El Espanyol aparca la euforia: prudencia, lagunas y virtudes antes de la final

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Barcelona, 14 jun (EFE).- El Espanyol se planta en la final de la promoción de ascenso a Primera División tras eliminar al Sporting (0-1 en El Molinón y 0-0 en el Stage Front Stadium), consciente de que no puede dejarse llevar por la euforia y de las fortalezas y de ciertas lagunas del equipo que deberá pulir frente al Oviedo.

El conjunto blanquiazul dominó las semifinales gracias, entre otros factores, a una gran solidez defensiva. No encajó en ninguno de los partidos. De hecho, no ha perdido en los 14 encuentros que ha jugado con el entrenador Manolo González y ha mantenido la meta a cero en nueve ocasiones.

El vestuario es consciente de que no recibir tantos en estos duelos a vida o muerte es esencial. "Contra el Sporting tuvimos dos o tres ocasiones claras, pero lo importante es tener la portería a cero. Esto habla muy bien del equipo", reflexionó el delantero Pere Milla en declaraciones al club.

Por otra parte, el Espanyol no pudo librarse de los nervios contra el Sporting en la vuelta, especialmente en el tramo final del choque. El cuadro visitante acorraló al anfitrión en su campo, pese a no concretar su dominio en el desenlace. El cuerpo técnico pidió más pausa: otra lección para la eliminatoria decisiva ante el Oviedo.

El central uruguayo Leandro Cabrera confesó, pese a destacar el rendimiento del bloque en líneas generales en la eliminatoria, que el guion del encuentro pudo mejorar. "El partido se abrió más de lo que nosotros necesitábamos", reconoció a los medios de la entidad blanquiazul.

El Espanyol llega a la gran cita de la temporada en un punto de madurez elevado. La versión del equipo está afinada y el compromiso de los futbolistas, como no podría ser de otra manera, es absoluto. Regresar a Primera División es el gran objetivo del curso y no hacerlo sería un fracaso. Así lo asume el grupo.

La precisión en las áreas es otra de las asignaturas mejorables. Los catalanes buscaban matar la vuelta contra el Sporting, pero no tuvieron acierto ante la puerta contraria. Argumentos no le faltan al equipo. Cuenta, entre otros, con el danés Martin Braithwaite, máximo goleador de Segunda con 22 dianas.

La ilusión se mezcla con la prudencia en el vestuario del Espanyol tras acceder al tramo decisivo de la temporada. Los futbolistas y el cuerpo técnico piden prudencia. "Queda lo más bonito y lo más difícil. Estamos contentos, pero todavía no hemos hecho nada", subrayó Milla. EFE

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