en una propuesta que evoluciona del rosa palo al negro entre estampados florales. EFE

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